¿Recuerdan esta escena del Chavo del 8 junto al Profesor Jirafales?
- A ver Chavo, responde a la pregunta.
- No, yo no sé…
- ¿Cómo que no sabes? Si tu aprobaste el examen anterior.
- ¿Aritmética o Geometría?
- Aritmética.
- No, ese no lo aprobé.
- ¿Y Geometría?
- Tampoco.
Inolvidable. Y la cantidad de cuchufletas que generó Gomez Bolaños será siempre agradecida porque alegró millones de tardes escolares o universitarias.
Aquí en el Perú, sin embargo, el debate mediático ha asumido un tenor con el mismo carácter absurdo pero que no genera la misma experiencia de alegría, especialmente cuando quiere abordar algún tema sectorial. Analicen lo que ocurre con el sistema de salud.
Hablemos de aritmética. El estado debería asegurar y atender adecuadamente a 28 millones de peruanos, pero no lo hace o lo hace mal. Debería abastecer de medicamentos de calidad sus establecimientos, de modo que sus usuarios no gasten dinero en una botica privada, pero la mitad de ellos sigue sin conseguirlos.
Fíjense en lo que ocurrió con Mario Romero, el empresario que no subió el precio del oxígeno que vendía. Atendido de emergencia en un hospital estatal, no obtuvo las medicinas que necesitaba. Se las donó una cadena farmacéutica. O piensen en el congresista Fernández Chacón, quien hizo efectivo el seguro que le otorga el Congreso de la República y se atendió en una clínica privada para vencer al Covid-19, aun habiendo declarado muchas veces contra el empresariado. Irónico, ¿no?
Ese mismo estado que le exige a privados y ciudadanos que “sean buenos”, no tiene indicadores de calidad o transparencia, y aunque debería ejecutar eficientemente su presupuesto, hace años que no logra invertir más del 60 o 70% cada diciembre (si es que tomamos como referencia -como debe ser- el presupuesto inicial de apertura). Pero eso sí, planilla y gasto corriente siguen ejecutándose y aumentando sin obstáculos.
Entonces, con estas cifras en la mesa, ¿la prensa decide dirigir sistemáticamente su mirada al privado? ¿Qué pasa en la aritmética periodística?
Hablemos de Geometría. Si hablamos de integración vertical o enriquecimiento, MINSA, EsSalud, los gobiernos regionales y las sanidades tienen algo mucho peor: en todas estas entidades estatales los roles de financiamiento y prestación se concentran en las mismas personas. En el estado, quien define los costos de aseguramiento y quien gasta el dinero le reportan al mismo jefe. Nuestro dinero entra en una sola bolsa oscura en la que nadie sabe a ciencia cierta cuánto le corresponde, qué merece, aun pagando impuestos y contribuciones puntualmente. ¿Pero a dónde apunta el reflector de los medios? Ya saben.
Nadie niega que el sistema privado tiene problemas que explicar y solucionar. Que se les fiscalice y rindan cuentas frente a sus pacientes. Hoy tenemos mucho mas poder para evidenciar sus malas prácticas. Pero ni en números ni formas debería ser el centro de la atención si pensamos en el paciente más pobre, las comunidades más vulnerables y los peruanos indefensos. Uno podría sospechar de otros intereses. ¿Reprobaron aritmética y geometría? ¿Sesgo ideológico? ¿O estamos frente a una táctica de miedo?
Asumir que nuestra prensa está tan mal informada, me resulta poco creíble. Comprobar que están amenazando a ciertos poderes económicos a cambio de (…) sería muy serio. Y es que con un poco de información y honestidad intelectual, el debate debería centrarse el 95% del tiempo y 8 de cada 10 veces en las reformas que el sistema público requiere, en la corrupción que aún campea en sus áreas de logística y compras, en las enormes pugnas de interés, discriminaciones, ineficiencias, integraciones, y oscuridades que sobreviven en el único y verdadero gran monopolio político y económico que existe: el estado.
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