El mes pasado un estudio de Deloitte mencionaba que al menos seis empresas peruanas podían ya ser consideradas como integrantes del club de las multilatinas y tres de ellas ya habían dado el salto para ser empresas globales. Hace veinte años no era posible imaginar que se diera este proceso.
Es más, en el último evento del Consejo Empresarial para América Latina (CEAL) celebrado en Madrid la primera semana de octubre, se aprecia que la tendencia es que las multilatinas se empiezan a convertir en globalatinas.
Y es que las empresas latinoamericanas han dejado de mirarse al ombligo y han adoptado una visión de conquistar otros mercados, no solo estableciendo oficinas de representación, sino principalmente adquiriendo compañías o construyendo plantas.
Ese camino no ha sido fácil. Justamente la reunión de CEAL fue un ejemplo de lo que un grupo de empresarios visionarios tuvieron hace 25 años y que hoy se recogen los frutos. Una encuesta realizada en la reunión de la capital española reveló que el 55.6% de los empresarios asistentes estaba dispuesto a invertir en Europa, un 13.1% respondió que quizá y un 31.7% dijo que no estaba en sus planes. El resultado del sondeo muestra que la mayoría de los asistentes tenía contemplado aprovechar las oportunidades fuera de su país. Varias firmas latinoamericanas ya han aterrizado en Europa, estableciéndose inicialmente en España para luego desde esa plataforma lanzarse hacia otros países y continentes
Más de una compañía de la región ya inició ese camino, para lo cual realizaró en su interior una reingeniería organizacional y financiera, que como bien dijo Roque Benavides, a veces significa ser mejor el dueño del 30% del capital de una empresa, que del 100% de su deuda.
Es decir, este camino implica abrir el capital de las empresas, incorporar socios de los países en los cuales se planea expandir y contar con un buen gobierno corporativo. Una de las preguntas del sondeo realizado en la cita de CEAL revelaba que el 56.9% de los asistentes estaba dispuesto a salir a bolsa, lo cual significa que se van venciendo los esquemas de manejo empresarial de años atrás, aunque en el Perú estamos todavía retrasados.
Asumir estos desafíos requieren algo más que voluntad de los empresarios. Se necesita mejorar la educación para elevar la calidad del capital humano y de eso son conscientes las compañías, así como de la necesidad de contar con políticas públicas que aumenten la competitividad.
Tal como hemos insistido en más de una ocasión, el rol que pueden cumplir los gremios empresariales tanto en la esfera nacional como internacional, está más allá de emitir comunicados, más bien deben ser interlocutores válidos de los agentes económicos, lo cual requiere generar propuestas, de lo contrario otros actores, no necesariamente favorables al sector privado, llenan el vacío. Esa es la tarea para que haya más compañías nacionales que ingresen al club de las multilatinas.
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