La semana pasada el presidente ejecutivo de la empresa consultora más grande del país salió en defensa de la tecnocracia. En el decano de la prensa nacional anotó que hay una visión equivocada que le asigna como única función la de preservar el modelo económico y el statu quo. Asimismo, que es falso atribuirle insensibilidad a las demandas sociales y despreocupación por lo institucional. Para él, esta tecnocracia que condujo las riendas de la economía contribuyó a que el Perú actual sea mucho mejor para vivir que hace 27 años atrás.
Efectivamente, nadie podría discutir que la situación económica actual es superior a la de 1990. La magnitud de los desequilibrios macroeconómicos de esos años tuvo un serio impacto negativo en los niveles de empleo e ingresos de la mayor parte de la población. Sin embargo, acudiendo a algunos de los componentes de la pobreza multidimensional (población sin desagüe) todavía al menos un 35% de la población sigue viviendo en condiciones precarias y a los cuales habría que sumar otros grupos vulnerables que se hicieron visibles con el fenómeno del niño costero.
A pesar de lo avanzado, esto no significa que el rumbo y contenido de las políticas deba mantenerse incólume. Hay que realizar los ajustes que sean necesarios. Asimismo, no hay que olvidar que la tecnocracia pura no existe y menos en el campo de los economistas. En la ciencia económica coexisten diferentes teorías o paradigmas. La realidad (y su transformación) dependen del lente que se utilice. Tenemos economistas neoclásicos, monetaristas tradicionales, keynesianos, postkeynesianos, ofertistas, entre muchas otras escuelas, donde los diagnósticos y recomendaciones de política son diferentes. Hay que ser conscientes y transparentes con la filtración de juicios de valor.
No hay que pecar de inocentes. Los tecnócratas que nos dirigen desde los años noventa se alinean dentro de la economía estándar. Esos que atribuyen todos los males a los costos laborales, la tramitología y los conflictos socio ambientales. Los que no creen en el Estado, por lo cual sólo evalúan los costos de la carga regulatoria más no sus beneficios. Los mismos que creen que Cofide, Sedapal y Petroperú son inútiles. Que la remuneración mínima vital es un sinsentido ya que todos tenemos el mismo poder en el mercado. Los que postulan que la acción individual conduce siempre al bienestar social. Aquellos que afirman que no es necesario regular ex ante las fusiones y adquisiciones empresariales a pesar de la abundante evidencia internacional en contra. De los que piensan que una asociación pública privada es siempre superior a la inversión pública siendo innecesaria la utilización de un comparador público privado. En realidad, mucha ideología barnizada de análisis técnico.
COMENTARIOS
Lo que manifiesta el economista Germán Alarco es la purísima verdad. Sólo que olvida que éstas son las décadas de mayor corrupción y de entrega de nuestros recursos. No acuso a nadie pero hay una gran coincidencia. Y como dice AG, en política no hay casualidades.
Estimado José: muchas gracias por el comentario. Efectivamente, la corrupción fue muy elevada. Habría que actualizar el libro de Alfonso Quiros. El desafortunado premio mayor reciente se lo lleva el gobierno de AF; de ahí AG y AT. OH parece estar después.
Saludos cordiales, G.A.
CONSIDERO QUE TAMBIEN TENEMOS QUE SER SINCEROS QUE ESTOS MISMOS TECNOCRATAS IDEOLOGIZADOS SON TAMBIEN PARTE DEL GRAN PROBLEMA DE TRAMITOLOGIA, CORRUPCION, SE DEMOSTRADO QUE HAN CREADO NECESIDADES PARA SUSTENTAR LOS GRANDES NEGOCIOS, CON LA DISTANCIA QUE AMERITA TENEMOS CLAROS EJEMPLOS DE COMO CON MUCHO MENOS SE HAN HECHO OBRAS EN ECUADOR Y BOLIVIA QUE HAN DADO MEJOR RESULTADOS. CON LOS INGRESOS QUE TIENE NUESTRO PAIS, ES PARA HABER HECHO MAS OBRA. MIENTRAS TANTO SE VAN CUBRIENDO PUESTOS CON LOS MISMOS PERSONAJES, SINIO VEAMOS LOS NOMBRAMIENTOS DE ESTOS TECNOCRATAS QUE CONTINUAN DANDO VUELTA SOBRE LAS MISMAS EMPRESAS Y SON ELEGIDOS GOBIERNO TRAS GOBIERNO.
Estimado Jorge: muchas gracias por el comentario. Desafortunadamente tienes razón. Se les pinta de tecnocrátas, que en realidad son a medias. Hay muchísima ideología, negocios en marcha (puerta giratoria), se hacen los inocentes o se hacen de la vista gorda. Las razones para esos “errores tecnocráticos” son diversos. Saludos cordiales, G.A.
A pesar que en los diferentes procesos de elecciones que hemos tenido desde Alejandro Toledo la población se ha manifestado por algunos cambios en la conducción económica del país, incluso cuando salió elegido Ollanta Humala la población fue más enfática para que se produzcan dichos cambios, pero siempre el Ministerio de Economía se ha mantenido imperturbable, allí quien elige es el IPE, desde hace 27 años se mantienen la misma escuela neoliberal; al día siguiente de culminada la elección el Presidente electo recibe una andanada de mensajes desde todos los ángulos gremios empresariales y El Comercio para que mantenga inamovible el régimen económico, la ideología se impone y es la Tecnocracia enquistada no solamente en el MEF también en el BCR.
Estimado Luis: muchas gracias por el comentario. A pesar de lo que se diga es el MEF y el BCRP quienes gobiernan la economía del país. Efectivamente, Apoyo y el IPE han estado detrás de todos los cambios. Saludos cordiales, G.A.
Decir que la situación del Perú es mejor que hace 27 años es, creo yo, una perogrullada. ¿ Es que acaso se esperaba el estancamiento o el retroceso, en términos de progreso económico, durante este lapso? Hacer de esta perogrullada una virtud de los tecnòcratas es una pretenciòn vana que solo contribuye a elevar la presunciòn narcisista de los mismos. Es vana en razón de que, tal como ya lo dijo Ricardo el economista de la producción por excelencia, no es la producción, si no la distribución el verdadero tema de la ciencia económica.
Nuestros tecnòcratas, específicamente los economistas, parece que han olvidado que la Economía es una ciencia social cuyo principal objetivo es la consecución del bienestar social en un planeta cuyos recursos son finitos. De lo contrario se ruborizarían de ver que la desaprobación de los resultados de las gestiones de Toledo, García y Humala, fue mayor al 60% ( de Fujimori basta con recordar el papel ignominioso que cumpliò el titiritero Montesinos).
Apelar a sesgos subjetivos e irracionales para explicar tal desaprobación es sumergirnos en la teoría del caos, en cuyo contexto los economistas devienen en chamanes y sus anàlisis y prospección resultan inùtiles.
Cordialmente:
G. D.
Estimado Gilbert: muchas gracias por los comentarios. Efectivamente, como señalas, es una cuestión obvia que estemos mejor que en 1990. Respecto a los economistas, no nos metas a todos en el mismo saco (¡ja,ja!). Creo que te refieres a los estándar, cuyo fundamento es la economía neoclásica.
Saludos cordiales, G.A.
Germán, M. Friedman dijo si priorizas la distribución antes que la producción terminarás perdiendo la producción y la distribución. Los ejemplos abundan en A.L. el caso extremo es Venezuela, después Argentina con los K. y Brasil con Lula y Vilma (Foro de San Paulo) y últimamente, tienes a Chile, paró su crecimiento e incluso aumentó la pobreza y el endeudamiento. Desgraciadamente estos gobiernos priorizaron la distribución y terminaron perdiendo ambas.
Estimado Marcel: muchas gracias por el comentario. No planteo que se haga antes que la preocupación de la producción, simplemente que se realice la mismo tiempo. Efectivamente es un tema delicado que se debe plantear de manera consensuada.
Saludos cordiales, Germán Alarco
Sus afirmaciones son muy realistas. Quisiera comentarle que los tecnocrátas del gobierno, en provincias son vistos como si solo se preocuparan por sus propios intereses, y que para ellos solo existe Lima, como si Lima fuera el Perú. Por ello el interior del país está olvidado, es necesario que los tecnocrátas, viajen y tengan un análisis diferente, para la implementación de sus políticas, y no se olvide de la corrupción que en provincias es catastráofico.
Estimada Carmen: muchas gracias por el comentario. Es una faceta que no había contemplado. Desafortunadamente, muchos de esos “tecnocratas” se alinean con los poderes económicos y políticos, que en la mayoría de los casos no están en las regiones. Saludos cordiales, G.A.
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