Por Ángela Grossheim, gerente de Estudios e Investigación del IIMP
Con motivo del Día Internacional de la Mujer hemos podido recordar, a través de diversos informes difundidos en medios de comunicación, los progresos que se vienen dando en relación a la igualdad de género. Es abundante la evidencia de que la desigualdad implica un importante costo económico que impide el crecimiento y perjudica la productividad. Las ventajas económicas que genera la aplicación de la diversidad de género y la inclusión de mujeres en el ámbito laboral en igualdad de condiciones propicia mayor productividad, eficiencia operativa, menores riesgos, innovación y trabajo en equipo, mejores resultados de cumplimiento de normas, entre otros aspectos.
A pesar de ello, las brechas siguen siendo considerables y la representación de las mujeres en la fuerza laboral sigue siendo minoritaria en diversas industrias; entre ellas, en petróleo, gas y minería. De acuerdo con un estudio de PwC del año 2013, en el mundo, las mujeres representaban sólo el 10% de la fuerza laboral de la minería y ocupaban sólo un 5% de los cargos dentro de las 500 compañías mineras más importantes. Se trata de una industria tradicionalmente ocupada por hombres.
Si bien la igualdad de género no es un tema nuevo, tenemos que ser conscientes del sentido de urgencia con que debemos actuar. Algunos señalan que, al paso que vamos, nos tomaría dos generaciones o doscientos años para lograr la igualdad deseada.
Para lograr un nuevo escenario, con igualdad de oportunidades para la mujer, es necesario trabajar en un cambio de actitud y modificar los sesgos culturales y sociales, eliminar prejuicios y preconceptos y focalizarnos en el liderazgo de las mujeres y en la educación de calidad. Este es un imperativo para todos, aunque lamentablemente, muchas veces no sabemos abordar ni optar por acciones concretas.
En ese sentido, resulta particularmente interesante el trabajo realizado por la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial (IFC). Con la finalidad de fortalecer el enfoque de género en las industrias de petróleo, gas y minería, presentó hace unas semanas un kit de herramientas, es decir, acciones y estrategias para que las empresas promuevan oportunidades para las mujeres en el sector privado. Entre ellas se incluye herramientas para: (i) incrementar la diversidad de género desde la fuerza laboral hasta el directorio, (ii) incluir empresas de mujeres en la cadena de abastecimiento, (iii) fortalecer la participación de las mujeres en las relaciones con la comunidad y, (iv) eliminar la violencia basada en el género dentro de la fuerza laboral. Es un material que puede servir de guía inicial y que con su uso y adaptación podría mostrar avances y resultados interesantes para el sector.
En esa línea, las asociaciones de profesionales y empresas vinculadas a la industria minera pueden cumplir un rol importante. Por ejemplo, en el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) estamos convencidos de que la participación plena y efectiva de las mujeres en las industrias de petróleo, gas y minería, así como la igualdad de oportunidades conllevaría a un mejor desarrollo económico del país y a la reducción de la violencia. Como parte del compromiso asumido, se están desarrollando esfuerzos para promover y aplicar iniciativas como la del IFC; entre ellas, cómo mejorar la educación y participación femenina en el sector a través de las becas del IIMP en profesiones como ingeniería de minas, geología y metalurgia; programas de “mentoring”; investigación en tecnología, innovación y sostenibilidad; programas de Amautas con participación femenina, entre otros.
Aceleremos todos la transformación hacia un mayor desarrollo y crecimiento con una agenda inclusiva y diversa. Ya desde algunos sectores, venimos trabajando. ¿Y tú qué cambios propones?
COMENTARIOS
DEJE SU COMENTARIO
La finalidad de este servicio es sumar valor a las noticias y establecer un contacto más fluido con nuestros lectores. Los comentarios deben acotarse al tema de discusión. Se apreciará la brevedad y claridad.