Escrito por: Washington López
Los mercados son impresionantemente eficientes al descontar los eventos desconocidos y los inversores usualmente reaccionan de forma exagerada. Por ejemplo, la reacción del mercado bursátil ante la perspectiva de que Italia se retire de la Unión Económica Europea (Italexit) llegó a los titulares a fines de mayo y asustó a los mercados. Luego de unas semanas, vemos que el juicio colectivo de la bolsa de valores es que tal posibilidad no será tan devastadora como temían inicialmente los inversores. Sucedió lo mismo después del Brexit.
En general, el mercado suele reaccionar igual frente a una crisis geopolítica, primero cae y luego se recupera. La coyuntura del enfrentamiento comercial entre los grandes bloques económicos Estados Unidos, China y la Unión Europea es la gran preocupación actual para los inversionistas.
Así, los metales están reaccionando más como materia prima que como activo refugio frente a esta situación. El proteccionismo de Trump también está agregando incertidumbre al movimiento del mercado. Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, el mercado recibe soporte por las mejoras en factores fundamentales como la inflación, el mercado laboral, el crecimiento salarial y el dinamismo económico. Luego de que el viernes 6 de julio se conociera el informe de nómina no agrícola de junio, el índice S&P 500 (SPY), el Nasdaq (QQQ) y el Dow Jones Industrial Average (DIA) subieron un 0.85%, un 1.3% y 0.41%, respectivamente, ese día.
Si funciona la presión de China sobre la Unión Europea para emitir una fuerte declaración conjunta contra las políticas comerciales de Trump en una cumbre a fines de este mes, implicarí un doble frente de mucha fuerza en contra de los intereses de las principales empresas de la bolsa de valores de Estados Unidos, y provocaría una fuerte corrección de los principales índices estadounidenses. Técnicamente, creemos que Estados Unidos se encuentra próximo a profundizar su corrección, la cual se confirmaría con la perforación de los US$ 2,690, confirmando un patrón hombro-cabeza-hombro a valores que se alcanzaron en febrero de US$ 2,550.
No olvidemos que el sentimiento de optimismo en la bolsa estadounidense ha alcanzado valores record, números similares a la euforia que visualizamos en los US$ 2,800 a inicios de año. Luego ocurrió la caída de 15%, la cual se comparó con la depresión de 1930. Así, recomendamos a nuestros lectores tomar posiciones cortas en EE.UU., optimizando sus portafolios comprando los ETF apalancados en contra de los principales índices. Nuestros ETF favoritos son SDOW, SPXU y el SQQQ.
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