Mientras que en el Perú seguimos en el día a día, numerosos países están convirtiendo la crisis sanitaria y económica actual en una oportunidad para dar un salto hacia adelante. Obviamente hay que aprovechar lo que operaba antes de la pandemia, pero la clave estaría en impulsar lo que tiene más potencial en el futuro; no más de lo mismo ni repetir las viejas fórmulas del pasado. El documento aporta elementos útiles para los diferentes partidos políticos peruanos en la próxima campaña electoral.
En esta oportunidad se presenta el plan español aprobado en octubre de 2020, subtitulado España puede. Lo anterior, a propósito que a inicios de diciembre se presentó la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA) que es el componente 16 del mencionado Plan. No pretendemos que se copien las propuestas del gobierno socialista español; sino simplemente mostrar ver en que están algunas de las economías más desarrolladas respecto de lo que hacemos aquí. Desafortunadamente, las diferencias son abismales.
Efectivamente, el tema de la inteligencia artificial, en balance neto para las siguientes décadas, agravaría los problemas en el mercado laboral; sin embargo, también generaría nuevos espacios por aprovechar. En el caso del Perú hay que insistir en la diversificación productiva con un alto componente de ciencia, tecnología e innovación; la transición ecológica y en la necesidad de una mayor equidad en sus múltiples facetas.
Objetivos del Plan
El Plan es un proyecto de país que traza la hoja de ruta para la modernización de la economía española, la recuperación del crecimiento económico y la creación de empleo, para la reconstrucción económica sólida, inclusiva y resiliente tras la crisis de la Covid-19, y para responder a los retos de la próxima década.
El Plan no parte de cero ya que se elabora sobre la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, construye sobre el diagnóstico y trabajo previos, sobre las numerosas medidas aprobadas en estos meses con el fin de mitigar el impacto de la emergencia sanitaria, y representa la continuación del Plan de Choque y del Plan de Reactivación puestos en marcha por el Gobierno.
Según el Plan se trata de acelerar y profundizar el programa de reformas estructurales impulsado por el Gobierno. Se pretende que este va a rejuvenecer el tejido productivo. La base de la apuesta estratégica nace del principio de que la transformación de la economía sea lo primero, los jóvenes deben ser lo primero; por lo que tiene una marcada proyección intergeneracional en la concepción de sus ejes, políticas palanca y proyectos.
Este proyecto refleja una visión de la España del futuro con la mirada puesta en los objetivos país anotados en el cuadro 1. Ojalá en el Perú se revalorará el planeamiento estratégico, al CEPLAN, se trabajara y aprovechara en serio el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional (PEDN).
Cuadro 1. Objetivos país del Plan de recuperación, transformación y resiliencia 2020
Ejes transversales
El Plan se estructura en torno a cuatro ejes transversales: la transición ecológica, la transformación digital, la igualdad de género y la cohesión social y territorial. Estos ejes guian todo el proceso de recuperación, inspirando las reformas estructurales y las inversiones que se pongan en marcha, con el objetivo de recuperar el crecimiento, fomentar la creación de empresas y acelerar la generación de empleo.
Se propone una España verde, digital, sin brechas de género; cohesionada e inclusiva. Al respecto, se señala que la crisis sanitaria provocada por la covid-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de acelerar la transición ecológica, como elemento clave en la fase de reconstrucción. También ha impulsado el proceso de digitalización, relievando sus fortalezas y sus carencias tanto desde el punto de vista económico, social y territorial.
Por otra parte, todos los análisis prevén que la crisis actual tendrá un impacto más negativo sobre las mujeres y los jóvenes. Por último, se concibe de que no es posible lograr un crecimiento económico sólido y sostenible sin cohesión social.
Reducir las desigualdades y lograr un crecimiento justo e inclusivo es fundamental no únicamente por una cuestión ética o de justicia social, sino también de eficiencia económica ya que contribuye a la sostenibilidad del modelo económico al amortiguar la intensidad de los ciclos, aumentar la capitalización de la economía y los ingresos públicos.
Diez políticas básicas
El Plan se estructura en torno a diez políticas palanca por su alta capacidad de arrastre sobre la actividad y el empleo para la modernización de la economía y sociedad: (i) agenda urbana y rural y lucha contra la despoblación; (ii) infraestructuras y ecosistemas resilientes; (iii) transición energética justa e inclusiva; (iv) Administración para el siglo XXI.
Le siguen: (v) modernización y digitalización del tejido industrial y de la pyme, recuperación del turismo e impulso a una España Nación Emprendedora; (vi) pacto por la ciencia y la innovación; refuerzo de la capacidad del Sistema Nacional de Salud; (vii) educación y conocimiento, formación continua y desarrollo de capacidades; (viii) nueva economía de los cuidados y políticas de empleo; (ix) impulso de la industria de la cultura y el deporte; (x) modernización del sistema fiscal para un crecimiento sostenible e inclusivo.
Según ellos esta agenda proporcionará certidumbre y seguridad a los actores privados, atrayendo y movilizando inversiones alineadas con la visión del país a medio y largo plazo. Las diez políticas palanca integran a su vez 30 proyectos o líneas de acción que articulan las diferentes iniciativas prioritarias de reforma estructural, tanto de tipo regulatorio como de impulso a la inversión, para contribuir a alcanzar los objetivos del Plan.
Cada proyecto o línea de acción se centra en un reto u objetivo específico y recoge los proyectos concretos: reformas e inversiones para el refuerzo del capital natural, tecnológico y humano, para aumentar la productividad y el crecimiento potencial generador de empleo. Para todos ellos, se identifican las metas e hitos intermedios, los resultados esperados y el número de beneficiarios, así como el coste estimado.
Gestión del Plan
Como decía C. Matus (1987) las prácticas de gobierno (y por tanto también los planes) fallan generalmente por la cabeza o por los pies. “El proceso de gobierno no puede ser eficaz si su cabeza no orienta ni produce directivas pertinentes a la solución de los problemas nacionales, mientras que los pies caminan lentamente por su cuenta hacia cualquier rumbo”.
Pueden aparecer problemas de diseño conceptual y por otra parte se cree erróneamente que su implantación es un proceso natural y fluido, olvidando que en estos participan un sin número de organizaciones públicas, con dinámicas internas y perspectivas diferentes. Lo anterior, sin mencionar la reacción del sector privado.
En el caso de este Plan se proponen cinco elementos para promover que se obtengan los resultados esperados: relievar la planificación temporal; priorización en diez políticas palanca; colaboración pública y privada; agenda de reforma estructural y un modelo de gobernanza ad-hoc.
La planificación temporal es importante por la movilización de un gran volumen de inversión pública y, en particular, de la aceleración de las transferencias previstas en los nuevos instrumentos comunitarios para el periodo 2021-2023. Asimismo, este Plan se articulará con la ejecución de los fondos estructurales previstos para el periodo 2021-2027.
En segundo lugar, es indispensable la priorización en diez políticas palanca, en aquellas políticas prioritarias que contribuyen al crecimiento sostenible e inclusivo, potenciando la descarbonización de la economía y la digitalización. La colaboración público-privada constituye un tercer principio director indispensable para aumentar la capacidad de inversión de los proyectos y movilizar empresas y agentes sociales.
En cuarto lugar, es preciso poner en marcha una agenda de reformas estructurales vinculadas directamente a la financiación de estas políticas palanca, que incorporen inversiones y cambios normativos para que la acción combinada maximice y acelere el impacto sobre el conjunto de la economía
Mejorar gobernanza
Por último, con el fin de garantizar la correcta ejecución de los fondos se debe articular un modelo de gobernanza para la selección, seguimiento, evaluación y coordinación de los distintos proyectos Al respecto se crea una Comisión para la Recuperación, Transformación y Resiliencia que preside el Presidente del Gobierno y en la que participarán los Ministros de las áreas de gobierno. Asimismo, se constituirá una Unidad de Seguimiento del Plan de Recuperación en la Presidencia del Gobierno.
La colaboración entre el Gobierno y el resto de los actores implicados en la ejecución del Plan debe ser fluida y regular. Para ello se crean o activan varios foros o consejos consultivos de alto nivel en los principales sectores implicados. Se refuerza el diálogo social entre el Gobierno y los agentes sociales, así como con otros interlocutores sectoriales estratégicos.
Se ponen en marcha mecanismos de control parlamentario periódicos a través de la Comisión Mixta sobre ejecución y resultados del Plan. Se refuerzan las capacidades humanas, materiales y organizativas del centro directivo competente del Ministerio de Hacienda y de las entidades para la ejecución/gestión de fondos- Por otra parte, se corregirán los “cuellos de botella” con total respeto a las directivas europeas y a los principios de integridad, transparencia y rendición de cuentas.
Inteligencia artificial
Se concibe que la Inteligencia Artificial (IA) es una de las tecnologías con mayor potencial de transformación e impacto en todas las áreas de actividad productiva. La ENIA cuenta con seis ejes estratégicos. En primer lugar, el impulso de la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación en IA; en segundo lugar, el fomento de las capacidades digitales, el desarrollo del talento nacional y la atracción del internacional; el tercero, el desarrollo de plataformas de datos e infraestructuras tecnológicas que den soporte a la IA.
En cuarto, integrar la IA en las cadenas de valor para transformar el tejido económico; en quinto, impulsar el uso de la IA en la Administración Pública; y por último como un tema importante, el establecimiento de un marco ético y normativo que garantice la protección de los derechos individuales y colectivos, con el bienestar social y la sostenibilidad como ejes.
La puesta en marcha de esta estrategia implica una inversión pública de 600 millones de euros en el período 2021-2023, a los que se añadirá la aportación del fondo Next Tech de naturaleza público-privada y que persigue impulsar el emprendimiento en tecnologías digitales.
Algo Más
En el Perú no solo es urgente lograr la cohesión a través de un nuevo consenso social, económico y político; a la par que se atienden las necesidades inmediatas y se mira al futuro alto y lejos.
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