Billy trabajaba como médico en una institución que contaba con una cultura que destacaba por centralizar sus decisiones en lo más alto de la jerarquía y se caracterizada por la imposición de indicaciones de manera unilateral. Gracias a sus años de experiencia, la calidad de su trabajo y su personalidad, Billy era muy valorado por su equipo, sus pacientes y hasta hoy, es valorado por cualquier persona que tenga la oportunidad de conocerlo. Siempre se ha caracterizado por ser una persona sensible y atenta a los problemas de los demás, destacando como un médico servicial, dispuesto a ayudar y enseñar.
Con el tiempo y gracias a su rol y resultados, Billy ascendió en su carrera dentro de esta institución, hasta alcanzar un puesto de jefatura con grandes responsabilidades y un gran equipo a cargo. Hoy es curioso recordar cómo años atrás, en una conversación casual y haciendo referencia a su personalidad, un colega le hizo este comentario: “así como eres, tú no podrías ser jefe.”
¿Qué le responderías a esta persona en la posición de Billy?
¿Acaso sus atributos como profesional, no lo hacen precisamente, un gran jefe y líder?
En mi conversación con Billy llegamos a la conclusión de que “Cada líder es único en su estilo y en la forma de conseguir resultados. Nadie es igual a otro. Necesitamos conocer y abrazar nuestras fortalezas, valores, características únicas y liderar desde ahí, desde la autenticidad.
En el caso de Billy, su sensibilidad y empatía son grandes recursos personales que le permitían personalizar el servicio que brindaba a sus pacientes en consulta y también liderar a su equipo con un gran sentido de ética, justicia y lealtad. Billy lideraba con autenticidad.
Si repasamos nuestra propia trayectoria laboral, podremos encontrar que probablemente en algún momento nos hemos comportado, vestido o hablado de manera distinta para adaptarnos y sentirnos aceptados. Incluso, en un caso extremo, hasta haber cambiado nuestras propias opiniones o convicciones personales para alinearlas con las de los demás.
Hoy te invito a reflexionar sobre dos conceptos a los que hago alusión en el texto anterior: La búsqueda de “pertenencia” y la necesidad de “encajar”
• Pertenecer: significa “ser parte de”, sin cambiar quienes somos en esencia.
• Encajar: implica cambiar algo de nosotros para sentirnos parte.
Al ingresar a un nuevo entorno laboral, es común adoptar ciertos códigos de vestimenta, protocolos, vocabulario, para integrarnos y adaptarnos a la cultura laboral. Sin embargo, es importante hacernos conscientes de hasta qué punto estamos dispuestos a modificar aspectos de nosotros mismos para encajar.
La autenticidad es clave para liderar:
Hace algunos años, al concluir un taller de liderazgo que tuve la oportunidad de facilitar, uno de los participantes se me acercó a comentarme lo importante que había sido para él, tener una visión renovada sobre el concepto del liderazgo y saber que no necesariamente está sujeto a replicar el mismo estilo que predican sus superiores.
Lo que me llevé de esta conversación, no tiene que ver con ir en contra de la corriente ni mucho menos con poner en tela de juicio el estilo de liderazgo de alguien más, tiene que ver con encontrar el propio estilo para guiar a los demás.
Cuando vivimos en autenticidad, nuestra esencia es la que se mantiene constante, mientras que las estrategias, objetivos, equipos, son los que cambian, en respuesta a la dinámica del mercado.
Carl Jung, médico psiquiatra, psicólogo, fundador de la escuela de psicología analítica propuso lo siguiente sobre la autenticidad: “Sólo se volverá más clara tu visión, cuando empieces a mirar dentro de ti. Porque, quien mira hacia fuera, sueña; pero quien mira hacia dentro, despierta”.
Y es que cuando somos capaces de mirar adentro y auto liderarnos, entonces podremos liderar a otras personas, fortaleciendo la motivación y compromiso, creando capacidad en la organización, mejorando la marca empleadora y facilitando el logro de resultados.
Empieza a mirarte:
- Si pudieras definir cómo marcas la diferencia en tu empresa, ¿cómo sería?
- ¿Cuáles son esos momentos en los que te sientes más auténtico como líder?
- ¿Qué situaciones o comportamientos te alejan de esa autenticidad?
Cada líder tiene un mensaje único en el mundo. Qué valioso es descubrir ese propósito y proyectarlo a través de la autenticidad de sus acciones.
Hoy te invito a definir quién eres como líder, ya que de lo contrario, seguramente alguien más lo hará por ti.
Hasta una próxima nota.
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