La coyuntura actual nos presenta un futuro complejo y una realidad nueva para todos. Nos encontramos frente a un escenario único en su tipo, que nos ha tomado de sorpresa en pleno pico de la inclusión en la era digital en la región latinoamericana. Una crisis como la actual, con tal impacto y magnitud de alcance a múltiples sectores, no se compara a ninguna otra vista en años recientes. Es decir, no habíamos enfrentado una situación tan particular, que alterara nuestras rutinas a tal nivel, muchos en toda nuestra vida. Más aún, este hecho nos ha forzado a repensar la forma en la que percibimos al sector digital en general: este pasó de ser una herramienta de búsqueda o fuente de diversión, a ser nuestro puente laboral, informativo, comercial y de comunicación en un contexto de aislamiento social obligatorio.
Según un estudio de Americas Market Intelligence (AMI), dada la coyuntura actual, se espera que para finales del mes de abril el sector de e-commerce haya crecido en un 35% durante lo corrido del año, en la región de Latinoamérica y el Caribe. La proyección anual mucho más significativa. Este es un gran cambio para nosotros como sociedad, tomando en cuenta que en países como Perú y Colombia, por ejemplo, aún existe un porcentaje considerable de la población que realiza sus transacciones con dinero en efectivo. Por esto, podríamos estar presenciando una nueva revolución digital que comenzará en el sector del comercio en línea. Esta noticia, aunque muy positiva, requiere que estemos preparados e informados de las medidas a tomar para asegurarnos de que nuestras transacciones son cada vez más seguras
La realidad es que la relevancia del e-commerce ha crecido y seguirá creciendo cada vez en más sectores de la población. El contexto actual de distanciamiento social favorece este hecho, generando un incremento en la demanda de opciones digitales para poder comprar, pagar, divertirse, trabajar o comunicarse, y esto genera un aumento similar en las posibilidades de ser víctima de un caso de phishing o smishing de datos, estafas virtuales o clickbait engañoso.
Al hablar de phishing nos referimos a una modalidad de robo digital de datos utilizada por los cibercriminales para conseguir que el usuario revele, inconscientemente, información personal, como los datos de su tarjeta de crédito o débito. En línea con lo anterior, también encontramos los pop-up ads o avisos que suelen salir a modo de publicidad en la mayoría de las páginas web que visitamos y que podrían ser formas de anzuelo digital diseñado para atraer de manera fraudulenta al consumidor. Lo que puede permitir el ingreso de malwares o virus que buscan conseguir información privada. Además de estas dos modalidades de estafas virtuales, que son las más comunes, debemos estar alertas ante el smishing que, a través de cadenas en WhatsApp o SMS, busca acceder a información personal. Así, crece la necesidad de incrementar los niveles de ciberseguridad sostenidos por las plataformas de compra y pagos digitales presentes en el mercado online peruano.
Las generaciones millennial y centennial, quienes representan a gran parte de la población activa en el mundo online, son quienes participan con mayor presencia del comercio digital. Según un estudio de Vocalink, el 81% de los jóvenes entre 18 y 35 años en Perú utiliza aplicaciones bancarias en vez de efectivo para realizar sus pagos y transacciones. Así, el 64% de los jóvenes peruanos son parte de los latinoamericanos que más han usado estas apps para realizar pagos móviles, en comparación con otros países de la región. Y 69% de ellos asegura que este tipo de aplicativos les facilitan la vida, en materia de inmediatez y ahorro de tiempo.
En contraste, de acuerdo con un estudio publicado por Mastercard, 29% de peruanos aún siente desconfianza a nivel general de las compras online, el 15% teme ser víctima de phishing de datos, y un 13% siente preocupación por ser estafado. Por ello, es importante ofrecer medidas de seguridad digital a los usuarios y tomar consciencia sobre aquellas acciones que se pueden realizar desde casa para tener transacciones poco riesgosas:
Revisar el enlace de la página que se está visitando para asegurarse de que empiece por “https” y no solo “http” garantiza que el usuario se encuentra en una conexión segura. Evitar caer en la tentación de abrir cadenas de mensajes en redes sociales puede prevenir la entrada de malwares maliciosos a nuestros dispositivos. Y, por último, opciones como el guardado de información de pago en páginas web o aplicaciones de bancos y comercios de confianza puede ayudar al usuario a tener una mayor condición de seguridad con sus datos financieros dentro de las medidas de protección digital impuestas por estas organizaciones. Sin embargo, no se recomienda introducir o brindar tal información a sitios o a terceros desconocidos.
El fortalecimiento de la cultura y promoción de la ciberseguridad son necesarios en el Perú, al igual que en la mayoría de países de la región. Sin embargo, cuidar nuestra seguridad digital es también tarea de todos, y una muy fácil de realizar si prestamos atención a las señales de alarma y somos cuidadosos con nuestra información.
COMENTARIOS
DEJE SU COMENTARIO
La finalidad de este servicio es sumar valor a las noticias y establecer un contacto más fluido con nuestros lectores. Los comentarios deben acotarse al tema de discusión. Se apreciará la brevedad y claridad.