El que es deportista sabe que tan importante como entrenar y alimentarte bien, lo es recuperarte. Sin una buena recuperación, al día siguiente no rindes. En el trabajo es exactamente igual.
Recuperarse no es tan simple como salir de vacaciones, ir a la playa o a algún lugar y listo. Una buena recuperación requiere primero que nada, una “conversación contigo mismo” para identificar qué tipo de recuperación, o que combo, es la que necesitas.
*️⃣ Si estás agotado físicamente – obviamente que descansar, masajes, ayuda.
*️⃣ Si estás agotado emocionalmente – de repente conectar con amigos, una buena conversación profunda, journaling, podría ayudar.
*️⃣ Si tu agotamiento es mental – Tal vez cambiar de tema, aprender algo totalmente diferente a lo habitual, meditar, yoga podría ayudar.
En fin; identificar el tipo de descanso que necesitamos es clave para planificar bien las vacaciones; pero ahí no queda la cosa.
En mis consultorías trabajando temas de eficiencia y bienestar, siempre recomiendo 2 cosas adicionales:
1️⃣ Aprender a no hacer nada. No satures tu agenda convirtiendo tus vacaciones en “vacaciones útiles” como un “ekeko de actividades y planes” y
2️⃣ Planificar el retorno al trabajo. Volver al trabajo con una bandeja llena de cosas ¡mata el efecto de las vacaciones en segundos! Un “soft landing” o un aterrizaje en el trabajo suave es ideal y SÍ es posible. Planifica pocas reuniones en esos primeros días; agenda tiempo para conversaciones en el trabajo, etc.
Estar bien es nuestra responsabilidad como lideres al mando de organizaciones, equipos, presupuestos. Tenemos que ser proactivos con nuestro bienestar para tomar buenas decisiones, estar mejor para nuestros equipos y tener la fuerza y resistencia para lograr los resultados esperados DISFRUTANDO el proceso.
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