El sector forestal es complejo y la industria maderera hereda esa complejidad. Entenderla, y con ella, a su funcionamiento y regulación, es un desafío para quien quiera conocerla de cerca. Por eso la obligación ética de las autoridades y de los participantes es hacer cada vez más simples (y eficaces) los procesos y el funcionamiento del sector, porque un tema sensible amerita la participación de todos, en la construcción de sus soluciones.
Recientemente se ha publicado un estudio titulado “Mejora Continua, Prácticas Ilegales en el Sector Forestal del Perú” desarrollado por la ONG Centro para el Derecho Ambiental Internacional, en donde saludamos la intención de poder discutir el tema forestal, sus espacios de mejora y la afectación de políticas regulatorias no efectivas.
Sin embargo, el informe no hace referencia a importantes avances realizados a partir del 2015, para fortalecer el control y el origen legal de la madera, entre los que cabe hacer referencia a los siguientes:
- La posibilidad de que OSINFOR acompañe a los funcionarios de los Gobiernos Regionales en las inspecciones para la aprobación de Planes Operativos Anuales (POAs).
- Las supervisiones de OSINFOR previas o durante el aprovechamiento, se detectará oportunamente una tala ilegal antes que la madera llegue al mercado.
- La obligación por parte de las autoridades forestales y de fauna silvestre, competentes para el otorgamiento de títulos habilitantes y aprobación de planes de manejo, de remitir al OSINFOR y al SERFOR, bajo responsabilidad administrativa, civil y penal, copia autenticada de los títulos que otorgan y de los planes de manejo que aprueban, en un plazo máximo de quince (15) días hábiles de haber expedido el acto de otorgamiento u aprobación correspondiente. El cumplimiento de esta obligación facilita que OSINFOR pueda supervisar un mayor número de títulos habilitantes antes o durante su aprovechamiento, con lo que se evita que madera de origen ilegal llegue al mercado.
Quienes atendemos el sector de una manera responsable apoyamos y creemos en la repotenciación de OSINFOR, a través de la mejora en sus presupuestos y capacidades técnicas.
Creemos también que la ausencia de data oficial es perjudicial para la industria, pues se viene acentuando una percepción terriblemente negativa del porcentaje legal de la madera exportada, cuando la realidad es que se avanza significativamente en controlar el origen legal de la madera, a través de toda la cadena de valor.
Consideramos que OSINFOR es una pieza clave de nuestra cadena de compras y ventas responsables. Queremos que la industria siga mejorando, y eso implica de las autoridades un papel proactivo, y de los jugadores de la industria, la capacidad de operativizar las decisiones, y al mismo tiempo, hacer saber a los decisores acerca de los puntos que aún pueden ser beneficiarios de mejores prácticas.
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