Somos muchos los admiradores del vino. La vida nos lleva por caminos en donde experimentamos sensaciones nuevas y diferentes. Cada pueblo o ciudad produce una bebida que proviene de la uva, por eso es importante que en cada viaje busquemos qué uvas se trabajan o son típicas de la zona. Hay casi 5000 variedades de cepas en el mundo entre tintas y blancas. Muchos crecemos con marcas o etiquetas nuevas, llenas de historias o cuentos con las que nos identificamos  y nos llenan de recuerdos. La belleza de un vino radica en cómo te transporta o cuánto te hace sentir.

Yo amo mi país porque me ha dado muchos logros, he podido llevar mi carrera a distintos puntos cardinales del planeta, estudiando de vinos o trabajando para él. Pero saben qué? Estando allá siempre he querido regresar a mi tierra, nuestra cultura es única y la extraño, si es que pasa mucho tiempo y no me tomo una buena leche de tigre,  un ají de gallina o un arroz con pollo puedo desmayar. En los últimos años la buena mesa peruana ha ido marcando tendencia más y más, exigiendo al lugareño que aprenda lo nuestro, que valore más nuestra sazón. Un gran vino para adornar nuestros platos es super importante, el detalle está en cuál.

En este rincón del vino siempre posteo grandes vinos que me parece importante que se muestren, que se expongan. Porque guardan algo muy especial, su calidad inigualable por encima del precio. Hoy le toca a mi vino peruano. Todos los vinos son buenos, va a depender mucho qué te enseñaron a beber desde joven para que tus sentidos se dejen llevar y la experiencia gustativa se arraigue a tus papilas con un si o con un no. He probado en más de 17 años miles de vinos, recuerdo que antes de empezar la carrera solo había probado un par de vinos, de joven bebía un vino fresco y juvenil Californiano llamado Nightrain Express con mis compañeros del skateboard y del arte. Nos amanecíamos en lo que antes era el bar Bizarro en mi distrito de Miraflores bebiendo de este juvenil rosé perfecto y sin imaginar que bebería luego a mis 19 años vinos de hasta 5000 dólares.  La vida da vueltas, lo que antes bebías va madurando también, te vuelves más exigente, mas detallista y más práctico. Contantemente quieres lo mejor, pero tus raíces te hacen regresar y valorar lo tuyo.

El mejor ejemplo es lo que me sucedió hace unos años con un cliente que quise mucho. Cabeza de unas de las familias más empresariales del mercado peruano, exitoso y con un largo legado entre nosotros. Lo atendí muchas veces mostrándole las bondades de su Pisco en diversas formas y experiencias, a él y a sus clientes.

Algo que se estila desde hace mucho tiempo, el maridaje. Uníamos varios tipos de uvas Pisqueras  servidas a temperaturas de 10 y 13 grados con platos peruanos, la familia musical Ballumbrosio presentaba luego del maridaje un sensacional espectáculo para los presentes,  deleitándose con nuestro sonido regional. Un maridaje completo visual, olfativo, gustativo y auditivo.

Entre tantas de éstas catas y maridajes de Pisco, un día don Pedro me pide que sirva el vino.  Don Pedro me dijo: “ tengo un rico vino que ya se está temperando, debe estar listo puedes traerlo, sírvele a todos por favor Josesito¨  Siempre todo había sido a través del mundo del Pisco con él y sus empresas. Un conocedor como don Pedro que yo sabía muy bien que bebía vinazos fuera de serie, yo era su fan, pero esta vez iba a descorchar vino para él. Iba a ser un honor muy especial.

El vino que encontré en ese frío fue una gran feliz sorpresa. No podia creer que pudiendo beber el vino que quisiese él bebía un vino tan joven y tan del Sur del Perú. Demostrando que puedes probar vinos de todo el mundo, que en tu país bebes lo que sale de tu tierra, multiplicando así la pasión por el Perú a los que te rodean. Respeto empresarial.

Esta bodega peruana Chinchana, fundada en 1897. Alrededor de los años 30`s es en que la empresa es adquirida por la familia Rotondo, con una larga tradición agrícola y que hereda una técnica para la producción de vinos producto de su ascendencia italiana.

El crecimiento de la empresa fue constante y a un ritmo vertiginoso al punto que en su apogeo lograron tener una infraestructura con tecnología pionera en el Perú; sin embargo, a mediados de los años 60`s, un gobierno militar expropia las tierras de todos los empresarios agrícolas peruanos desbaratando todo el esfuerzo y experiencia obtenida a lo largo de más de 70 años de trayectoria.

Es así como a partir de finales de los años 70`s, al final del gobierno militar, empieza un largo y ardoroso proceso de reconstrucción que comienza con la adquisición de tierras para sus viñedos, ampliación de infraestructura de Bodega y tecnología acorde a las nuevas exigencias del mercado.

En la actualidad, Bodegas y Viñedos Tabernero cuenta con más de 250 hectáreas cultivadas; además, cuenta con una Bodega con más de 10.000 m2, que trabaja con tecnología de punta garantizando la calidad de sus procesos y productos.

Bodegas y Viñedos Tabernero es sin duda la Bodega más importante del Perú con una infraestructura de punta que le permite producir vinos de calidad y atender los requerimientos de mercados muy exigentes tanto nacional como internacionales entre ellos: EE.UU., Suecia, Bélgica, Japón, etc. reportando más del 85% de las exportaciones peruanas de vino durante el 2004 e incrementando desde el año 2000 en más de 100% sus volúmenes de exportación.

Como cualquier bodega del mundo, ha evolucionado de un manera increíble, se a ganado muchísimos reconocimientos internacionales llevando al Perú a miles de kilómetros lejos de aquí.

Así es, ese vino se llama 100 % Cabernet Sauvignon, de Tabernero. Vino peruano, que ya ha madurado lo suficiente para que puedas esperar intensidad, ahumados y la frescura que a pesar de ser una tinta con carácter que nuestro clima adorna posee una estructura muy fina. No es tan pesado como otros cabernet sauvignon.

He buscado siempre un vino el cual pueda beber siempre, que me acompañe para invitar como peruano a otro peruano. Un vino como para todos los días y que me cueste también lo justo. Su precio promedio en el mercado es entre 20 a 25 nuevos soles.

Me cae muy bien el conocedor de vinos que sabe que le falta mucho pero que quiere seguir probando algo nuevo siempre, pero también me gusta el conocedor que ya aprendió a gastar lo necesario para ser feliz al costado de una botella. El valor económico de uno no se compara con el valor histórico que hay dentro. Todo el recorrido que tiene ese vino, los años de aprendizaje, haber encontrado el punto de equilibrio, dándonos el testimonio de su geografía. Este cabernet sauvignon Chinchano tiene eso, se siente lo que el vino peruano está pasando, ha llegado a conocer su terreno, una delicada y digna cremosidad se ha dejado llevar al nuevo mundo del vino peruano.

Muchos clientes siempre esperan otro tipo de vino en el vino peruano, creen que somos Chile y Argentina con sus ciruelas, sus moras o sus pimientas, o que somos España con sus tierras mojadas y su cueros tostados. No, somos Perú, la novedad de la agricultura y sus frutos en mesa hacia el mundo. Chincha es expresión, es calor, es alimento. Vinos frescos, la fruta predomina pero sin tanto tanino, sin tanta aspereza, debemos difrutarlos a 16 grados, siendo tintos.

Si quieres a tu país, prueba vino de todo el mundo, disfrútalo, pero no te olvides de lo tuyo.

Si quieres saber más de este vino y tenerlo en tu cava, búscalo a través de este email. mavila@tabernero.com

Bebamos vino pero no perdamos nuestra esencia magnífica, de dónde somos, quiénes somos. Y que estamos en esta gran mesa  para compartir lo nuestro.