Los limeños estamos enfrascados en un debate, buscamos determinar si es adecuado eternizar el popular “roba, pero hace obra”. El dicho, tan antiguo como el ejercicio de los cargos públicos, está profundamente arraigado en sectores populares como en aquellos de mayor nivel económico, social y cultural. Miembros de ambos se han llegado a convencer de que la corrupción es intrínseca al sistema político que nos hemos acostumbrado a llamar democracia.
La población (al menos la mayoría), tan agobiada por la ineficiencia e ineficacia de las autoridades, está dispuesta a entregarle su confianza a quien le asegure un mejor porvenir, incluso a costa de la seguridad económica y moral de la ciudad o hasta del país. Es como si la amplia vida de la urbe se hubiera reducido a la estrechez del barrio, donde un villano se suele encargar de solucionar los problemas domésticos y personales, e impide ingresar al lugar a otros villanos, tan crueles como él, pero incapaces de solucionar problemas aparentemente pequeños.
Bien vale preguntarnos si esta situación nos ha colocado ante un punto sin retorno, o este es justamente el punto que nos permitirá añorar la moralidad y al desempeño ético de la sociedad. También vale preguntarnos si el villano es el modelo que los limeños queremos seguir. Las interrogantes parecen encaminarnos a un desesperanzador futuro.
No obstante, los propios pobladores contradicen lo anterior al empeñarse por salir adelante con su propia fuerza. De ahí que van creando admirables historias de emprendimiento, alejadas de la subvención, poca o mucha, que le podría ofrecer la escena oficial. Son como la madre del lamentablemente fallecido Facundo Cabral, a quien un presidente de Argentina al enterarse de que era la progenitora de tremendo personaje le preguntó en qué podía ayudarla. Ella, con mucha sabiduría le respondió: “Con que no me joda, basta”.
En el fondo, es como si el peruano, en general, o el limeño, en particular, quisiera entregarle la escena oficial a quien le facilite la vida, aun sabiendo que es alta la probabilidad de que robe para cumplir tremenda tarea, convirtiendo en una consigna el “roba, pero hace obra”. Claro está, lo más importante es que lo haga pero “joder” a nadie, que no le coloquen más piedras a los peruanos de las que ya encuentran en el camino.
En tanto, caminará buscando el ideal, el ejemplo, el modelo a seguir, que en este caso son, sin duda, empresarios como Gastón Acurio, Diógenes Alva, Los hermanos Yaipén, y todo aquel que logró emprender y erigirse como exitoso, al margen de la escena oficial, sin ayuda de los que “roban, pero hacen obra”, de los que “roban y no hacen obra”, de los que “no roban y no hacen obra” y de los pocos que “no roban y hacen obra”.
COMENTARIOS
Jajaja, me hizo reir. Yo estoy del lado de que no roben, y que hagan obras.
Totalmente de acuerdo, Beatriz, siempre hay que estar del lado del que no roba y hace obra. Pero son tan pocos en el país.
La corrupción no es aceptable, menos si se practica por los representantes elegidos o por los funcionarios de gobierno. En un país pobre como el Perú no va a desaparecer la corrupción porque los ingresos y sueldos son insuficientes para vivir una vida digna. Pero la resignación rente a la corrupción y el dicho “que robe pero que haga obra” no deben prosperar. Es necesario continuar con la denuncia permanente de la corrupción mientras se buscan las soluciones para la causa del problema.
Estimado Octavio: la corrupción existe en un país pobre y en un país rico porque esta no está directamente relacionada con la pobreza o bajos sueldos, sino con el comportamiento ético.
Luego de la caída del régimen de Fujimori y la red de corrupción generada durante su gobierno, creo que en esta época ya no es tan difícil demostrar quien roba y quien no. Lo que se debe cambiar es el marco normativo que permite la prescripción de los delitos de corrupción, evitar la temporalidad de las sanciones y por ende la impunidad. Ha habido avances para delitos contra el patrimonio del Estado, pero son insuficientes. Es cierto que todos son inocentes mientras no se demuestre lo contrario, y en ese sentido, se requiere mayor agilidad en los procesos de investigación. La ambición política también pueden permitir la acusación infundada a los rivales que hacen sombra. En ese sentido se debe estar alerta para no poner en un mismo cernidor a inocentes y ladrones.
Estimado, Oscar, lo importante es que los peruanos no hemos perdido la capacidad de asombro y de indignación frente a los actos de corrupción. Lamentablemente, la impunidad sigue latente.
¿Usar al gobernante que robe porque hace obra, porque te facilita la vida? ¿Usar a un gobierno que facilite mi vida, mi iniciativa personal-familiar, aunque robe? tal parece un buen análisis de riesgos del elector-productor-usuario-ciudadano ante la crisis de la certidumbre (la anomia, el inexistente sistema de partidos, de reglas sostenibles)? sabiamente interpretado por nuestro paisa y buen periodista Ricardo Montero. Sin embargo el déficit de Ricardo es que se amarra, sucumbe, se rinde en el escenario de que estemos OBLIGADOS A VOTAR = ELEGIR y no en el de la libertad: el escenario VOLUNTARIO de VOTAR O NO VOTAR. En éste, probablemente la mayoría, paulatinamente, libremente, no elegiríamos a los ladrones, obligados, la mayoría NO VOTANTE tendríamos mayor control, sea o no ladrón quien gobierne, y para que “haga obra” y facilite la vida.
Muchas gracias Héctor Jesús por sus palabras. Estoy de acuerdo con usted: el voto debe ser voluntario. Sin embargo, son los políticos los que tienen que aprobarlo, y no creo que lo hagan porque sentencia su futuro.
El comentario del periodista, no solo es aplicable a la sociedad limeña ya que ese mismo problema se puede apreciar en el resto del pais, debido a que el poblador peruano se esta mal acostumbrando a elegir a cualquier tipo que le ofresca ponerle menos trabas en su camino, sin embargo luego estan reclamando su propia mala desicion, pidiendo la cabeza de sus autoridades a quienes pusieron para dirigirlos y gobernarlos.
Tiene toda la razón, Pavel. Pero eso ocurre porque los peruanos hemos perdido fe en el sistema.
En mi caso particular yo no admiro a quien “roba pero hace obra”, quizás ustedes los idealistas que buscan un mundo perfecto no pisan sobre la tierra. Pregunta: Usted cree que el político que quiere gobernar lo hace por que realmente nos quiere como país , como personas? Por favor!!! Quizás las personas ignorantes en las cuales me incluyo somos más simples, no nos complicamos en pensar así pero que somos más prácticos en llegar a la conclusión de que nadie, repito nadie entra al poder porque nos quiere. Actos de corrupción lo hay en la China USA Brasil, países dizque avanzados. Quizás estén esperando vivir en el paraiso. Lamentablemente buscaremos el mal menoR y basta ya de idealizar un mundo que no existe. Lo cierto es que debemos mejorar el sistema afinar detalles.
Estimado Arnaldo, me felicito por coincidir contigo, porque tampoco admiro a quien “roba pero hace obra” y creo en la gente de a pie, como llamamos a quienes marchan en la vida en base de su trabajo honrado. Ahora, en cuanto a la pregunta que planteas, tendría que decirte que los propios políticos han destruido su comportamiento ético, de ahí que no confiemos en ellos. Saludos
Es cierto, hasta en las sociedades más avanzadas hay corrupción, sin embargo, lo que no se dice es que en esas sociedades la impunidad es menor, es decir hay sanción para el corrupto que es “pescado”, China es un buen ejemplo, últimamente han sancionado a líderes del Gobierno con penas muy severas. Por otro lado es también un problema “cultural” pues en algunos países del Oriente Medio, léase países árabes y algunos países seguidores del islam (siendo cosas distintas) donde las condenas llegan a nuestro entender a ser “brutales” (corte de una mano, por ejemplo, este tipo de penas disuasivas tienen un efecto positivo. Nosotros que venimos de una cultura occidental y con origenes bastante ibéricos, primordialmente español (país rezagado entre los de la UE, acaso otrora reino (saqueando la riqueza de sus colonias), hemos sido formados de una manera equivocada, léamos un poco a los cronistas de la colonia, y mejor aún para no ir tan lejos. LEAMOS A MANUEL GONZÁLES PRADA EN SU OBRA CUMBRE Y VIGENTE “CIEN HORAS DE LUCHA”,
saludos, Lukas.
Isaías, yo no tomaría a China como un buen ejemplo, porque si bien es cierto que castiga, hasta con pena de muerte, a implicados en corrupción, son muchos los militantes del Partido Comunista que siguen actuando con mucha impunidad.
Son tan pocos los que no roban y hacen obras , que ya ni existen por que el mismo pueblo lo cambia por un corrupto para que los beneficien mejorando su barrio o por que le regalan fideos o viveres .Lamentable
Gracias por escribir.
Señor Periodista:
Como resultado de una falta de Filosofía válida de nuestro pueblo, la cual se fundamente en bases morales sólidas, ha reemplazado este vacío la torpeza, ignorancia e ignominia con la deleznable “criollada” o “Viveza”, tan tolerada e impulsada en los sectores populares de nuestro País; sin embargo ello, también revela el fracaso de nuestros intelectuales, para guiar a nuestro país por la senda de lo correcto y los valores morales, que permanecen en el tiempo, contra los antivalores que contrariamente no perduran, llevan al fracaso, pobreza mora, desmoralización y autodesvaloración. por ello, muchos peruanos no se sienten con derecho al exito. Se requiere liderazgo y desechar los antivalores; solo así el Perú tendrá oportunidad de Desarrollo y Progreso sano y limpio y el Peruano andará con la cabeza alta y no avergonzado como ahora, por haber transitado por la caminos extraviados que nos han llevado a la delincuencia, corrupción e inmoralidad que debemos desterrar. para ello hay que erradicar la delincuencia, la criollada, la inmoralidad, que son taras que debemos dejara atras, por el bien de nuestras nuevas generaciones.
Tiene razón, estimado Jorge, los peruanos deberíamos esforzarnos para desterrar a la “criollada” y a la “viveza” de nuestra cultura. Eso lo lograremos con más educación y mayor tolerancia. Anota usted bien cuando dice que esos malos hábitos disminuyen nuestra autoestima.
A nivel del país habría que hacer estadística bajo estas consignas que ya se hicieron populares en el trajinar del pueblo por ejemplo que porcentaje de autoridades o funcionarios “roban pero hacen obras”; que porcentaje de los que “roban y no hacen obras”, que porcentaje de los que” no roban y no hacen obras “y por ultimo estadisticamente debe ser mínimo de los que “no roban y hacen obras” . Llego a una conclusión por mas que el funcionario publico o el elegido por el pueblo tenga una buena remuneración en nuestro país la corrupción siempre llenara los titulares de los medios de comunicación.
Estimado Enrique, esperemos, como usted acertadamente comenta, que cada vez que se descubra un acto de corrupción genere titulares en los medios de comunicación, porque lo peor que nos pueda suceder es mirar con indiferencia la corrupción.
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