2020 es un año electoral en los Estados Unidos y Donald Trump va por la reelección. Si analizamos un aspecto de su gobierno, Trump siempre ha tratado de unir a los ciudadanos en torno de un enemigo común; primero fueron los inmigrantes cuya manifestación fue la obsesión por un muro divisorio con México. Agotado el tema, siguió con China a quien culpó de todos los males de la economía estadounidense e inició la guerra comercial. En la medida que el tema parece estar encaminado a una solución, aparece el tema de Irán.
¿Cómo impacta el conflicto sobre la economía peruana? Lo que se observa es que el problema está escalando hacia una mayor tensión geopolítica, en la que se combinan amenazas y hechos reales, como el asesinato del general iraní Soleimani y la respuesta de Irán, que bombardeó bases militares estadounidenses en Irak. Trump refiere que tiene 52 objetivos en Irán.
Dicho esto, queda claro que una solución rápida está fuera de le mesa. El conflicto tiene para rato. En esas circunstancias, los inversionistas tienden a refugiarse en activos considerados seguros, como el oro, cuyo precio está subiendo y asumo mantendrá la misma tendencia a lo largo del año. En paralelo, en América Latina el activo refugio por excelencia es el dólar, con lo que se puede avizorar una tendencia hacia la elevación del tipo de cambio a lo largo de este año. Por lo tanto es esperable que a lo largo del año existan presiones al alza del dólar. Irán es el segundo productor mundial de petróleo, por lo que se espera, como se está viendo, un aumento en su precio. Finalmente, las tendencias anteriores generarán una desaceleración de la economía mundial. Las proyecciones realizadas en diciembre quedan fuera de juego, tanto a nivel internacional como para el Perú. Habrá que ajustarlas a la baja.
Estos impactos coinciden con el inicio de la solución a la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, que sin duda favorece al Perú. El 15 de enero se firma la denominada fase 1 que implica reducir aranceles a un grupo de productos. Le seguirá la fase 2 que ya es más difícil pues incluye bienes tecnológicos. Todo esto es clave para Perú, pues de seguir la tendencia, llevaría a un crecimiento algo mayor de ambas potencias que mueven la aguja del mundo hacia un mayor crecimiento.
¿Qué efecto prevalecerá? ¿Se mantendrán los avances en la solución de la guerra comercial? ¿Seguirá escalando el conflicto de medio oriente? Si como parece, este último predomina, 2020 será un año complicado.
¿Muy pesimista? Espero estar equivocado, pero es lo que veo. Si le sumamos la incertidumbre política por el nuevo congreso y el hecho que 2020 es un año prelectoral, entonces tenemos una mezcla explosiva. Las proyecciones oficiales de crecimiento apuntan a 3.8%; no creo que se cumplan. Tendremos un crecimiento menor, en torno de 2.8% o menos. Espero equivocarme.
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