Terminando el colegio, comencé a sentirme por primera vez, como el “jamón del sandwich” cuando la decisión de “qué iba a estudiar” se chocaba con mis deseos de ser mamá.
Esa sensación de ser el jamón del sandwich lamentablemente, como a muchas mujeres, me acompañó por muchos, muchos, muchos años de mi vida expresándose a través de culpas, de miedos o sintiendo que debía ponerme al final de la cola de prioridades para cumplir con los roles que supuestamente me correspondían por ser mujer.
Las mujeres – al igual que los hombres – tenemos ambiciones grandes: Queremos tener un super puesto, sobresalir en el deporte o algún hobbie, ser madres, involucrarnos con alguna causa social.
El informe de McKinsey “Women Matter, 2013” reporta que tanto mujeres y hombres tenemos ambiciones altas en casi la misma proporción (79% en mujeres y 81% en hombres). Sin embargo, solo el 58% de mujeres confían en que lo lograrán vs. Casi el 80% de los hombres.
¿Qué sucede con la mujer? Mucho. Mencionaré algunos factores.
Cuando las mujeres comenzamos a visualizar ese futuro inmenso, casi automáticamente – se nos aparece la palabra “Pero”: pero cómo voy a hacer con mi casa, mis hijos, voy a llegar tarde …comienza la complicación.
En muchos casos, somos nosotras mismas las que limitamos nuestro desarrollo; no nos sentimos tan capaces y somos muy duras con nosotras mismas.
Las mujeres debemos soñar y mantener ese sueño grande. Dejemos las culpas que nos acompañan (o atormentan) y confiemos en nuestra capacidad para ser líderes y para organizarnos.
Propongo este Mantra 2022:
- Conviértete en la gerente general de tu vida decidiendo no sólo ser exitosa sino feliz.
- Define los roles que te hacen a ti lo que eres y le da significado a tu vida.
- Encárgate de que las cosas sucedan. Define objetivos y un sistema de seguimiento para monitorear tus avances
- Gerencia bien tu tiempo considerando no solamente cumplir con tus responsabilidades; sino también contigo misma. Así, reduces tu estrés y mantienes el balance de tu vida.
- Enamórate de ti y permítete ser TU. Olvídate del “qué dirán”. Estás acá para vivir tu vida – no para darle gusto a todo el mundo.
- Entrena tu mente para que todos los días resaltes tu lado positivo y no solo lo negativo.
- Seamos solidarias entre mujeres diferenciando lo que es competir de rivalizar.
- Tu casa: organízala como una empresa y delega – sin culpas.
- Eres prioridad y eso no te hace para nada egoísta.
Empoderamiento tiene como eje central – la palabra PODER – pero depende de cada una de nosotras si delegamos ese poder a otras personas o a la sociedad o si lo asumimos nosotras mismas.
Empoderarnos es nuestra responsabilidad. No nos sintamos mal por querer hacer realidad nuestros sueños y recuerda que cuando la mujer brilla y está bien – todos alrededor de ella brillan.
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