Existe consenso a nivel internacional sobre la importancia de promover una política de acceso a la cobertura universal en salud. El 12 de diciembre del 2012, la Asamblea General de la ONU, durante su 67º período de sesiones, respaldó la cobertura universal en salud como un pilar del desarrollo y la seguridad global. Dos años más tarde, más de 500 organizaciones a nivel mundial lanzaron una coalición global con la finalidad de instar a los Gobiernos del mundo a acelerar las reformas necesarias para asegurar el acceso de todos a servicios de salud de calidad y sin tener el riesgo de caer en situación de pobreza.
En el Perú, en los últimos años se han hecho grandes esfuerzos por incrementar el porcentaje de personas afiliadas a un seguro de salud. Así, según el último reporte de SuSalud disponible, a abril del 2016 el 80.8% de la población cuenta con algún seguro de salud (10 puntos porcentuales más que en el 2013). Este crecimiento se debe principalmente al aumento en la cobertura del Seguro Integral de Salud (SIS), que en dicho periodo incrementó su número de afiliados en más de 35% y hoy asegura a 16.4 millones de peruanos.
Del 20% de la población que todavía carece de un seguro de salud, el 34% se encuentra en situación de vulnerabilidad y debiera ser cubierto gratuitamente por el SIS, mientras que el resto está conformado por población no pobre, en su mayoría trabajadores independientes o con empleo informal. La evidencia de diversos países nos indica que lograr el aseguramiento de este grupo de personas es, precisamente, uno de los principales retos para alcanzar el aseguramiento universal.
¿Qué proponen los planes de gobierno de Fuerza Popular (FP) y Peruanos por el Kambio (PPK) en términos de aseguramiento en salud?
El de FP, en su apartado Oportunidades, nos habla de “garantizar el acceso universal a la atención primaria en salud en todas las localidades del país”, para lo que propone la reinstauración de los Comités Locales de Administración de Salud (CLAS) y el fortalecimiento del primer nivel de atención priorizando la promoción y prevención en salud. Es la única propuesta del plan de gobierno de FP que, aunque indirectamente, se acerca al tema de aseguramiento en salud. Sin embargo, no se menciona qué institución debería garantizar el acceso universal a la atención primaria en salud ni cómo se financiará. El resto del plan en lo referido a salud hace mención a la necesidad de mejorar la gestión del sector, asegurar el financiamiento de las prestaciones de salud en todos sus niveles, brindar oportunamente medicamentos de calidad y reducir la brecha de profesionales en salud.
Por su parte, el plan de gobierno de PPK se refiere al aseguramiento en salud en dos ocasiones. Establece como objetivo de mediano plazo “llegar a una cobertura de 95% de la población con servicios públicos de salud (SIS, EsSalud, sanidades)”. Para alcanzar esta meta, se propone consolidar al SIS como institución clave en el proceso de aseguramiento, establecer un presupuesto proporcional al número de afiliados y aplicar la simplificación administrativa a los procesos de afiliación y atención. Además, se plantea aumentar el presupuesto en salud en 0.5% del PBI cada año. Complementariamente, en el capítulo de reactivación económica, como parte del lineamiento estratégico titulado “Provisión de una seguridad social de calidad”, se propone la universalización del seguro de salud. Para lograrlo se plantea unificar los sistemas de información del SIS y EsSalud con la creación de un Sistema Único de Información en Salud y la Tarjeta Única de Salud.
Si bien el plan de gobierno de PPK es más específico respecto al tema de aseguramiento en salud que el de FP, desde Videnza Consultores creemos que el debate sobre el tema de aseguramiento debería responder a las siguientes preguntas: ¿se va a subsidiar el seguro de trabajadores independientes y del sector informal, o se buscarán mecanismos a través de los cuales estos grupos aporten para tener derecho al seguro? ¿Qué atenciones y servicios se cubrirá, y qué proporción de los gastos en salud estará cubierta? ¿Se buscará tener una cobertura casi total, como la que ofrece actualmente EsSalud, o se propondrá un racionamiento explícito de los beneficios que se ofrecen, como ocurre en el SIS?
Teniendo en cuenta que el aseguramiento universal en salud es una política nacional, consideramos que el Estado debería garantizar al 100% de la población el acceso a un plan básico de salud, como el ya existente Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS). A partir de este punto, el Estado debe evaluar los mejores mecanismos para ampliar la cobertura en salud, teniendo en cuenta criterios de eficiencia y equidad.
Finalmente, como ya hemos insistido en este espacio, no debemos olvidar que la sola afiliación a algún seguro de salud no debe ser considerada un fin en sí mismo, sino un medio para efectivamente lograr la cobertura universal en salud. En ese sentido, los esfuerzos del próximo Gobierno deberían estar orientados también a cumplir con las garantías ya reconocidas en la Ley Marco de Aseguramiento Universal en Salud; es decir, a garantizar el acceso de todos los peruanos a atenciones de salud oportunas, de calidad y con protección financiera.
Escrito en colaboración con Nicolás Besich, Videnza Consultores
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