Conforme las semanas pasan, las promesas electorales aumentan. Ya es parte de nuestra historia que los candidatos ofrezcan cada vez más y digan “lo que la gente quiere escuchar”. Sin embargo, como electores debemos separar “lo que se quiere y desea hacer” de “lo que se puede hacer”. Ninguna lista es exhaustiva y no pretendo que esta lo sea, pero ahí van algunos hechos referidos a la economía peruana y que quien gane las elecciones deberá enfrentar:
En primer lugar, si algo caracteriza a la economía peruana hoy, es el aumento en el precio del dólar y como consecuencia de ello, al menos en parte, la cada vez mayor inflación. No hay ninguna señal que nos haga pensar que ambas tendencias se van a revertir en el corto plazo. La pregunta es: ¿qué harían los hoy candidatos con el tipo de cambio y la inflación, en caso de llegar a ser gobierno?
En segundo lugar, la posición externa negativa. Con el objetivo de simplificar la idea, lo anterior significa que el país importa más de lo que exporta. Entran menos dólares de los que salen. ¿Qué hará el nuevo gobierno para enfrentar la situación? ¿Cómo aumentará las exportaciones si sabemos que el 80% son tradicionales, cuyos precios dependen de los mercados externos y no de lo que pase dentro?
En tercer lugar y más allá de los problemas de medición, sabemos que la desaceleración continuará al menos un par de años más. Crecer a un menor ritmo implica una elevación de los ingresos tributarios más o menos, en la misma proporción. ¿Cómo el gobierno que se instalará el 28 de julio cumplirá con sus promesas si “tendrá menos dinero en caja”? ¿De dónde saldrá el dinero? Recuerden que los problemas comienzan cuando las promesas no se cumplen y se arguye que “no se sabía lo mal que estábamos”.
En cuarto lugar, la posición fiscal es negativa. Sin entrar en tecnicismos esto significa que el gobierno ha venido gastando por encima de sus ingresos y la diferencia se cubre con deuda (externa o interna). ¿Qué decisión se tomará respecto de este punto? ¿Habrá un ajuste para gastar menos?
En quinto lugar, sabemos que la electricidad viene subiendo de precio y que la caída en el precio del barril del petróleo no se refleja en una mayor caída de la gasolina. ¿Qué hará el triunfador de las elecciones al respecto?
Son solo algunos puntos de una larga lista. La cuestión es la siguiente: ¿cuál será el plan de corto plazo a aplicar a partir del 28 de julio de 2016? Hasta ahora solo escuchamos enunciados gaseosos más relacionados con el largo que con el corto plazo. Pero lo que hay que hacer es actuar de manera inmediata. Si decidieron ser candidatos es porque tienen un equipo que sabe qué hacer. ¿Podríamos conocer al equipo en materia económica de cada uno de los candidatos? ¿Quiénes serían sus ministros de economía y presidentes del banco central? Puede agregar, estimado lector, muchas preguntas más.
COMENTARIOS
Me arriesgo a formular una: El BCR acaba de elevar la tasa de referencia a 4,25% propiciando un alza de las tasas para los créditos otorgados por los bancos, en un contexto previo de expansión crediticia, ¿no es de esperarse que se eleve la morosidad bancaria y con ello el riesgo crediticio y el riesgo país? Qué dicen los candidatos al respecto?
Carlos, coincido contigo en que los aspirantes al sillón presidencial deben presentar a sus equipos económicos principalmente, así como a los que manejarán la política de seguridad en el país. Esto podría desnudar a muchos improvisados.
Saludos
Estoy casi seguro que estos temas no lo abordarán, por que la solución racional sería un mensaje en contra de su campaña. Lo que se espera sería políticas keynesianas para “reactivar”, como la que está manejando el Frente Amplio, quieren bajar la tasa de interés, porque otros países lo han hecho, pero desgraciadamente tampoco se reactivan. Solamente se reactivan aquellos que hacen consolidaciones fiscales, es decir reducen sus déficit fiscales, es decir, aquellos países que están dando un mensaje claro a sus ciudadanos para los siguientes años, no les colocarán más impuestos. Otros candidatos están hablando de controlar precios y tasas de interés, sería fatal para el Perú en el mediano plazo. En realidad estos temas que propones Carlos son de vital importancia, pero lo pasarán por agua tibia. Sin embargo PPK en su programa dice que bajará los impuestos, pero dudo que lo haga en el presente año e incluso en el próximo año, esperará que se consolide la reactivación, después tratará de cumplir con su promesa
En mi opinión lo que tienen que hacer es poner en ejecución firme en el primer año un Programa de Austeridad serio y responsable. Está comprobado el aumento del gasto corriente en niveles discordantes con el crecimiento de la economía. No al aumento de Ministerios ni nuevas oficinas públicas hasta conocer cual es el verdadero estado de las finanzas públicas. En paralelo apoyar fuerte y sostenidamente lo que genera moneda extranjera para el país: las exportaciones en general pero sobre todo las de mayor volumen. El dólar va a continuar fuerte y allí ya tienen las exportaciones un importante factor favorable. Otro es el costo de la energía, que aun resulta competitivo. Otra cosa impostergable es la supresión de las tasas impositivas a las importaciones de alimentos, lo que es un verdadero atentado contra los ciudadanos. En síntesis, gastar con cuidado y captar divisas. Esto sería aplicable en el corto plazo. El fantasma de la reducción de los precios de los commodities no tiene porque paralizarnos. Acaso Chile, por ejemplo, reduce su producción de cobre (y son los mayores en el mundo). Peru tiene ventajas competitivas que ofrecer a la gran inversión minera y debe explotarlas al máximo.
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