Ayer tuve una clase de mi seminario Food Law & Policy. La clase de ayer tuvo como invitado a Mark Bittman, columnista líder en temas gastronómicos del Times y New York Times, que ahora vive y enseña en Berkeley. Para el que no lo capta, ser el columnista líder de esas publicaciones en un tema equivale a ser un gurú en ese tema. A pesar de ello, sabía que esta clase no iba a ser de mi total agrado, pues quienes la dictan son habitualmente defensores de regulación que considero inconveniente. Era de esperarse, estoy en UC Berkeley, que es como la meca de este tipo de políticas. Esta clase fue un poco más allá de mis expectativas, sin embargo. Les contaré porqué. Les sorprenderá saber que involucró a Perú, más allá de mi presencia en la clase.
Mark Bittman escribe habitualmente acerca de temas gastronómicos, básicamente cómo preparar comida. Pero buena parte de sus ensayos los dedica a defender regulación que yo clasificaría como progresista. Un “progre”, típicamente, defiende los derechos de las minorías, es feminista, es ambientalista, etc. De eso se encuentra mucho en Berkeley. En el ámbito de la comida, Bittman está a favor de regular la calidad de los alimentos, para proteger la salud de las personas, pero también los derechos de los animales y el medio ambiente. Hasta ahí, todo bien.
El tema específico en discusión, en un punto, fue una nueva norma que regula la producción y venta de huevos en Berkeley. Entre otras cosas, se establece que las gallinas tengan más espacio en los corrales, pues tener muy poco espacio es considerado “inhumano”. Se ha estimado que esta norma incrementaría el precio de los huevos en un 40% en los supermercados.
Una pregunta obvia –y que fue hecha en la clase- es: ¿estamos “felices” con el incremento del precio”. Tomaron la posta algunos alumnos: “La comida en USA cuesta muy barato, así que está bien que paguemos más, no me preocupa el aumento de precio”. Y varias otras intervenciones mostrando su aprobación.
Felizmente, algunos otros mostraron su descontento: “no todas las personas tienen recursos para pagar más y serán llevados a tomar peores decisiones alimenticias, como reemplazar los huevos por comida chatarra”.
Bittman dio dos respuestas, ninguna de ellas satisfactoria desde mi punto de vista: “esas personas pueden manejar mejor su presupuesto, por ejemplo, nadie necesita dos televisores”. Y la otra “ese es un tema de equidad, que se debe resolver por separado, independientemente de la cuestión sobre la calidad de los alimentos. Se podría subsidiar la comida”.
La primera respuesta, casi no merece comentario. Para una persona que vive con menos de un dólar al día no hay muchas opciones. La segunda, quizá es practicable en un país que no tiene más del 40% de la población en pobreza extrema o cuyos programas de subsidios no son un fracaso. Además, claramente si la inequidad es una consecuencia de la norma, es un tema a considerar.
Luego, una alumna preguntó: “no es acaso una política paternalista”. A lo que Bittman replicó, “tenemos muchas políticas paternalistas. Incluso tener fuerzas armadas es paternalista”. Claro, quizá en algún limitado sentido, pero las fuerzas armadas se explican mejor por un tema de externalidades positivas (bienes públicos: cuando algo favorece a todos independientemente de quién pague por él, nadie tiene incentivos para hacerlo), que es una justificación a la regulación bien distinta al paternalismo.
Luego, otro alumno preguntó: “qué países deberíamos mirar en temas de política alimentaria”. Bittman dijo: “aunque no lo crean, Sudamérica es el continente que más ha avanzado en esto. No sé porqué, pero tienen mucha regulación sobre alimentos”. Quedé francamente alucinado al pensar que estando en la meca del progresismo, el hipsterismo y la alimentación saludable, aun así Sudamérica era el ejemplo a seguir. Es decir, acá en Berkeley la gente le pregunta al carnicero cómo trataron a la vaca antes de comprar carne. Somos más progres en temas alimentarios que los inventores de lo progre. Para que quede más claro aun (no me interesa ser sutil), una cosa es que una chica de padres ricos que vive en el estado más rico del país más rico del mundo diga que “no le preocupan los precios” y otra cosa es que lo digamos en Perú. Aun así, estamos actuando como un referente en políticas que inevitablemente incrementan los precios, a cambio de otros objetivos más “sofisticados” como cuidar el peso de las personas, a los animales o al medio ambiente.
¿Será que en Perú tampoco nos importan los incrementos de precios? ¿Estamos pagando muy poco por la comida huevonaaaaaa?
COMENTARIOS
Estimado Oscar, yo creo que mas pronto que tarde el medio ambiente dejara de ser una preocupación de minorias. Hay estudios que demuestran que al ritmo de consumo actual el planeta esta condenado a emperar sus condiciones para la vida.
Cesar, ese no es el punto. Salvo que estés diciendo que nuestros trade-off deberían ser equivalentes a los que se hacen en la ciudad más progresista del estado más rico del país más rico del mundo.
En que parte de la clase alude al Perú???
Al poner ejemplos sobre políticas específicas en Sudamérica, aludió a un par que tenemos en Perú. Además, es sabido que en varias normas Perú está a la “vanguardia” del tema. Por ejemplo, Chile y Perú son los dos únicos países del mundo que obligan a decir cuánta azúcar tiene la comida y poner advertencias sobre eso.
Las prohibiciones a la comida chatarra o transgénicos también son raras. La consagración de la alimentación a nivel constitucional más rara aún en el mundo. Etc. etc.
Sería mas bien Bolivia cuando McDonald´s abrió su primer establecimiento en Bolivia, en 1988, los habitantes del país no pronunciaron precisamente aquello de ‘I lovin ‘it’ (el lema de la compañía que se traduce como: ‘me encanta’). De hecho, los bolivianos decidieron no comer en estos restaurantes de comida rápida sin necesidad de ningún tipo de prohibición. En 2002 el gigante finalmente entendió el mensaje del pueblo y abandonó el país, convirtiendo a Bolivia en el primer país latinoamericano sin ‘Happy Meals’.
Lo sucedido con McDonald`s es otra historia. Después de 14 años de presencia en el país sudamericano, y a pesar de haber intentado todas las campañas imaginables, el gigante de comida rápida se ha visto obligado a cerrar los ocho establecimientos que tenía abiertos en las tres principales ciudades de Bolivia: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra.
Tal era la frustración e indignación de los responsables de la firma que realizaron un documental con la ayuda de cocineros e historiadores bolivianos, con el título «¿Por qué quebró McDonald`s en Bolivia?», donde reconocen la derrota de la firma ante la fuerte tradición alimenticia existente en el país.
Tiene que ver…
Me parece que en Ecuador también hay un reglamento de Sanitario de etiquetados de alimentos procesados para indicar si el producto es alto, medio o bajo en azúcar, grasa o sal.
JFYI
Es verdura.
Habrá que ver primero si la política alimentaria peruana logra que el 30% de pobres peruanos consuman las calorías necesarias para sobrevivir y luego, si dicha política conduce a la población a un consumo alimenticio saludable (es decir, alimentación balanceada que satisfaga los requerimientos mínimos de nutrientes (no creo que hayan aún estadísticas al respecto en el país).
De repente el que se prohíba en el Perú vender a los escolares a comer comida chatarra nos da esa imagen “progre” en Berkeley. Si supieran que nuestra comida criolla casera es bastante desbalanceada no alabarían tanto nuestra política alimentaria…ja ja ja
Esta muy Light tu columna Oscar.. le faltaron datos, información, indices, politicas para defender tu argumento, sino suena a que a lo mejor te inventaste lo que estas diciendo.
A veces escribo así, es parte de mi estilo en el blog; pero agradezco la crítica y que tomes de tu tiempo para leer y comentar.
Es “inhumano” el espacio en el que viven las gallinas…
¿Desde cuándo las gallinas son “humanos”?
¿Nadie le preguntó eso al profesor?
Buena pregunta. No, no se me ocurrió…
Muy interesante el tema, la regulacion es importante ya que ayuda a que las personas sepamos como elegir para alimentarnos sano, sin embargo la ley no ha logrado que las personas “DECIDAN” alimentarse de manera saludable, el alimentarse sano es una cuestion de EDUCACION-INFORMACION, sin dejar de lado la ACTITUD del ser humano para estar mejor. En este tema hay mucho que debatir aun cuando se considere que en suramerica hay mucho avance en temas de regulacion, sobre todo en lo que a comida chatarra se refiere, en este sentido la regulacion no logra decir como comer sano.
40% de incremento no es poca cosa y entenderia que los huevos son parte importante de la canasta basica familiar, imagino que incluso en EEUU. En estos tiempos de Gran Recesion en EEUU seria una pesima idea.
No estoy en contra de regulaciones progres pero estas deberian darse en un contexto de bonanza.
La primera pregunta seria: A cuanto de la poblacion afectará dicha politica. Hasta donde llega el mercado de consumidores de esos huevos de granjas de Berkeley. Ser defensor de los animales es loable, pero no se puede hacer a costa del sufrimiento de los grupos menos favorecidos, de los que viven de tickets de alimentos y 2 trabajos, como ocurre en USA.
Franco, no es solo de Berkeley, sino de California. Y afecta a muchos otros estados, porque no solo es para huevos producidos en California, sino vendidos en California.
Saludos,
Oscar
EVERY BITE IS A VOTE!
La decision ultima la tiene el consumidor…por eso es que Walmart expande cada vez mas sus estantes “progre”. No se por que el libertarismo tiene tantos apostoles en el Peru…quiza sea la ignorancia de lo que paso en los EEUU a inicios del siglo XX donde no habia regulacion alguna y se produjeron las peores catastrofes a la salud publica (el caso de la carne en Chicago es el mejor ejemplo). Una lastima que de regulacion no hayas aprendido algo de la experiencia americana y estes repitiendo lo que aprendiste en el Peru.
Carlos, tu comentario no tiene mucho sentido, por varios motivos. “Every bite is a vote”, es justamente lo que diría un liberal. Es decir, que no se vote con las manos, sino con las decisiones de consumo (i. e. el mercado). Comenzando por ahí no más ya estás mal, porque tu comentarios es contradictorio.
Luego, casi todo lo que sé de regulación lo he aprendido leyendo a autores americanos o pensando por mi mismo (ya que dicto estos cursos también hace más de cinco años y he escrito libros al respecto). Si hubiera ido a Chicago, mis clases serían distintas, así que no sé qué es para ti la “experiencia norteamericana”. Si te bases en los hechos, solo NY y California tienen este tipo de regulación y en niveles menores que Perú, así que realmente no entiendo de que hablas.
Pero, como dicen, la ignorancia es atrevida. Eres un buen ejemplo de eso.
Saludos,
Oscar
lamentablemente, no sabes lo escencial de la regulacion de alimentos… “every bite is a vote” es el grito de batalla en este sector para contrarestar la informacion tergiversada y maliciosa de la industria.. El tema dela regulacion de los etiquetados de carne de vacas alimentadas con pescado (las vacas locas) es paradigmatico… no se trata de ser “progre” sino de que te informen si lo que comes es lo que dicen o si es maiz+soya+saborizantes.., Te recomiendo ver el documental “FOOD INC.” para que te des una gruesa idea de la regulacion alimentaria, esta en youtube en ingles: https://www.youtube.com/watch?v=2Oq24hITFTY. Saludos.
Carlos: la frase “every bite…” se refiere a que cada consumidor cuide lo que hace. Por ejemplo, que averigüe sobre ingredientes o forma de preparación antes de consumir. De esa manera, se puede cambiar el comportamiento de la industria. Eso es mercado, no regulación! Pero si no solo eres ignorante, sino terco, entonces quédate en tu ignorancia, no me afecta, sobretodo si la mantienes lejos de mi blog. Comprenderás que es tedioso para mi tener que enseñarle cosas a una persona hostil como tú.
Y ya vi ese documental. Nadie está diciendo que no hay problemas con la industria. Incluso el que los pollos sean maltratados es un problema también para mi. Estoy hablando de trade-offs, lo cual quiere decir que reconozco que hay DOS intereses compitiendo entre ellos. El otro es el precio de los alimentos. Lo que critico es que haya gente inconsciente que crea que el precio no es relevante.
La regulacion existe porque hay asimetrias de informacion que no pueden ser resueltas por el consumidor “regular” y tiene que intervenir el gobierno. El caso de los EEUU es el de la FTC por aplicacion de la Federal Commerce Clause… Tengo 20 años estudiando y publicando en el extranjero sobre regulación, así que deja de llamarme ignorante y asume tus limitaciones. Adiós.
Ya “Carlos”, sigue tu camino, buena suerte.
Sinceramente, positivo el artículo y los comentarios. La regulación o decisión del consumo deberá, a futuro, harto escudruñarse debido a que ultimamente se “sueltan” demasiados patógenos virulentos en los alimentos modernos
Saludos
No me considero hipster ni progresista en ningun modo, solo un simple consumidor exigente…
Al menos en Francia (y el resto de Europa en general) los consumidores son tajantes en exigir apelaciones precisas en los alimentos que compran. El ejemplo de los huevos me llamo la atencion. Aqui les pongo el ejemplo de dos apelaciones existentes :
1-Huevos BIO o gallinas criadas a cielo abierto : https://www.youtube.com/watch?v=36i7TeO0Ok0
2- Huevos de BATTERIE : https://www.youtube.com/watch?v=_pEhJbSO1fo
No es solo por ser defensor de los animales, al fin y al cabo, desde el punto de vista biologico estas integrando a tu organismo los constituyentes de ese huevo que te comes, son los ladrillos de los que estas hecho. Por simple sentido comun , despues de ver los videos, cual prefieres? Estas dispuesto a pagar mas por el huevo BIO?
Cabe recordar que la industria avicola occidental a tranformado tanto el modo de vida del animal que ignoro si se le puede seguir llamado “gallina”, mas parece un zombie. Si pusieran la foto de la gallina en el envase dudo mucho que logren venta alguna…
Gonzalo: saludos también.
Creo que confundes varios temas, pero me referiré a 2:
1. El que el consumidor exija (como yo puedo exigir buena comida en un buen restaurante) es una cosa; que el estado imponga es otra.
2. Más allá de si tenemos o no interés en las gallinas (yo sí lo tengo), eso no quita que TAMBIEN (por “n” vez) -es decir, en adición, conjuntamente, paralelamente, simultáneamente, etc.- haya interés en la equidad, en la pobreza, en el precio, en la eficiencia del mercado, etc. Lo que critico en el artículo es el desinterés en esto, si es que lo lees atentamente.
Saludos,
Oscar
Gracias por la respuesta, lo que en realidad me inquietaba es la amalgama que se hace entre hipster, progresista, ambientalista , defensor de minorias , y todo “eso”. Ciertamente todas tendencias crecientes en California, y con un peso politico tangible.
La norma a mi parecer tiene sentido; pero concuerdo al 100% contigo en el hecho que no se analizaron apropiadamente las consecuencias de su aplicacion generalizada, sin duda un ambientalismo/ o animalismo? aplicado a todo precio, solo para darle en la llema del gusto a los “progresistas”, un sector que a mi parecer no es un verdadero sector.
De acuerdo Gonzalo. Tienes razón en la crítica. Si sirve de algo, no estaba siendo completamente serio en ese punto (mezclando hipsters con progres, etc), sino en parte bromeando.
Saludos,
Oscar
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