Riesgos Financieros

Gregorio Belaunde

La Importancia de la Cultura de Gestión de Riesgos

En los posts anteriores dedicados al riesgo operacional y al riesgo de desastres, insistimos en la importancia de que la gestión del riesgo esté fuertemente implantada en toda la organización, desde los más altos niveles hasta el conjunto de todo el personal, volviéndose algo que uno incorpora en su actividad habitual. Esto tiene mucho que ver con la llamada Cultura de Gestión de Riesgos; este elemento puede llegar a ser a menudo incluso más clave que el conocimiento técnico en sí, por raro que parezca.

 Son numerosos los ejemplos donde la falta de una verdadera cultura de gestión de riesgos, o lo que para fines prácticos, termina por ser igual, una cultura “desviada” o “sesgada” hacia la subestimación de riesgos, voluntaria o involuntaria, ha creado grandes problemas, siendo a veces fatal:

 . Los desastres naturales hacen muchas veces aparecer de manera flagrante esa falta de cultura, no solo en la población, para hasta en muchas empresas e incluso en el Estado. Entre las perfectas ilustraciones, la falta de inversión suficiente en prevención y reducción del riesgo, los asentamientos en lugares de alto riesgo facilitados por las mismas autoridades, la proporción enorme de daños no asegurados; y estos son errores que se repiten una y otra vez; resultado: muertes, ruinas personales y empresariales y daños perfectamente evitables.

 . El hecho de que en muchísimas organizaciones, casi todo el mundo piense que la gestión de riesgos es algo que “otro tiene que hacer” y nunca uno mismo; y eso puede llegar hasta el rechazo a tener cualquier responsabilidad en el tema; una frase francesa irónica al respecto es “¿por qué diablos hacer uno mismo ahora algo que se puede hacer que otro lo haga más tarde?”; bueno, ese “buscar que otro lo haga” suele terminar en que lo que se debía hacer nunca se haga, con consecuencias que pueden ser fatales. Me recuerda una anotación de un agudo observador extranjero sobre cómo en el ejército que debía defender a Lima del ataque de las fuerzas chilenas, había un terrible problema de organización: todos los mandos parecían pensar que “otro” estaría tomando las medidas necesarias, y el observador mencionaba cómo incluso el desembarco chileno pareció encontrar una gran pasividad. En resumen, hubo muchos actos de heroísmo individual y un tremendo desorden a la vez.

 . Lo anterior muchas veces va acompañado por un total desinterés en el tema por parte de ciertas altas direcciones; no se involucran personalmente o se lo delegan a alguien en su nombre, pero la manera de hacerlo suele ser estilo “no me fastidien con esos temas”; o si se involucran es sólo en la gestión de los tipos de riesgos que les son más familiares técnicamente, olvidando que tienen un puesto por naturaleza de amplio espectro, que obliga a tener una idea del conjunto, aún sin ser especialista de muchos de los temas; es como si a un gerente central de riesgos sólo le interesara la gestión de un tipo de riesgos, y no tratara de entender los otros, algo que a veces se puede observar (lo que impide priorizar bien y meterse en los llamados “riesgos emergentes” donde pueden estar los principales desafíos y peligros; pues el especialista en un tipo de riesgo puede pensar que “el riesgo del que me ocupo es el más importante” y si llega a interesarse en otros es sólo en la medida que lo afecte personalmente.

 

Este último punto es una buena transición al otro problema: acabo de mencionar una cultura sólo parcial, que es una forma de cultura de gestión de riesgos existente pero “desviada” o “sesgada”. Ejemplos:

. los numerosos bancos norteamericanos y luego algunos europeos que teniendo un perfecto conocimiento técnico de lo que estaban haciendo con las titulizaciones de bonos basados en “hipotecas basura”, subestimaron el riesgo, muchas veces con la ayuda de modelaciones muy “oportunas”, y/o que de todas maneras pensaron primero en las ganancias que podían tener en el momento , y que si había un problema más tarde, sería para otros (los inversionistas, los sucesores…)

 . los numerosos casos de bancos (y hay coincidencia con lo anterior) y otros tipos de empresas que tienen muy buenos manuales y procedimientos de gestión de riesgos, pero igual fallan mucho más que otros que no los tienen necesariamente, por falta de una verdadera “cultura de riesgos internalizada en la organización”. Algo así mencionaba, en una entrevista reciente, Alexander Larsen, presidente de Baldwin Global Risk Services, premiado como el Risk Manager del Año para Africa y Medio Oriente en el 2016.

 . los numerosos casos de fallas en la gestión de riesgos a pesar de un gran conocimiento técnico especializado, como el conocimiento detallado de diferentes estándares internacionales ISO, de ciertas técnicas muy precisas con siglas algo misteriosas o con mucha matemática; se olvida que esos estándares son a menudo compromisos minimalistas, y algo que ha sido muy frecuente y no parece haber cesado: muchos confunden la cuantificación del riesgo con la gestión del riesgo (eso ha afectado muchísimo a la buena gestión del riesgo crediticio por ejemplo; ya tuve la oportunidad de escribir al respecto); la hiper-especialización no sólo impide ver la importancia de los otros riesgos, lleva también muchas veces a olvidarse de que para difundir la cultura de gestión del riesgo hay que salir de su expresión compleja, simplificar conceptos.

  

Lo último me lleva a dar ejemplos de gente que parece tener una mayor cultura de gestión de riesgos que muchos especialistas llenos de certificaciones que parecen venir más de haber revisado algo muy bien y luego haber respondido bien en el examen, pero que a la hora de gestionar en la vida real, están algo perdidos, o empiezan a caer en una suerte de “micromanagement” de los riesgos, donde las herramientas técnicas y los procedimientos parecen tener más importancia que la visión de conjunto que permite identificar rápidamente los riesgos más urgentes de atender; recuerdo que una vez alguien me planteó que había que hacer una matriz de riesgos para cada paso de cada procedimiento, lo que hubiera terminado con miles de matrices de riesgos; con algo así, a uno se le puede pasar las cosas más obvias (lo que me recuerda cómo algunos supervisores financieros asfixiaban a ciertas áreas de sus supervisados con obligaciones de reporting detallado enormes…mientras que dichos supervisados hacían barbaridades en sus narices); y también me recuerda cómo los risk managers sin experiencia real del “front”, y de la “cancha” pueden ser terribles; en realidad su “cultura del riesgo” tiene mucho de artificial.

 Entre gente con esa buena cultura de gestión de riesgos, muchas veces espontánea o basada en aprendizajes simples, puedo mencionar:

 . numerosos campesinos que tienen sus parcelas en diferentes niveles de altura, que diversifican sus cultivos, y que añaden otras fuentes de ingresos, como crianza de animales, o el trabajo temporal en otros lugares, buscan gestionar mejor el agua con micro-reservorios o con técnicas de riego que ahorren el agua; hay muchos ejemplos de ello en el programa Sierra Productiva o en casos citados por Richard Webb acerca de la reducción de la pobreza en distritos tradicionalmente muy pobres; es como si tuvieran una educación muy práctica que termina siendo más eficaz que la teórica; y algo que se debe resaltar: muchas veces su educación escolar ha sido deficiente y muy pocos han tenido estudios superiores; estas buenas prácticas se ven mucho más en la Sierra que en la Costa, además; lo que nos recuerda que en las culturas pre-hispánicas parecen haber tenido un manejo de riesgos muy superior a lo que vino después; y los mismos españoles de la época virreinal, si se compara con lo que vemos ahora (su manera de construir los puentes, por ejemplo); como si hubiéramos involucionado con los siglos en cuanto a gestión de riesgos; algo para meditar…

 . muchos jóvenes familiarizados con la tecnología y con una fuerte vivencia de la “incertidumbre fundamental”, que están acostumbrados a la idea de que la variable tiempo es clave, que todo su mundo puede derrumbarse en pocos segundos y que el futuro será difícil y se adaptan a ello; una de mis hijas, aún estudiante, es muy típica de esa categoría, al guardar siempre sus trabajos además en disco duro externo y no sólo en su laptop, informándose sobre los mejores antivirus y siguiendo espontáneamente reglas de seguridad de información, tomando seguros de todo tipo, buscando hacer sus trámites con mucha anticipación, evitando los lugares y situaciones demasiado “juergueros”; analizando cada evento operacional desfavorable, buscando identificar qué error cometió, para no volver a hacerlo ; y no tiene nada de una “nerd” del estilo de cierta famosa serie sobre jóvenes científicos. Amigas suyas de origen mezclado africano y nor-africano también son así, lo que me hace recordar las numerosas innovaciones que vienen de ese continente. Tengo varios sobrinos y sobrinas e hijos de amigos que lo son también. Todos unos “risk managers naturales”, estos chicos, o sea, tienen más cultura de gestión de riesgos que gente mucho mayor que ellos; pero veo eso mucho más en Europa que aquí, lo que no deja de preocuparme (ver por ejemplo el alto nivel de sobreendeudamiento por tarjetas de crédito de muchos jóvenes peruanos con poca experiencia laboral); ¿tal vez las últimas crisis financieras de ese continente con sus consecuencias sociales, y el crecimiento de la amenaza terrorista y de los ciber-ataques masivos,  aunados a un buen nivel educativo, hayan jugado un rol “concientizador” adicional?

 

Conclusión:

 La cultura de la gestión de riesgos no está necesariamente asociada a un gran conocimiento técnico; este a veces puede llegar a hacer perder la perspectiva y jugar en contra de una buena cultura de gestión de riesgos. Lo importante parece estar más en el tipo de educación que se haya recibido (¿qué educación habrán tenido los que vendían bonos “subprime” como buenos riesgos, a sabiendas?), y en reflejos culturales ancestrales, como el mencionado o el caso del Japón frente a los desastres. El 2do benchmark sobre la gestión de riesgos en Latinoamérica efectuado en el 2016  por Marsh Risk Consulting y por RIMS (the Risk and Insurance Management Society) nos nuestra cómo en las empresas latinoamericanas, el desarrollo de la cultura de gestión de riesgos es incipiente y representa aún una gran brecha (y sin embargo el conocimiento técnico no escasea en esta región).

Está ampliamente demostrado además por la experiencia lo importante que son, para el desarrollo de la cultura de la gestión de riesgos, las campañas de sensibilización y de capacitación constante en el seno de las organizaciones, así como la difusión del conocimiento a través de mecanismos gremiales, e incluso por instituciones clave como los supervisores/reguladores para que el número de los llamados “risk management champions” vaya aumentando en las organizaciones y en la sociedad. Y también es muy importante saber hacerlo en lenguaje simple, focalizándose en lo esencial,  (ejemplo: si uno empieza a enseñar gestión de la continuidad operativa hablando de RTO y MTPD, o riesgo de crédito hablando de PD y LGD, ya empezó mal).

COMENTARIOS

  • 1
  • 15.05.2017
  • 08:24:42 hs
René F. Estrella Fernández

Tenemos la experiencia de “sufrir” constantemente los embates de la naturaleza, tenemos normatividad administrativa, legal y técnica, contamos con entidades científicas serias, existen profesionales inmersos en GRD, pero tenemos autoridades con desidia, estupidez, flojera o inconveniencia; en fiscalizar (a nivel de estado) e implementarla (a nivel de gobierno subnacional), aunada a la incompetencia de su entorno, donde lo técnico es relegado a un segundo plano.
Pero los esfuerzos que se hacen, como el de Gregorio Belaunde, no deben cesar, para éste caso específico de riesgo.

  • 2
  • 16.05.2017
  • 12:32:32 hs
Alfredo Torrejon

Estimado Gregorio, muy interesante el artículo. Actualmente hago consultorias y capacitaciones en Gestión de Riesgos en Entidades Públicas y lo que más me sorprende es la poca importancia que le ven a este tema tanto la Alta Dirección hasta las gerencias medias. No lo ven como una herramienta que los ayuda a gestionar. La mayoría lo ve como una tarea a cumplir porque las Directivas emtidas por la Contraloría así lo indican. Hay mucho pan por rebanar pero si a esto no le toman importancia las cabezas de las organizaciones es muy complicado que la Gestión de Riesgos se implante en la misma.

  • 3
  • 17.05.2017
  • 10:34:01 hs
Jacinto

Buen día, la “Cultura de Gestión de Riesgos” tiene que ser también una política de Estado, orientada al ciudadano, diseñando para tal fin instrumentos acordes para su implementación, pudiendo ser enfocada desde la educación univeristaria y en una menor medida desde el último año de la educación secundaria.

Gracias

DEJE SU COMENTARIO

La finalidad de este servicio es sumar valor a las noticias y establecer un contacto más fluido con nuestros lectores. Los comentarios deben acotarse al tema de discusión. Se apreciará la brevedad y claridad.


No se lee? Cambie el texto.


TODOS los blogs


Invirtiendo a futuro

Gino Bettocchi

La era inteligente

Rafael Lemor Ferrand

Doña cata

Rosa Bonilla

Blindspot

Alfonso de los Heros

Construyendo Xperiencias

Rodrigo Fernández de Paredes A.

Diversidad en acción

Pamela Navarro

Sin data no hay paraíso

Carlo Rodriguez

Conexión ESAN

Conexión ESAN

Conexión universitaria

Conexion-universitaria

Café financiero

 Sergio Urday

La pepa de Wall Street

Vania Diez Canseco Rizo Patrón

Comunicación en movimiento

Benjamín Edwards

Zona de disconfort

Alana Visconti

Universo físico y digital

Patricia Goicochea

Desde Columbia

Maria Paz Oliva

Inversión alternativa

James Loveday

Con sentido de propósito

Susy Caballero Jara

Shot de integridad

Carolina Sáenz Llanos

Detrás del branding

Daniela Nicholson

Persona in Centro

Cecilia Flores

Mindset en acción

Víctor Lozano

Marketing de miércoles

Jorge Lazo Arias

Derecho y cultura política

Adrián Simons Pino

VITAMINA ESG

Sheila La Serna

ID: Inteligencia Digital

por Eduardo Solis

Coaching para liderar

Mariana Isasi

El buen lobby

Felipe Gutiérrez

TENGO UNA QUEJA

Debora Delgado

De Pyme a Grande

Hugo Sánchez

Sostenibilidad integrada

Adriana Quirós C.

Gestión de la Gobernanza

Marco Antonio Zaldivar

Marca Personal 360º

Silvia Moreno Gálvez

Creatividad al natural

Andrés Briceño

Mindset de CEO

Carla Olivieri

Clic Digital

IAB Perú

Market-IN

Jose Oropeza

Cuadrando Cuentas

Julia y Luis

Liderazgo con ciencia

Mauricio Bock

Pluma Laboral

Alonso J. Camila

Economía e Integridad

Carlos Bustamante B.

Aprendiendo - nivel CEO

Francisco Pinedo

Portafolio Global

BlackRock

Menos face más book

Rafael Zavala Batlle

Visiones para el desarrollo

CAF –Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe–

Te lo cuento fácil

Alumnos de la Universidad del Pacífico

Fuera de la caja

María Camino

Orquestación Estratégica

Dr. Diego Noreña

Más allá del efectivo

Felipe Rincón

Mujer, ejecutiva y trasgresora

Zendy Manzaneda Cipriani

Disrupcion en la nube

Disrupción en la Nube

Revolución digital

Pablo Bermudez

Economía desde el campus

Grupo Económica

Síntesis legislativa

José Ignacio Beteta Bazán

La parábola del mudo

Javier Dávila Quevedo

Arturo Goga

Arturo Goga

Sumando Valores

Superintendencia del Mercado de Valores

@infraestructura

Rosselló Abogados

Minería 2021

Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP)

Conciencia Corporativa

Verónica Roca Rey

Agenda Legal

Estudio Echecopar

Perspectiva Forestal

Comité Forestal SNI y Comité de Madera e Industria de la Madera ADEX

Pensando laboralmente

César Puntriano

Auditoria del Siglo 21

Karla Barreto

Economía conductual

Bertrand Regader

Cultura financiera

Walter Eyzaguirre

Triple enfoque

Cecilia Rizo Patrón

Gestiona tus Finanzas

Giovanna Prialé Reyes

Segunda opinión

Eduardo Herrera Velarde

Parte de Guerra

Pablo O'Brien

El cine es un espejo

Raúl Ortiz Mory

Ruarte's - Washington Capital

R. Washington Lopez

Atalaya Económica

Manuel Romero Caro

Terapia de Pareja

Luciana Olivares

Próspero Perú

Gladys Triveño

Herejías Económicas

Germán Alarco

Inversión e Infraestructura

Profesor de ESAN Graduate School of Business Sergio Bravo Orellana

Blog Universitario

Blog Universitario

Juegomaniáticos

Juan Pablo Robles

Gestión del Talento

Ricardo Alania Vera

Personas Power

Ana Romero

Millennials

Pamela Romero Wilson

Reglas de Juego

Pierino Stucchi

Humor S.A.

Jaime Herrera

Bitácora bursátil.

Equipo de Análisis de Intéligo SAB

Vivir Seguro

Asociación Peruana de Empresas de Seguros

El deporte de hacer negocios

Luis Carrillo Pinto

Zona de Intercambio

Julio Guadalupe

Innovar o ser cambiado

Andy Garcia Peña

Economía aplicada

Juan Mendoza

El Vino de la Semana

José Bracamonte

Carpeta Gerencial

IE Business School

Desafíos para el progreso

Banco Interamericano de Desarrollo

Diálogo a fondo

Fondo Monetario Internacional

Predio legal

Martín Mejorada

e-strategia

José Kusunoki Gutiérrez

Vinos, piscos y mucho más

Sommelier Giovanni Bisso

Palabra de Gestión

Julio Lira Segura

Impacto ambiental

Lorenzo de la Puente

Inversiones Globales

Carlos Palomino Selem

Moda Inc.

Daniel Trelles

Divina Ejecutiva

Fiorella

Menú Legal

Oscar Sumar

Analizando tus inversiones

Diego Alonso Ruiz

Reformas incompletas

Instituto Peruano de Economía

Empresa&Familia

Pablo Domínguez

Hoy sí atiendo provincias

Félix Villanueva - Aurum Consultoría y Mercado

Smart money

Luis Ramírez

Consumer Psyco

Cristina Quiñones

Gestión de servicios

Otto Regalado Pezúa

Marketing 20/20

Michael Penny

Mercados&Retail

Percy Vigil Vidal

CAFÉ TAIPÁ

Milton Vela

Anuncias, luego existes

Alexander Chiu Werner

Marcas & Mentes

Lizardo Vargas Bianchi

Riesgos Financieros

Gregorio Belaunde

Economía para todos

Carlos Parodi

De regreso a lo básico

Paúl Lira Briceño