Hace 3 años compre un auto al cual se le había instalado un tanque GNV para que pueda usar como combustible el Gas Natural Vehicular. Durante el tiempo que use el vehículo en Lima, cada vez que llenaba el tanque pagaba con orgullo y satisfacción por lo eficiente, económicamente hablando, que me resultaba el coche.
Un año después mude hacia Arequipa y una de las ventajas que habitualmente se mencionan al comparar Lima con otra ciudad del interior del Perú, es el menor costo de vida.
Definitivamente en varios rubros hay diferencias importantes y yo resalto por ejemplo la educación, los colegios de Lima son bastante más costosos que los colegios del resto del país, el transporte, porque un poblador de una ciudad del interior del país llega a su trabajo u hogar con menor gasto en combustible y gozan de mejor calidad de vida por menor recorrido y contaminación.
En mi caso y el de toda la región sur no es así, el consumo eficiente de GNV desaparece rápidamente al pasar Ica, donde está el último grifo de GNV.
Desde esa fecha hasta hoy he visto con atención todos los anuncios referentes al Gaseoducto Sur, he visto leyes tales como la ley Nº 29969 para la Masificación del Gas Natural o la ley Nº 29970 que afianza la Seguridad Energética y Promueve el Desarrollo de Polo Petroquímico en el Sur del País, sin grandes avances ya que como todos sabemos con sólo leyes no se logra que las cosas sucedan.
El beneficio económico de la construcción del Gaseoducto ha tenido múltiples evaluaciones. Hay periodistas y analistas muy importantes que han escrito y comentado con argumentos sólidos a favor y en contra de su construcción, la cual con sus 3,600 millones de dólares de inversión, será una de las mayores inversiones en la historia del Perú. (Es equivalente a la inversión en la construcción y remodelación de los 12 estadios que son sede de los partidos del mundial de futbol en Brasil)
En el camino se han elaborado múltiples escenarios, desde la perspectiva de los chauvinistas hasta las más técnicas y hay quienes sostienen que el escenario mundial del gas podría cambiar muchísimo si se masifica el Shale Gas, haciendo menos apetecible nuestro GNV y que es ahora o nunca.
Como lo mencionó continuamente y resalté en el artículo de la semana pasada, soy partidario de hacer antes que no hacer y felicito el avance de Proinversión, felicito a Javier Illescas, su director, que con su equipo están demostrando ser muy “doers” y han tenido un año muy activo, aunque no exento de críticas, ojala puedan avanzar exitosamente y este lunes 30 adjudicar el proyecto “Mejoras a la Seguridad Energética del País y Desarrollo del Gasoducto Sur Peruano”.
Hace 30 años, en 1984 Shell descubre los yacimientos de gas en Camisea, que pese a estar ubicado en un departamento del sur del país, la región no ha podido gozar directamente de sus beneficios, el sistema energético del sur, el polo petroquímico y el abastecimiento eficiente de combustibles traerán seguramente muchos beneficios para la región, suerte Proinversión.
COMENTARIOS
me gusta
Perfectamente de acuerdo es mejor hacer que no hacer, toda la vida nos la pasamos en proyectos y nunca se concretan porque siempre hay detractores mientras tanto todo sigue igual. El progreso se da sobre la base ir allanando el camino es mejor decir me equivoqué haciendo a que nunca intenté nada.
Necesitamos burocracia eficiente y sobretodo liderazgo. Hoy no lo tenemos e impide llevar adelantes muchas reformas. Los estudios quedan guardados en un baul de los recuerdos.
DEJE SU COMENTARIO
La finalidad de este servicio es sumar valor a las noticias y establecer un contacto más fluido con nuestros lectores. Los comentarios deben acotarse al tema de discusión. Se apreciará la brevedad y claridad.