Dentro del estratégico rol que tiene la Transformación Digital para las empresas, en esta, la segunda década del siglo XXI, uno de los aspectos más relevantes de este framework es la implementación del Centro de Innovación Corporativa.
Este centro, tiene como única misión, actuar como el núcleo donde se centran todas las iniciativas innovadoras de la compañía, desde las más sencillas como optimizar las colas en el almuerzo, o el estacionamiento de los automóviles hasta la optimización de procesos y el desarrollo de productos y servicios nuevos, tanto orientados hacia dentro como hacia fuera de la empresa.
La innovación nunca ha sido más importante ni tan difícil o retadora. Estas son algunas de las razones por las cuales los altos ejecutivos corporativos recurren cada vez más a laboratorios de innovación, o como se les conoce en el argot de la cultura emprendedora y startup: Corporate Innovation Centers. Estos centros son los llamados a liderar los procesos de innovación dentro de las empresas.
La Cuarta Revolución Industrial nos ha impuesto un ritmo de innovación sumamente vertiginoso, desafiante, disruptivo y las empresas que no han formalizado y optimizado sus procesos de innovación para que reflejen las reglas que rigen al mundo en el siglo XXI, se ven seriamente expuestas a ser destruidas por nuevas empresas, con nuevas generaciones de millennials, que a diferencia de los “inmigrantes digitales” del siglo XX que sobreviven con procesos, sistemas y mentalidades “legacy”, estos millennials y ya muy pronto, los centennials que son nativos digitales dispuestos a cuestionarlo todo, porque simplemente, ven dichas visiones, servicios, productos y soluciones como obsoletas en el universo digital en el que viven desde que nacieron e identifican oportunidades que sus pares de la Generación X y aun peor, los Baby Boomers, no solo no ven, sino que se rehúsan a entender ya que es más fácil mantenerse en su zona de confort que cambiar casi por completo de mindset. Esta desidia por desgracia está llevando a la quiebra a empresas con décadas de éxito, que fueron justamente exitosas en la segunda y llegaron con las justas a la tercera revolución industrial.
Tomemos por ejemplo en cuenta que alrededor del 90% de las empresas del mundo creen que son demasiado lentas para lanzar nuevos productos o servicios al mercado. En la categoría de bienes de consumo, alrededor del 80% de los nuevos productos que se lanzan al mercado fallan. Desde el año 2000, el 52% de las empresas Fortune 500 se fusionaron, fueron adquiridas o se declararon en quiebra.
Un Corporate Innovation Center es un centro de innovación donde un equipo dedicado de personas trabaja en una determinada ubicación física. A diferencia de la aproximación tradicional a cómo se procesa la innovación en las empresas, estos Centros de Innovación son completamente independientes de las operaciones tradicionales de la empresa y cuentan con equipos multidisciplinarios de personas sumamente creativas con diversos perfiles tanto en hard como en soft skills dedicados solo a innovar.
Estos equipos trabajan recabando las iniciativas que llegan desde todas las áreas y las personas de la empresa y mediante la utilización de metodologías ágiles como Design Thinkin, Scrum o STI, ponen a prueba estos conceptos muy rápidamente lanzando prototipos a los que se les reconoce también en el argot emprendedor como MVPs (Minimun Viable Products).
El Corporate Innovation Center cuenta con un consejo consultivo que sí está representado por personal gerencial y operativo de la empresa que trabaja muy de la mano del equipo innovador para juntos decidir a qué proyectos se les da prioridad, cuáles se descartan y cuáles se implementan, y sobretodo cómo se mide su éxito.
Del mismo modo, El Corporate Innovation Center tiene como objetivo explotar el ecosistema de Startups, incubadoras y aceleradoras para iniciar y probar soluciones disruptivas y nuevos modelos de negocio. Muchas veces se crean “embajadas” en los Innovation Hubs más importantes del mundo, a estas embajadas se les reconoce en el argot emprendedor como “Innovation Outposts”.
Los roles principales de los Centros de Innovación Corporativa son:
- Contar con un equipo dedicado de personal con soft y hard skills idóneos para innovar de forma acelerada en la Cuarta Revolución Industrial
- Atraer al mejor talento multidisciplinario con perfil innovador y disruptor
- Construir una cultura corporativa, los sistemas digitales de soporte y los procesos que permitan la de innovación permanente en la empresa
- Contar y estar capacitados en metodologías ágiles para acelerar dramáticamente los procesos de innovación y las pruebas de concepto (MVPs)
- Acelerar la velocidad de la innovación corporativa
- Proporcionar una nueva fuente de ideas tanto propias, como monitoreando los procesos de innovación en sus industrias, en otras industrias, en otras geografías e incluso aplicando ideas completamente ajenas a lo normal de una determinada industria (es usualmente ahí donde ocurren las grandes disrupciones que crean los Unicorns de crecimientos exponenciales inconcebibles apenas unos pocos años atrás)
- Mejora la capacidad y la cultura corporativa de la empresa para asumir riesgos (risk aware culture).
- Impulsar el compromiso de los empleados y empoderarlos para proponer ideas para innovar; desde las más sencillas hasta las más atrevidas.
- Fomentar una cultura de experimentación, asunción de riesgos y fracaso rápido pero con aprendizajes estratégicos.
Final y obviamente, el Centro de Innovación Corporativa necesita el apoyo total del equipo de liderazgo corporativo y en particular tiene un único responsable y propietario: el CEO, que debe predicar con el ejemplo liderando la transformación de la cultura corporativa en una centrada en la innovación, la excelencia de ejecución y de experiencia del consumidor. Las empresas “tradicionales” están obligadas a revitalizar su capacidad de innovación… o extinguirse por muerte natural.
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