Dos noticias destacaron en la agenda mediática la semana pasada. Superando incluso la presentación del gabinete Zavala en el Congreso, los casos de Milagros Rumiche y Shirley Melendez causaron sendas crisis de reputación para Essalud y el Ministerio Público y, por supuesto, la ya previsible indignación de cientos de usuarios de Internet.
Superando a las instituciones, las ácidas críticas incluso golpearon duramente a los doctores que trataron a Melendez y a la médico legista que redactó el primer informe oficial luego del insano ataque a Rumiche.
Hasta el mismo presidente Kuczynski, a quien habría que hacer ver este video (a partir del 03:50), se precipitó a pronunciarse sobre el primer caso.
El gran problemas es que en ambas situaciones la desinformación partió de los medios de comunicación y encontró, como ya es común, amplia difusión en una serie de audiencias digitales con las fauces abiertas, salivando por la próxima “causa justa” ante la cual levantar la voz; incapaces de detenerse un segundo, leer y procesar información, ya es normal que estos grupos sirvan como repetidoras incesantes de mensajes, sin hacer el mínimo esfuerzo por verificar su veracidad.
Súmele a ello la poca efectividad para responder frente a la crisis por parte de Essalud y el Ministerio Público y tendrá la tormenta perfecta.
No me malinterpreten, ambas son situaciones lamentables (lo de la señorita Rumiche es, antes que nada, un grave delito), pero para cualquier organización es casi imposible estructurar argumentos racionales frente a medios de comunicación que con poco rigor y generalizando califican un complicado procedimiento médico de negligencia o descontextualizan términos como “lesiones leves” de un atestado.
Por suerte, cuando el polvo se aclaró un poco, llegaron algunos mensajes ponderados, como los de Pedro Ortiz en El Comercio o el Doctor Elmer Huerta, en su siempre preciso blog.
Quien haya manejado alguna vez una crisis de este tipo sabe lo complicado que es intentar sobre pasar el incesante ruido generado por los medios, las redes y la opinión pública, y tratar de posicionar mensajes de forma simple y en lenguaje coloquial; son pocas las organizaciones que saben cómo reaccionar eficazmente frente a este tipo de situaciones.
Lo curioso es que, en ambos casos, fueron las mismas redes los canales por donde algunos pocos intentaron aclarar la situación (aquí y aquí) . La gran pregunta es si estos esfuerzos solitarios fueron suficientes ante la andanada de irracionalidad inmediata que inundó la red y que fue azuzada por los medios de comunicación.
“Cómo los trolls están arruinando el Internet”, se titula este genial artículo de Time, el cual desmenuza a profundidad la manera cómo la cultura digital está generando actitudes de intolerancia y odio permanentes, protegidos por el anonimato que trae la red y por esa actitud de sumo pontífice que muchos asumen al estar detrás de un teclado.
Por supuesto que debemos levantar la voz y no permitir muestra alguna de violencia de género; por supuesto que debemos de exigir servicios de salud de primer nivel y hacer uso de nuestro derecho de queja, pero hay una delgada línea entre la legítima indignación, la desinformación gratuita y el buen honor de las personas.
Ello, sin embargo, no es excusa para que una organización no esté preparada. Aquello que conocimos hace unos años con “revolución digital”, tiene ya poco de “revolución” y mucho de comportamientos, actitudes y situaciones que ya son moneda corriente.
Que las empresas o instituciones públicas no hayan adecuado sus formas de comunicación, estrategias y discursos para hacer frente a las hordas digitales no es únicamente responsabilidad de los medios, o de cada ciudadano detrás de un teclado, sino de su propia incapacidad para entender el entorno y diseñar mensajes que conecten y respondan al tipo de consumo fácil e inmediato al que, lamentablemente, nos hemos acostumbrado.
COMENTARIOS
Es necesario mediatizar los próximos resultados de las auditorias realizadas por otras instituciones ajenas a EsSalud, tanto locales (SUSALUD) como internacionales (OPS, OMS y CDC); con la finalidad de evitar distorsiones de apreciación inicial. Lo mas probable es que se tengan que mejorar procesos dentro del acto medico y sus procedimientos para evitar problemas como el suscitado. Sin embargo creo que los informes medico-legales deben ser realizados por médicos especializados en esta área y no por médicos generales, ahí si necesitamos una reforma profunda tanto en el Ministerio Publico como en la Institución que define y regula las especialidades de los médicos (CONAREME).
Estoy de acuerdo contigo Miguel se exageran las noticias y no se comprueba la calidad técnica de las mismas. Se busca vender las noticias en la television como sea. Como estoy temporalmente viviendo en EEUU, veo los noticieros peruanos y compruebo su sensacionalismo. Dice Jean Azcarraga de TELEVISA, que sus noticieros van a tener un nuevo formato. Porque no se hace esto en Peru, necesitamos noticias culturales, buenas entrevistas y olvidarse de los robos, lapos, violencia y asaltos. Lo que se ve es que Peru es un país violento y atrasado y eso venden como imagen los noticieros. PPK debe plantearse una nueva ley de Prensa, con noticieros de un mundo desarrollado. Sera pedir mucho. Saludos desde Glendale.
La desinformacion y manipulacion de los medios de comunicacion articulada por los grupos de poder que controlan directa e indirectamete dichos medios, no puede continuar actuando de esta manera. En politica, hemos visto el rol de dichos medios en la campaña electoral, sobre todo en la segunda vuelta, el la informacion sobre Venezuela, etc; etc;
La cuestion de la informacion, tiene que ser tratada inmediatamente y reglamentar el control de dichos medios, darle el equilibrio democratico para evitar que se conviertan en medios de propaganda y de presion en beneficio de grupos de poder.
Es una prioridad absoluta, de reglamentar dichos medios y cuidadr absolutamente que se informe y se asegure una equilibrada informacion de la diversidad de opiniones y ayudar con la informacion , no la propaganda, a que cada individuo y todos los peruanos decidan por si mismos sobre la solucion a sus problemas y a su desarrollo actua y futuro.
En la actualidad se exageran las noticias y se manipula la información, se busca vender una verdad a medias .
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