La respuesta es sí. El caso Volkswagen -desde luego salvando las proporciones- puede repetirse en Perú. De hecho, es muy probable que ello esté aconteciendo constantemente (y quizá sin que los puestos de dirección lo sepan con claridad).
¿Cómo podría ocurrir un evento semejante? Pues muy sencillo: para evidenciarlo recapitulemos brevemente qué sucedió en ese tan afamado caso que- en mi posición- es icónico en lo que a desastres corporativos se refiere.
El mito que encierra, en general, a los casos calificados como escándalos corporativos con tintes penales es que se trata de empresas disfrazadas; es decir, una fachada que funciona como empresa y en realidad es una organización criminal. Falso. En el caso en análisis lo que sucedió es que, primero, había una política comercial de venta agresiva, como sucede en todas las empresas del mundo. Esta política se traducía en la idea –necesidad- de vender lo más que se pueda. Hasta la fecha no he conocido una empresa que haga lo contrario.
La distorsión radicó en que esa política comercial agresiva no implica necesariamente usar la frase “vender como sea”, pues ello equivale a dejar firmado un cheque en blanco y con fondos. A los “comerciales” de Volkswagen no se les ocurrió mejor cosa que hacer una pequeña trampita en los vehículos que vendían (la instalación de los famosos softwares), y el resto, ya es historia. El resultado como se sabe, fue efectivamente desastroso.
ALERTA MÁXIMA. La combinación de política comercial agresiva, pasividad gerencial y riesgo penal inminente es un patrón de comportamiento que comparten muchas empresas peruanas. Es el mismo patrón del caso Volkswagen.
Ahora bien ¿en cuántas empresas peruanas este tipo de situaciones se pueden repetir e incluso diariamente? El ya famoso “ve tú como haces, pero arréglalo” puede equivaler a colocarse las esposas al funcionario ejecutor que, queriendo hacer lo mejor para la empresa en términos comerciales, termina endosando ese cheque en blanco al Gerente para que este sea invitado a la “fiestita” de la investigación penal.
Pongamos dos ejemplos que me ha tocado ver en la realidad. Una empresa con alta exposición a accidentes laborales y un Gerente que no controla. El riesgo para el ejecutivo es palpable, pero no por “solidaridad” que en el Derecho Penal no existe, sino porque Gerente no hizo nada.
Otro ejemplo. Una empresa que requiere obtener una licencia de funcionamiento y al encargado de hacerlo no se le ocurre mejor idea que un “engrase” de la pesada máquina pública. Mismo escenario. Entonces no hace falta sea una banda ni organización criminal para estar íntimamente ligado a líos penales. La exposición es más común de lo que se cree.
Seguramente pasará algún tiempo para que una empresa peruana tenga las características de Volkswagen (aunque espero que este tiempo sea mínimo). Sin embargo, el mismo patrón de comportamiento (política comercial agresiva, pasividad gerencial, riesgo penal inminente) puede, nuevamente, ser más común de lo que creemos.
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COMENTARIOS
Cierto, es un pena lo sucedido, pero a la larga es una escuela para no repetir errores. Tomarlo como tal, mas no para condenarlo.
Estimado Juvenal: Es cierto que no somos nadie para condenar. La idea del artículo, además de lo estrictamente criminal-penal, es evidenciar que las estrategias comerciales deben de “dialogar” con la ética. Saludos.
El motor/modelo Volkswagen “mas contaminante” del mercado gracias a su software manipulado, no se compara con la humareda tóxica que producen “every day” nuestras combis del pais.. no estoy justificando solo comparando
Buen día, Jessica. Totalmente de acuerdo. Las normas existen, el nudo gordiano está en que necesitamos autoridades que hagan cumplir la norma; de lo contrario, como digo siempre, esta, la norma, queda relativizada y sin fuerza. Gracias por escribir.
Un analisis comparativo para medir el comportamiento peruano en situacion similar, nos deja en desventaja.
Solo algunos elementos:
La denuncia del fraude de la VW lo hace un colectivo social de defensa ecologica.
nuestro pais no ha logrado consolidar colectivos sociales de defensa de derechos ciudadanos (damos penosos ejemplos con la defensa de las mujeres). Los que se reunen, salvo pocas y honrosas excepciones, lo hacen para defender la reja de su cuadra o el muro que excluye a los “mugrosos” que no quieren de vecinos.
Las normas europeas y de USA (sin ser perfectas) tienen alto grado de cumplimiento y cuando se infringen, se sancionan con severidad. En nuestro querido Peru, los primeros infractores son justamente los responsables de aplicarla (la lista es larga). En materia de justicia nos hemos congelado en la epoca virreynal y de la Inquisicion.
Por tirarle la gorra a un policia, 7 años de prision efectiva y por intentar violar y asesinar a una mujer, un año de prision suspendida y mil soles de reparacion (solo le falto dar el diploma al macho).
Finalmente (hay puntos no tocados), las reglas tecnicas que rigen en Alemania, europa y usa,
son chistes en Peru. la clonacion, plagio (si, ese mismo), informalidad y parientes directos, son moneda corriente (bus-camion).
Si nos referimos solamente a vehiculos (en otros campos tambien ocurre), no tengo memoria de alguien que haya recibido sancion (aunque sea un grito) por contaminar el ambiente.
No todo esta perdido dicen los positivistas.
Saludos
Muchas gracias por tu comentario, Luis Alberto. Y es cierto. No todo está perdido. Hay que trabajar, mucho por cierto, para generar una cultura de cumplimiento y respeto de las normas, especialmente las ambientales. Saludos.
no pasa nada si en nuestro país no existe institución o entidad que castigue. Cuál seria?? Indecopi? esta entidad es un engaño, pasan años para que haya un veredicto, si es positivo para el denunciante la empresa tiene la posibilidad de llevar el caso al Poder Judicial y todo el proceso puede tomar 10 años más y si resultaara favorable la multa impuesta va en su totalidad a Indecopi, si es que logra cobrar, mientras que el usuario sólo recupera su dinero pero no hay nada por los perjuicios. Ahora si se va al Poder Judicial ahí durara otros 10 años. Estimado columnista estamos en el Perú nadie nos defiende basta leer en este mismo diario que ARAPER esta haciendo lobby para que sigan importando autos con Euro III cuando el mundo ya va en el Euro V…. welcome to the jungle…
Es comprensible que haya un sentimiento de incredulidad y escepticismo respecto de la posibilidad de voltear la tortilla en el tema de las normas. Nos hemos acostumbrado al incumplimiento. Lo que no debemos hacer es cruzarnos de brazos. Hay que comenzar predicando con el ejemplo. Cada vez que alguien se sume a ese esfuerzo empezando por su propia actitud será un cambio importante. No tiremos la toalla. Saludos.
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