Salvo que se trate de una rentabilidad muy baja o consista en un riesgo muy alto, muy pocas personas -en su sano juicio- rechazarían un buen negocio. Pero ¿qué pasaría si ese mismo negocio implica necesariamente un comportamiento “cuestionable”?
Vamos con un ejemplo: su empresa tiene un servicio de interés del Estado; entonces un funcionario público toma contacto con usted y le propone ser proveedor de la entidad estatal con una “pequeña inversión” del diez por ciento del contrato. En buen castellano, ese funcionario le propone el pago de una “coima” para que el negocio sea suyo. ¿Cuál sería su decisión?
El riesgo de obtención del contrato es equivalente a cero. El mismo funcionario contratante le está ofreciendo la oportunidad. El riesgo de ser descubierto, en coyunturas como la nuestra, es también bastante bajo (salvo que alguien que sepa de toda la historia detrás, le delate). Incluso, siendo descubierto, los riesgos de ser juzgado o sentenciado son también escasos.
No es necesario tampoco que el negocio tenga características estatales. En las corporaciones privadas, a menudo, la política comercial se desentiende de cualquier examen ético; es decir, ni siquiera se analiza si nuestra venta puede determinar algún comportamiento no ético. Casos de ejemplo a nivel mundial, sobran (Volkswagen, Wells Fargo, etcétera).
Todas las empresas privadas buscan lucro y eso no tiene nada de cuestionable. Es lógico y coherente que la política comercial consista en vender todo lo más posible. El punto central, en ese contexto, está en identificar cuál es el límite para aceptar negocios; solamente hacerse la interrogante ya es un gran avance.
Si le proponen tratos con características como las descritas arriba, existen tres opciones: aceptar, rechazar o, simplemente “hacerse el loco” y esperar a que un tercero subordinado decida (con un mandato implícito de aceptar, por supuesto). ¿Qué haría usted?
Están todos los lectores cordialmente invitados a comentar este artículo en el foro. Y si desean tener una comunicación más personal y directa conmigo, pueden escribirme a mi correo electrónico: eherrera@escudoazul.pe
COMENTARIOS
Como .el GSP, que paso de costar US$ 1,334 millones con Alan a US$ 7,500 millones con Humala, asegurandole al ganador un ingreso diario de US$ 1.4 millones, USS$ 500 millones al año con un contrato a 20 años, transporte o NO transporte gas y pagado por Electroperú (o sea todos los peruanos).Negociazo.
Si hacemos una lista de negocios ilícitos altamente rentables con el sector público, seguramente sería interminable. El punto es cómo terminar con ese modus operandi. Muchas gracias por participar.
En el mundo de los negocios, existe la idea de la compensación. Con los clientes, por el hecho de consumir nuestros productos o utilizar nuestros servicios y con los proveedores por el hecho de proveernos de los productos que necesitamos para vender o la información necesaria para prestar nuestros servicios.
En mi opinión, si quiero tener buena trayectoria y buena imagen en el mundo de los negocios, de ninguna manera aceptaría recibir una coima ni otorgar tampoco. Prefiero el dinero limpio e imagen intachable, pues a la larga eso me garantiza éxito total.
Muy buena reflexión, estimado Juan Francisco. Ojalá cada vez más hombres de negocios piensen como tú. Saludos.
Yo no puedo vender al estado, todos los sectores piden 10%, no es asi
Estimado Luis: te sugiero participar en las convocatorias y si te consta algo irregular por parte de tu competencia (por ejemplo, precios por encima del mercado o calidad menor a la solicitada) tienes derecho a observar el proceso. Además, si bien es cierto lo del 10% es una práctica generalizada ello no significa que en todas las compras estatales se aplique la coima. Existen funcionarios honestos que llevan los procesos en forma correcta. Saludos.
Excelente post estimado Eduardo; sólo existe corrupción si hay corruptor y corrupto o viceversa.
Se critica y culpa en gran escala a los funcionarios públicos (que son una parte), pero al privado que acepta o propone a ese no se menciona o muy poco en todo caso.
Y finalmente nunca hay sanción, o lo que está de moda, prisión preventiva y luego no hay sentencia…nunca la hay (o será como el 0.000001% de los casos). Y la respuesta de las instituciones cuando pasa, “son casos aislados”. Es una verdadera lacra institucionalizada, ya no hay verguenza…por el contrario es premeditado y en organizaciones….y luego todo queda en nada.
Ejemplo de escándalo que quedará en nada en nuestro país…aún cuando el responsable de Odebrecht Perú se acogió a la dilación anticipada (es decir, acepta la corrupción y por eso declara). Y el poder judicial…que hace…también recibe la suya y todo queda en nada…entonces ya no son 2 los actores…hay otro más, ojo. Para reflexionar, si Ud. incumple por alguna razón con el pago de su deuda a una institución financiera, que le sucede…VA A INFOCORP, y luego que pasa, muerte financiera, y no solo financiera, también LABORAL, pues nadie le dará trabajo. Y esto ocurre no porque todos sean vivos, sino porque en el mundo no solo hay ganadores ESTIMADOS.
Muy gentil por su atención y propiciar el debate, y haber si se logra reducir esta brecha.
Muchas gracias por participar, Carlo. Y es cierto, los actos de corrupción tienen al menos dos partícipes: el corrupto y el corruptor. Y hay que tomar y aplicar medidas al respecto.
Es un tema bastante polémico y discutible ya que los valores y principios éticos de las personas es bastante subjetivo, sobretodo en nuestro país donde los índices de corrupción son bastante altos y la cultura de la coima está prácticamente institucionalizada.
Personalmente, yo no aceptaría el negocio. Prefiero dejar de ganar una cantidad de dinero y dormir con la conciencia tranquila antes de ser señalado como tramposo o parte de un círculo vicioso que justamente necesitamos erradicar de nuestras conciencias. Si queremos que el país avance hacia la prosperidad, hay que buscar empezar por nosotros mismos y no ser parte de estos actos.
Totalmente de acuerdo, Juan. Así deberíamos pensar y actuar todos. Muchas gracias por participar.
Obviamente toda empresa tiene que lucrar para mantenerse en el mercado y ser rentable. ¿Pero quién dijo que la razón de ser de una empresa es la rentabilidad o el lucro? La razón de ser de una empresa es satisfacer necesidades y apoyar al desarrollo de la sociedad, el lucro es un efecto de haber realizado una gran labor.
No aceptaría esta opción, pues no es ético; que otras empresas se encarguen si es que eso quieren; además la cultura organizacional la establece (consciente y/o inconscientemente) “la cabeza” de la empresa, por lo que al aceptar este trato deshonesto de alguna manera estaría enseñándoles y mostrándoles a mis colaboradores que estos actos son normales y no traerían consecuencias graves (que es normal); y a la larga prácticamente vendría a ser suicidio.
Gracias por participar, Joseh. Algo que podríamos agregar: que muchos empresarios honestos y capaces evitan participar en los concursos convocados por las entidades del estado, este se pierde la posibilidad de elevar la calidad de sus servicios a los ciudadanos. Saludos.
Excelente Articulo; pero no debemos olvidar que aparte de la ética, los valores. También debemos tomar en cuenta la parte psicológica y moral del individuo, algo importante que se promulgó en este gobierno “La muerte civil”
La muerte civil es una medida importante en la lucha contra la corrupción pero debe ser complementada con otras medidas.
DEJE SU COMENTARIO
La finalidad de este servicio es sumar valor a las noticias y establecer un contacto más fluido con nuestros lectores. Los comentarios deben acotarse al tema de discusión. Se apreciará la brevedad y claridad.