Antes de ayer, fui a ver WWZ (con una chica preciosa que espero lea este artículo). No les voy a contar nada de fondo, solo un detalle de la película, irrelevante en la trama, pero muy relevante como idea. En una parte, Gerry Lane, el personaje de Brad Pitt, le pregunta a un agente de inteligencia, Jurgen Warmbrunn: “¿Cómo es que pudieron prever algo tan improbable como un ataque zombie?”; a lo que Warmbrunn le responde, contándole sobre la “Regla del Décimo Hombre”.
Dado que en ocasiones anteriores el
Gobierno Israelí había subestimado amenazas por considerarlas poco plausibles -pero
que, luego, se habían materializado-, habían decidido crear esta regla, según
la cual: siempre que nueve miembros del consejo estuvieran de acuerdo en algo
de manera unánime, el décimo necesariamente tenía que estar en contra de los
otros nueve (así, en verdad, pensara igual que ellos). Asumir la postura
contraria, significaba contradecir la opinión de los nueve restantes. Dado que
los nueve del consejo pensaban que no había tal cosa como una “epidemia zombie“, el décimo asumió que sí la
había, y comenzó a investigar sobre la base de esa premisa, permitiendo que
Israel construyera defensas, anticipándose al ataque.
¿Por qué les cuento esto? Me pareció una
buena manera de conectar con un tema que me viene fastidiando como una piedra
en el zapato, pero en el ámbito intelectual y moral. Tengo la impresión de que,
en Perú, vivimos algo así como una “tiranía de lo políticamente correcto”. Hay
cosas sobre las que está vedado opinar de manera contraria a la mayoría. Los
temas van desde lo baladí, como la comida peruana; hasta lo política o socialmente
relevante, como nuestras interpretaciones sobre lo que pasó en la época del
terrorismo en Perú y las responsabilidades de cada quien. También abarca
ámbitos como la extensión de las reglas contra la discriminación, la lucha
contra la corrupción o la delincuencia en general, el maltrato a animales, el
cuidado del medio ambiente, la prestación de servicios públicos, la calidad de
las universidades, la prohibición de actividades o productos poco saludables,
las cuotas, etc..
Si creen que estoy exagerando, tomen esta
“perla” de Carlos Carlín,
el cual dice sentirse como un “judío en el holocausto” (con lo desatinado de la
analogía), por no poder confesar que no le gusta la comida peruana (es paradójico,
sin embargo, que el mismo Carlín participara del “callejón oscuro” que le
hicieron a Iván Thays por opinar lo mismo, años atrás). Imaginen, si no se
puede opinar contra la comida, ¿qué pasa con temas políticamente más
“sensibles”? Espero que me ayuden a graficar los casos con sus comentarios -si
hay alguno- a este post. Creo que
sobran ejemplos.
Más allá del detalle, me interesa la
pregunta: ¿tenemos “décimos hombres” en nuestra sociedad? ¿Es obligatorio? ¿Es
deseado? ¿Es si quiera aceptado? El décimo hombre, por definición, dice lo que
la mayoría no piensa. A veces, dice cosas que nos chocan, nos incomodan, nos
ponen nerviosos o furiosos, nos frustran, etc.. Esto, muchas veces – como es
natural- nos hace reaccionar negativamente contra estas personas. La pregunta
es si esto es conveniente o moral.
El décimo hombre, el disidente, el
rebelde, el “jodido”, etc., es uno que puede ayudarnos a avanzar como sociedad.
Puede ver algo donde otros no ven más que sombras. Puede hacernos salir de la
autocomplacencia y la letargia en la que nos veamos sumidos por el conformismo,
la presión por ser aceptados o el miedo de decir lo que pensamos en voz alta.
El décimo hombre, muchas veces -la gran
mayoría de las veces-, está equivocado. Son las pocas veces donde no está
equivocado -sin embargo- las que hacen avanzar a la sociedad. El décimo hombre
es el equivalente social -o cultural- al inventor en el ámbito de la tecnología
o a salir de nuestra “zona de confort” en el ámbito laboral. En una sociedad
que cree que la Historia es lineal y el progreso inevitable, el décimo hombre
nos hace activar el freno de mano y pensar de nuevo el rumbo.
Creo que todos, alguna vez, en nuestros
propios ámbitos, actuamos como “décimos hombres”. Algunos asumen de manera más
insistente -o consciente- ese rol. No creo, sin embargo, que se les esté
tratando con la indulgencia que merecen. Sin querer pecar de poco modesto,
muchas veces en este blog digo cosas
que sé que son contra-intuitivas o contradicen la opinión mayoritaria. Incluso,
podrían equivaler a predecir un ataque zombie,
cuando todos los demás creen que se trata de algo más, como dictaría el
“sentido común”. Sin embargo, pese a no ser experto en muchos temas acerca de
los cuales comento, mi intención no es zanjar alguna discusión, sino solo hacer
dudar a las personas acerca de lo que se percibe como obvio. Mi “juego”, muchas
veces consiste en ser rebelde, contestatario y hasta terco. Muchos, incluso
amigos cercanos, me han calificado como “contreras”. Y está bien que me lo
digan. Si todo el Mundo dice “A”, tengo un impulso a decir “no A”.
Muchas veces, sin embargo, “francotiradores”
de lo políticamente correcto, me han calificado como inmoral, mercantilista o
bruto. Eso pierde de perspectiva el sentido del juego y equivale a una
prohibición social a la existencia del décimo hombre. La sociedad, desde mi
punto de vista, debería, no solo tolerar, sino proteger y alentar a sus décimos
hombres. Deberían, más bien, mirar con desconfianza a aquellos que intentan
callarlos, “preocupados” por el impacto que sus palabras podrían tener en la
manera de pensar de la mayoría.
Independientemente de las motivaciones de
quien lo hace, una cuota de rebeldía contra lo políticamente correcto es
necesaria para hacer avanzar a la sociedad y a la academia. ¿Se siente usted
libre de opinar cualquier cosa aunque sea políticamente incorrecta? ¿Cuál es su
actitud hacia las personas que piensan diferente a usted?
COMENTARIOS
Ese klugar era ocupado hace muchísimos años y para algunos temas por algunos intelectuales -no partidos, que no los hay- de izquierda; luego ellos se han convertido en el conventional wisdom, gente con poco que aportar y aburridísima, cuando no negativa. El tema es que para construir al décimo hombre necesitas de acción colectiva, quién está dispuesto a organizar y activar ese nuevo polo de opinión?
Recién leo esto, ahora entiendo el sentido de tus otros post, la haces bien de décimo hombre.
Excelente el articulo, yo al ver la película también me llamo la atención en este sistema, del décimo hombre.
Hola Oscar, un abrazo desde Guatemala. En la oficina hicimos la misma reflexión sobre la película; investigando un poco llegue a tu interesante pagina y comentarios. Escribí un articulo basándome en gran medida en tus reflexiones, y fue publicado el 4 de Septiembre en el diario el Periódico. Por cierto…también fui al cine con una mujer hermosa… mi hija de 17 años.
Tus comentarios los agradeceré; considero la idea general planteada por Max Brooks, de mucha relevancia; principalmente enfocada a la necesidad en los gobiernos democráticos de incluir decimos hombres; por el simple y llano hecho de ser; democraticos. En mi país el problema del “molesto decimo hombre” es que los intereses económicos chocan con la verdad que estos plantean. por eso son ignorados. sin darse cuenta como bien lo desarrolla la película; que no tomarlos en cuenta… termina finalmente por destruir al propio sistema. que es lo que estamos vivendo en Guatemala en este momento… llegando casi aun punto de quiebre cuyas consecuencias pueden ser altísimas para nuestra sociedad… un abrazo
Tiene usted toda la razón, mi opinión anterior es ajena a la que se refiere en este post, pero si guarda mucha relación con uno anterior en el que usted justifica y felicita la “discriminación buena”, con la cual las aseguradoras pueden -según sus términos- denegar sus servicios a personas diferentes por tener estas otros tipos de riesgos que no son asegurables, porque no son como la mayoría.
No tendría porque tener ira, es la segunda vez que entro a su blog y una de las pocas que escribo en uno, pero al igual que usted hace su función de escribir, el mio como visitante es comentar de manera distinta a la del autor. Creo que al contrario de ira me divierte mucho como usted reacciona agresivamente a mi comentario anterior calificándolo de intolerante y presumiendo que yo tendría que tener algún sentimiento negativo contra su comentario académico.
Lo que yo postulo es que nadie puede ser intolerante, mucho menos las empresas, pues prestan servicios abiertos al público (pues publicitan que son para todos) y no a privados.
Así como no debe existir la “intolerancia buena” tampoco debería existir la “discriminación buena”
muy buenos comentarios del Sr. Camus , aun creo que la regla del décimo hombre se puede aplicar a cualquier ámbito o situacion
Concuerdo con lo señalado por el autor. Las compañías de seguros deberían evaluar que desordenes o que hace distinto al denominado “décimo hombre” a fin de excluirlos de sus coberturas, pues sin duda sus decisiones generan riesgos distintos a los de la mayoría .
Este artículo nos sirve para analizar que existen personas distintas (décimo hombre) y por ello debamos comprender que esto responde a su propia naturaleza. Por el contrario, a las empresas les servirá para aplicar “la buena discriminación”.
Y los que no estén de acuerdo con el pensamiento del “décimo hombre” y valoran la discriminación, pagar a los dueños de las discotecas para identificar a aquellos que piensan distinto y excluirlos del ingreso a su local, seguramente ya será hora de discriminar por la forma de pensar.
Saludos
El #DécimoHombre que va contra la corriente, que consideras -desde la prespectiva contestataria de tu discurso- eres… sería realmente útil, si efectivamente buscara abrir los ojos a los ciegos que han perdido el sendero… como la industria que contamina o atenta contra la seguridad y la salud (pública) de las personas… Felizmente ya, en estos tiempos, expertos como Porter y Kramer lo vienen haciendo… hablando del #ValorCompartido. Sabes qué es? Sé que si.
Estimado Oscar
Primero te comento que yo también fui a ver la WWZ, quiero agregar que esta película es FANTÁSTICA en el mensaje que transmite, lo del ” Décimo Hombre” es solo un mensaje, así como el mensaje final de la película ” El virus esta aquí y tiene infectados a la humanidad en diferentes grados”, así como disparar a la cabeza y no al cuerpo para matar al Zombi, entre otros mensajes MAGISTRALES, que debe ser motivo de un comentario adicional.
Pero con referencia al mensaje del “Décimo Hombre” te comento “QUE SOY UN DÉCIMO HOMBRE”, es cierto hay personas que ven cosas donde otros no ven así como la película, soy un investigador ganador de 14 proyectos consecutivos en FINCYT, en diferentes disciplinas de la ciencia, y gano y seguiré ganando no por que soy INTELIGENTE, ni que tengo un montón de cartones maestrías, doctorados, Ph, etc, solo hago las cosas que otros no pueden ver, el décimo hombre no es CONTRERAS, solo es aquel que mira diferente, que es capaz de ser radical en los cambios, que aplica conocimientos aplicados a la realidad, que siempre piensa con la “LEY DE MURPHY” y que piensa en trascender, es un “EXTRANJERO” así como describe Albert Camus, te pongo un ejemplo como piensa en “Décimo Hombre” para lograr el desarrollo de Perú, el Décimo Hombre lograría hacer el milagro que ni San Martín de Porres puede hacer, hacer uña y carne a los Capitalistas mercantilistas de la derecha y a los ultra izquierdistas en un solo frente, estoy seguro que nunca permitirían lo siguiente; estoy seguro que con un solo artículo de la ley universitaria cambiaría la sociedad peruana, que esta llenos de conformistas , anti patriotas, mercantilistas, corruptos, políticos impresentables , etc, este artículo es el siguiente:
“ARTICULO ÚNICO: SOLAMENTE SE PUEDE POSTULAR AL EXAMEN PARA LA UNIVERSIDAD UNA SOLA VEZ EN LA VIDA, EL EXAMEN SERA ÚNICO PARA TODAS LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS Y PRIVADAS , SERA REALIZADO POR EL ESTADO, EL INGRESO SERA EN ESTRICTO CUADRO DE MÉRITO”
Este sólo artículo, seria suficiente para cambiar la sociedad peruana, solo los mejores llegaran al poder, solo el alto conocimiento dará lugar a miles de “DECIMOS HOMBRES” capaces de ver donde la ignorancia no puede hacer nada. Hijos de capitalistas y izquierdistas incapaces tendrían que ser técnicos de mando medio y aprender a competir para llegar a dirigir los destinos del Perú.
Si tienes la mente del décimo hombre te darás cuenta que así se termina con lastres y taras de nuestra sociedad de gente que no puede mas que aspirar ser un cocinero como gran logro peruano o poner un montón de restaurantes, tiendas con productos importados, o aprovechar la timba del mercado de valores . “La comida peruana nos llevara al primer mundo” mente de gente facilista , conformista, cuida su sueldo, no aporta nada, si hay crisis económica en Perú otra ves seguro lo primero que hace es buscar como llegar como indocumentado a USA o Europa.
Alemania, Japón, China, Corea del Sur, Países Bajos, Australia, India, Israel, Inglaterra y otros, que han perdido dos guerras mundiales, destruidos con bombas nucleares y tsunamis, desérticos, sitiados etc, están llenos de “DÉCIMOS HOMBRES”, y es simple aplican lo que dijo Einsten ” HAY QUE ESTAR LOCO PARA HACER SIEMPRE LO MISMO Y ESPERAR DIFERENTES RESULTADOS”.
Es lamentable ver a un país que estamos en medio de una MEDIOCRIDAD increíble, nuestra juventud universitaria no pueda aspirar o pensar cosas diferentes en el último concurso auspiciado por el BCP para innovaciones llamado “Para quitarse el sombrero” de 4,000 proyectos presentado por todas la universidades del Perú, fueron descalificados 3,500 (todos de comida) , y de los 500 finalistas 496 son de COMIDA, solo 4 de tecnología.
Es lamentable que esta sociedad peruana no tenga el “DÉCIMO HOMBRE” ,acostumbrados a no ver mas allá por cuidar nuestros interese ganados sin COMPETIR, acostumbrados a ganar por el compadrazgo así seas un BRUTO, pero eres el hijo del dueño, del director,el jefe, el político, el amigaso, etc, perdura las taras de generación en generación, así otra ves perderemos la oportunidad de llegar al desarrollo.
Un ejemplo de la película como actúa el “DÉCIMO HOMBRE” es como Brad Pitt observa en medio de la multitud de Zombis, no atacan a los cuerpo enfermos como el niño o el vagabundo que se cruzan en la estampida Zombi. Así es el “DÉCIMO HOMBRE”
Finalmente es el tiempo del “DÉCIMO HOMBRE”, no hay otra
Saludos
Al décimo hombre se le conoce como esquizofrénico (eso es lo que se hace pensar). Yo solo tengo algo muy polémico. Decenas de personas reunidas en una ceremonia religiosa para supuestamente arrepentirse de sus excesos respecto de las prohibiciones que emanan de la doctrina que aman, profesan y defienden con sangre. Termina la ceremonia ritual y protocolar y se inicia una fiesta que termina con escenas extraídas de Sodoma y Gomorra. Por qué el Estado de modo oficial favorece la integración de la nación a ese grupo religioso. Por que el Presidente de la República tiene que ir a un Te Deum y no a una sinagoga como ceremonia oficial o al salón de los “Testigos de Jehová” o a un templo Mormón que son muchísimo más coherentes en beneficio de la sociedad. Por qué el Congreso de la República tiene que condecorar estatuas de ese grupo como si fueran seres vivientes que han actuado objetivamente en tal o cual circunstancia? No hubo y hay terrorismo o huaicos o terremotos o genocidio en Perú? Entonces, de qué modo objetivo esas estátuas y ese grupo religioso específico aunque fueran 90% de ciudadanos predomina y obliga a que los impuestos de los que no están de acuerdo sean destinados a que puedan mantener ese estatus privilegiado? Bendicen todo lo que se les imagina y a diferencia de hace 10 años nada mas ahora tenemos alcohólicos de 11 años, embarazadas de 12, abortos al por mayor y obviamente la fuente “Peras Malogradas”, “Semáforos”, “Ruletas Sexuales” (para niños incluido “perreo salvaje”) “Intercambio de Esposas” los fines de semana con invitaciones en redes sociales hasta formar clubes y por supuesto los “tríos” (auspiciados en las mismas redes como en las discotecas “fichas”); se ha tenido que crear el “feminicidio” porque la violencia ha crecido geométricamente contra las parejas; se han creado y distribuyen adicionalmente a la PBC y el clorhidrato de cocaína, drogas sintéticas como el “viola fácil” y el “éxtasis”; y resulta que si se hace un censo o encuesta, la gram mayoría pertenecen a esa religión privilegiada y demostradamente inmerecedora de tanto privilegio y condecoraciones. En realidad el estado (que es de todos) NO DEBE estar vinculado a institución religiosa ni social ni futbolística alguna.
Hola, yo resumiría a los 9 hombres como conocimiento y al décimo como imaginación.
Un buen artículo Oscar,
lo que puedo decir es que la realidad existe una tensión permanente entre el convencionalismo predominante, que se eleva e intensifican en muchas épocas, en cada década, pero con el tiempo no significa que cambio, sino que evoluciona, gracias a los décimos hombres que asumen el discurso del pensamiento divergente. Saludos desde Lima.
Hola Oscar, te leo desde Panamá. Quizás la escasez de décimos hombres sea la simple germinación de un sistema de educación retrógada. Ese que te dice “tienes que ser diferente al resto”, pero te amonesta si no usas el uniforme.
Esta germinación, claro está, sufre una aceleración cuando el común denominador de la gente establece en su mente que la única forma de educarse es ir a una escuela o a una universidad, y que una vez concluida la jornada inicia el ocio.
Un cordial saludo,
D
Yo personalmente me siento libre de pensar y opinar en mi Perú por los diferentes medios sociales de moda (facebook, twitter, páginas de Diarios, Blogs, etc), y es verdad como usted dice hay temas sensibles en donde la gente se quiere rasgar las vestiduras (como en épocas bíblicas) cuando van en contra de lo que piensan y opinan, sin tener un poco de respeto o consideración por la forma distinta de pensar de los demás que van contra “la mal llamada corriente moderna” : un ejemplo de esto puede ser el matrimonio homosexual, del cual yo tengo una opinión neutral (positiva desde el punto de vista legal, pero negativa desde mi punto de vista moral y cultural)…ahora si desea otro ejemplo para puedo hablar de las adopciones de niños por parte de parejas homosexuales en la cual existen dos corrientes; los que avalan este tipo de “derechos” (¿?) de parte de este tipo de parejas y el grupo que rechazan estas iniciativas (yo soy uno de ellos) porque desde mi punto de vista donde queda el “derecho” de estos niños a pertenecer a una familia al menos (y disculpen la expresión) normal y/o mayoritariamente reconocida por las sociedades del mundo (hombre y mujer), en este caso yo al igual que muchos de los que nos oponemos vendríamos a ser el grupo del “décimo hombre” en un mundo que con el paso del tiempo comienza a aceptar socialmente y legalmente este tipo de uniones y en algunos casos ese tipo de adopciones. Ahora si hablamos de política peruana, puedo emular a Javier Diaz Canseco (fallecido hace poco) como “el décimo hombre” que muchas veces iba en contra de lo políticamente positivo o correcto, pero como usted afirma muchas veces han servido alguna de sus declaraciones para corregir algunos pequeños errores que se venían cometiendo en la política peruana o las amenazas (de la izquierda) para contra la democracia del país. En todo caso, por más que no compartía las opiniones de este Sr. así como de muchos otros que piensan en contra de las mías, yo solo tengo que respetarlos y tratar de debatir en base a conocimientos y una discusión “alturada”. Saludos por el buen blog de hoy y hay que sentirnos felices de vivir en un país en el cual se puede opinar libremente.
El fútbol
Las fiestas y el licor
Estimado Óscar,
Soy alumno de la Universidad de Piura y vengo siguiendo tu columna desde hace algún tiempo. Acá en la universidad es especialmente difícil la discusión de temas que involucren la religión o la filosofía, básicamente por el corte altamente conservador del profesorado (existen libros que sólo puedes leer bajo la supervisión de un profesor).
Sin embargo, algo que me sorprende es que acá tampoco se dicta un curso de AED y en más de una ocasión he escuchado a profesores desechar sus postulados sin antes haberlos explicado. Afortunadamente existen columnas de opinión como éstas, con las cuales me puedo formar una idea. Te felicito!
Miguel
Aprovechando tu post diré que estoy harto de Carlos Alcántara (me encantó en Pataclaun) y Asu mare, que de paso me pareció la peor película peruana; no me gusta Pedro Suárez-Vértiz(peor como columnista), estoy cansado de los reportajes a la comida peruana en los dominicales, Líbido es la copia más barata de Radiohead, apoyo a Alfredo Ferrero en sus críticas contra esa abominable propuesta de que a las radios las obliguen a pasar música peruana y etc, etc.Eso no me convierte en intolerante o antiperuano o alienado. Porque si me gustan muchas cosas de mi país.
Lo que si me importa, querido Oscar, es que quede sentado que el pisco es peruano y de mejor calidad que el aguardiente de uva chileno.
Un abrazo
Si bien la regla del décimo hombre puede plantear escenarios improbables y nuevos, no todo lo que se desprenda de una actitud “contraria porque si” es necesariamente bueno o aprovechable.
Creo que la regla es “provechosa” pero debe matizarse.
Por ejemplo, en el contexto del proceso comunicativo llegar a un concenso es un objetivo (si bien este es ideal) y que pasa con aquel que constantemente va cortando las ideas y entorpeciendo la comunicacion.(Ojo, esta idea también necesita una matización ¿Qué beneficios nos traera una conversación?).
Otro elemento que resulta de esto es que dada esta regla (el decimo hombre es siempre la oposicion y la mayoria de veces se equivoca) se pierde oportunidades, productividad, etc. (Y siendo más concreto se pierde “tiempo”). Y si bien algunas veces acierta y puede significar grandes beneficios ¿Es eficiente disponer de nuestros recurso para una actividad como esta?¿No hay algun otro mecanismo más eficaz?
Anotaria adicionalmente que en este proceso se dan ciertos peligros como el negacionismo o el revisonismo. ¿Hasta que punto podemos entablar un dialogo?. En fin, la existencia de un “politicamente correcto” niega muchas posibilidades pero en contraparte evitan ciertos discursos extremistas (esclavistas, racistas, supremacistas y todo ismo dogmático). ¡Que se puede rescatar? Tal vez que los canales de comunicacion sean un “poco” más abiertos.
A mi no me gusta el ceviche y la cara de la gente es una delicia cuando lo comento… hace tiempo que deje de hacer (o decir que hago) lo políticamente correcto y lo hice como protesta a quienes decían (por comodidad) “mi grupo favorito son los Beatles” “mi auto favorito es un Audi” o peor “me encanta el tenis” ya pues… sin desmerecer es obvio que son “marcas” lideres (en el sentido amplio) allí ya no cabe discusión…. que fácil, pero cuidado, permanecer en la zona de confort nos lleva a la mediocridad… hay que arriesgar, como el microempresario peruano y valiente que se arriesgó hace 20 años y hoy con el respaldo de un conocido banco se da el gusto de decir “no me llames PYME” ……un orgullo nacional
Uhmmm…otro que no entendió cuando le preguntaron, “¿quieres ver la pela romántica o la de zombies?”…..fuera de broma, muy buen articulo, vivimos en un medio en el que poco se tolera al que disiente u opina en contra del “parecer general” y tengo la impresión que esa reacción en mucho es abonada (paradojicamente) por la propia prensa. Como usted dice, la forma como chancamos a Thays es una muestra de ello y ojo que sólo se estaba hablando de comida. Le propongo una pregunta que se haría un décimo hombre: ¿Por qué tenemos que soportar tantos rompemuelles y gibas en las pistas, inclusive en la via expresa de javier prado?
El décimo hombre es aquel que logra hacer interactuar lo posible con lo no posible, muchas veces el DH queda como lo peor, pero esto no significa que que sea el peor, por el contrario tiene ese punto de vista que los demás no , y creo que muchas veces también tiene razón, me considero en mis pensamiento como un DH mas creo me limito a expresarme como tal.
Estimado Oscar:
Muy de acuerdo con tu artículo, muchas veces he tratado de trabajar la forma de argumentación como el abogado del diablo o del contrario y es importante porque puedes desnudar muchas falencias
A veces el “décimo hombre” cae espeso y “aguafiestas”, en otro ambiente laboral que no ven la necesidad de una visión crítica constructiva te pueden tildar de “rebelde” y por ende en observación.
Al final todo es un trabajo colectivo, el colectivo te permite ser el décimo hombre, o tu propio equipo de trabajo. Porque si hacemos la del décimo hombre sin el consentimiento necesario puede afectar nuestros intereses individuales, moral, sicológico, familiar, económico, en fin.
Excelente frase final, me la copio “pal feis”.
Saludos.
El “décimo hombre” es aquel que cuestiona el porque el Perú sigue exportando piedras sin valor agregado, es preguntar por que no se usa la herramienta tributaria para incentivar que las industrias extranjeras por lo menos ponga una linea de ensamblaje en el Perú, es preguntar ¿El peruano esta en capacidad de hacer un IPOD con sus materias primas y su ingenio?, es preguntar nuestro pasado milenario tuvo una habilidad genial para hacer la mejores joyas y aleaciones minerales ¿ esa habilidad donde esta?, es cuestionar por que no se pone requisitos mínimos para postular al congreso personas con estudios universitarios, con maestrías y una experiencia en gestión, hoy somos borregos que siguen leyes de violadores, estafadores, rateros y demas perlas gente si etica y moral. Es preguntar por que el joven altamente instruido no postula al congreso y trata de incluir a sus pares en la buena gestion. Es preguntar porque las buenas universidades instan a sus alumnos a hacer buena gestion publica. Porque carecemos de valores eticos y morales y por ultimo Porque nuestra TV solo pasa la vida de narcos, gente sin ropa, sangre y violencia y busca idiotizar al peruano sin cultura. BASTA BASTA !!! DESCORRAMOS LA VENDA EN LOS PERUANOS mas de CINCO decadas sin una verdadera revolucion industrial peruana. Hoy es AHORA!! PERU PUEDE PERU HACE PERU PRODUCE PERU ES INGENIO PERU ETICO PERU PROSPERO!!!
También es políticamente incorrecto, afirmar que el bendito pequeño calentamiento global actual NO ES ANTROPOGENICO. Me ha pasado en varios foros, en los que “los especialistas” , en vez de aportar razones que sustenten lo que afirman (para eso son “especialistas” ¿no?), se dedican sólo a adjetivizar mi intervención; lo cual confirma que están defendiendo un grueso error, sólo porque algunos “notables” opinan así.
Lo mismo ocurre con el tema de la “identidad sexual” y el “orgullo gay”.
Defienden la no discriminación y ellos son los que más discriminan a quienes no están de acuerdo con sus descabelladas teorías.
Idem, como muy bien lo mencionas tu, en el caso de lo que ocurrió en la década de los 90. Tienen el cuajo de denominarla “la década perdida”, cuando es gracias a ella que el país dejó de la caída libre en la que inexorablemente descendíamos, para empezar la inflexión de la curva hacia horizontes positivos. Lo honesto es evaluar las gestiones por los resultados y no por subjetividades ¿no?
Ok, ahora entiendo tu posición con respecto a las cuotas radiales.
Gracias estimado amigo, de compartir la idea de la “Regla del Décimo Hombre”. lamentablemente en nuestro Perú actual, no hemos internalizado esta idea, pensamos que todo está bien, vivimos algo así como una “tiranía de lo políticamente correcto” como es el caso sobre la EDUCACIÓN y otros temas de la realidad nacional, esperamos opinar aunque nos consideren rebeldes sin causa, recibe un afectuoso abrazo.
Dr. Adolfo Valencia Gutiérrez
Consultor Tributario & Asesor de Tesis
en la pelicula “Despues de la Tierra” el protagonista de corta edad, tambien toma descisiones fuera de lo logico, al desobedecer a su padre, en especial en el momento que se le termina el oxigeno.
Saludos
Hay un escenario donde se puede aplicar la fórmula del “décimo hombre” que usted plantea: El próximo fallo de la Corte de La Haya. ¿Qué sucedería si, a pesar de que lo han afirmado mil veces, los políticos del vecino del sur deciden no acatar un fallo que le dé la razón al Perú? ¿Abriremos un escenario de conflicto? ¿Tenemos los recursos para ello? ¿Nos conviene no pelear y apelar, como hace Bolivia infructuosamente, a la opinión pública internacional? Espero que los agentes respectivos del Estado hayan previsto estos escenarios que tan fácilmente han descartado los medios de comunicación.
Amigo mio, si viste la pelicula y pudiste captar esa filosofia acerca del “decimo hombre”, te sugiero que leas el libro, es mucho mejor que la pelicula en muchos ambitos y y explica un poco mas acerca de dicha filosofia, pero en fin, tambien entendi esta filosofia y de hecho me gusta, no te permite dejar cabos sueltos, espero algun dia poder implementar dicha regla a mi calidad de vida, tu sabes por si acaso.
Hoy día según la estadística inferencial, la cual predice el comportamiento en base a datos históricos y funciones de probabilidad, nos indica que el comportamiento humano esta regido por la función de probabilidad de Gauss. El que refleja la mayor ocurrencia en su centro y la menor ocurrencia a mayor distancia del centro, conteniendo al 95% o mas de la población en el centro de la gráfica. El 5% restante se encuentra en los extremos de la misma .
El problema es que esto depende del tiempo. A lo que me refiero es que si bien el comportamiento es medianamente uniforme, en algún momento este comportamiento cambia, y cuando cambia, en algunos casos, lo que parecía improbable se convierte en la ocurrencia cierta y lo que correspondía a la ocurrencia cierta se transforma en la improbable.
Estamos analizando los datos o estamos creyendo lo que nos dicen.
Un ejemplo de esto es el 9/11.
Antes de ese día la posibilidad de que estados unidos atacara Irak era casi imposible, la probabilidad nula. Pero después de ese día, paso a ser la probabilidad cierta y con mayor nivel de ocurrencia.
Bueno y que pasó con el análisis, como supimos tan rápidamente quien era el culpable. Si pudieron hacer el trabajo en 24 horas, como no lo hicieron antes del 9/11.
A mi la verdad es que me genera dudas simplemente por lógica.
El problema se genera cuando el suceso menos probable se vuelve realidad.
Cuanto es el costo de anticipar el evento menos probable, planearlo todo, generar las medidas de mitigación y la reducción de daño, evitarlo si fuera posible.
Que costo tiene esto, la verdad que es invaluable, la posibilidad de tener un plan de acción para cada situación que probabilísticamente pueda ocurrir. Te transformas en una entidad infalible. Cuanto pagarías por siempre tener un plan de acción para cada situación que se presente.
Que impacto económico puede tener, bajo estas circunstancias el costo de mantener un programa que eventualmente ahorrará miles de millones de dólares es realmente irrisorio, sea cual fuere su costo. Es como si tuviéramos el dinero suficiente como para comprar todas las combinaciones del LOTO, daría lo mismo, debido que tendríamos una certeza de 100% que el premio es nuestro.
Con esto eliminas la incertidumbre, para una potencia mundial esto es primordial, para la supremacía y la dominación. O mejor dicho la mantención del estatus mundial.
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