Por Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú
Históricamente, la ciudad de La Oroya, ubicada a 3,750 msnm, en la región Junín, se ha caracterizado por la actividad industrial. Los trabajos de refinación en la misma se iniciaron en la segunda década del siglo XX con estándares de calidad ambiental poco exigentes que llevaron a constituir al complejo de refinerías en un problema de salud pública.
Han pasado 9 años desde que la empresa Renco, entonces propietaria de Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO), se declarara en insolvencia, tras incumplir con el Programa de Adecuación al Medio Ambiente (PAMA). Desde el año 2011, se administra a través de una Junta General de Acreedores con el objetivo de vender los activos de Doe Run Perú.
Esta coyuntura nos lleva a reflexionar, ¿qué futuro queremos para La Oroya?
Una primera vía es la venta del complejo metalúrgico y su posterior reinicio de operaciones; no obstante, ello depende hoy en día de varios factores, muchos de ellos externos. Actualmente, el complejo de refinerías no se halla integrado a proyectos productivos, lo que dificultaría obtener financiamiento de largo plazo para la adecuación tecnológica – ambiental pendiente. Además, la inversión requerida para alcanzar los estándares establecidos para dióxido de azufre, no cuenta con estudios técnicos a nivel de ingeniería de detalle; por tanto, el potencial postor asumiría un alto riesgo técnico – financiero.
Sin embargo, existen otros factores propicios para el desarrollo industrial de La Oroya que constituirían una segunda vía o vía alterna. Uno de ellos es su ubicación geográfica, pues constituye un nodo que se integra con la ciudad de Lima, así como con ciudades de la sierra central como Huancayo, Tarma, Chanchamayo, Cerro de Pasco y Huánuco. El otro factor a destacar es su infraestructura dado que cuenta con fuentes de energía eléctrica, agua industrial, terrenos superficiales, almacenes, talleres, campamentos, hoteles, oficinas y líneas férreas.
Con estas dos características, La Oroya tiene capacidad para convertirse en un puerto seco, con sectores de almacenamiento temporal y aduana, constituyendo un complejo logístico que permita transportar el 100% de la carga minera (logística de entrada: insumos, repuestos, componentes y equipos; y logística de salida: concentrados) a través del sistema ferroviario ya existente, descongestionando la Carretera Central.
Está claro, tanto para los especialistas como para sus habitantes, que esta es una ciudad industrial, dada su amplia historia y potencial; sin embargo, toca preguntarnos de qué tipo. Quizás ya no con actividades metalúrgicas, pero sí con actividades logísticas; que constituyan una opción sostenible y de alto impacto social que generaría valor y desarrollo en nuestra Sierra Central.
COMENTARIOS
El situación actual del Complejo Metalúrgico de La Oroya, es consecuencia de varios factores que en resumen son: (1) Fiasco en gestión administrativa y técnica, (2) Incapacidad para evitar ignorancia de ecologistas -A. Brack, (3) Infortunio por tener el propietario que tuvo. Debe recordarse que la gestión de un complejo de fundiciones y refinerías es completamente diferente a la gestión de Plantas concentradoras, el nivel de conocimiento técnico requerido entre uno y otro es similar a la distancia entre gestionar un hospital vs un tópico. Por lo tanto el aporte de soluciones y/o análisis del problema de La Oroya, también exige a quienes lo realizan ese nivel de expertise.
Me parece que no intervienen en el tema los diferentes interesados, aparte de los politicos, quienes solo poseen una optica particular del problema, dejando de lado a las entidades tecnicas como son: el Colegio de Ingenieros del peru, el Insituto de Ingenieros de Minas del Peru, la Universidad Nacional de Ingenieria UNI, con su facultad de Minas entre otras que existen. Por supuesto tambien deben participar las entidades de tipo financiero, que es otra optica no explorada o llamada a participar, porque tambien interviene el aspecto financiero y por otro lado los grandes jugadores internacionales que pueden asociarse al estado en un joint venture si fuera conveniente. En fin hay muchas alternativas que aun no participan! y el tiempo se va acabando!.
La Oroya y el Cerro de Pasco comparten el mismo destino, ya que nunca se pretendía que fueran ciudades, o incluso que las personas que viven a menos de 10 km de ellas.
Gobitz tiene razón al decir que La Oroya debe convertirse en un estacionamiento con bodegas, ya que no hay otra opción económica disponible.
La Oroya debería ser un complejo metalúrgico de clase mundial capaz de refinar concentrados mixtos de Milpo, Volcan y Toromocho, pero esa opción murió hace 9 años gracias a las regulaciones ambientales del gobierno peruano ya las ONGs.
La Oroya está ahora destinada a ser un estacionamiento, y los concentrados enviados a países menos desarrollados como Canadá y Japón.
No más contaminación, la solución es reubicarla en la costa específicamnete en Huarmey, mejorando el sistema ferroviario. Dejemos de seguir contaminando el río mantaro, no mas niños con plomo, dejen de ser demagogos.
El mejor camino para su solución sería la nacionalización, por estar encaminado a solucionar dos problemas fundamentales: 1.- El pago a los acreedores; 2.- el reinicio del trabajo; 3.- la reanudación de los ingresos de las divisas, que es lo más fundamental.
La mineria en el peru, y en este caso particular, nadie niega el aporte economico que genera, pero en comparacion al daño ambiental no tiene comparacion.
El deterioro al medio ambiente es irreversible para las generaciones presente y futuras, por lo que deberian pagar por el daño ocacionado primero, para luego ver alternativas de solucion, como lo esta haciendo Chile en la mineria
Es bueno hacer planes estratégicos a mediano y largo plazo, hay posibilidades para la continuidad del negocio, pero desde mi punto de vista lo que se tiene que terminar son los planes a corto plazo establecidos, a nivel de la salud de los pobladores, continuar con los monitoreos de los metales pesados en el medio ambiente y analizar si hay el cmabio o no.
Después de que el ambiente haya cambiado y es apto para vivir y trabajar se realziará estudios de Prefactibilidad y Factibilidad de proyectos futuros.
Me parece una excelente idea, dado que es una forma de centralizar el transporte Terrestre en camiones descargando en La Oroya y posteriormente bajar en tren la carga. Resolvería en gran parte el flujo de camiones por la Carretera Central. Esto demostraría que tanto el tren como el transporte terrestre en camión se complementan.
Promover la Minería con prácticas responsables que ayuden a afrontar los retos que tenemos como país; no se debe permitir los famosos NEGOCIASOS con sus regulaciones y acuerdos benevolentes para que estas empresas hagan lo que quieren con el medio ambiente y la salud de los pobladores vecinos, se debe trabajar de manera transparente para evitar el infortunio que al final le hacen que tanto daño a nuestro país.
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