Spanglish, ésa era la película en la que aprendí una de las lecciones envueltas en metáforas mas sabias que me han podido enseñar por uno de mis actores favoritos, Adam Sandler. El, un gran chef de renombre en su país, habría sido criticado de manera muy positiva por una famosa periodista, es ahí donde la expectativa de la felicidad de Adam podría esperarse como que “lo logró, lo alcanzó” y no es así para nada, de hecho es ahí mismo, durante esa ola de halagos en las que el reconocido chef comenzó a reflexionar sobre lo que realmente quería y necesitaba. Siempre había sido un hotel 3 estrellas y de un día a otro por la opinión de una persona influyente, es 5 estrellas, ¿cómo adaptarse a eso ahora?, ¿qué pasa ahora?, ¿somos más importantes?, ¿nos debemos de estresar más?, ¿hay mas presión o expectativa a nuestro trabajo, nuestra imagen, nuestras actitudes, nuestros comportamientos?, ¿cómo encontrar el balance, el equilibrio, lo justo?
Ante todas esas preguntas, el chef se respondió a si mismo que independientemente que los de “allá afuera” o “el otro” (medios, sociedad, personas en general) podrían pensar ahora que son 5 estrellas, ellos debían sentirse agradecidos con el reconocimiento externo y si, creérnosla pero no desde nuestro ego, sino desde nuestro corazón, aceptando el triunfo, la gloria y el éxito sin perder nuestra esencia. Agregando que lo más importante para mantener el éxito conseguido, justamente no era pensar que “ya, lo logramos, aquí se acabó”, sino todo lo contrario. Lo único constante es el cambio y es por esa razón que el chef pensó en su restaurante como un hotel 3 estrellas : bueno, bonito, barato y con las 3b a pesar de ser un restaurante con más estrellas, ésta metáfora lo ayudó a mantener el éxito a través del poder de la humildad y también con inteligencia de entender que siempre se puede mejorar cada día, que la excelencia no es un estado de tope sino de proceso y de seguimiento para trascender en el tiempo. Y es eso justamente lo que hizo, agregarle valor al restaurante.
Ahora bien, quiero que pienses en tu trabajo, en tu proyecto, en tu vida como un plan fascinante o un hotel de 3 estrellas, que siempre debes procurar tenerlo flexible para poder saber adaptarte a los cambios que la vida te enseñe sobre la marcha. Siempre va a haber alguien peor o mejor que tu y eso no significa que tengas que estar a la defensiva todo el tiempo o analizando/controlando el movimiento “del otro”, sino imagínate lo agotador que sería eso, ni hablar. Se trata de tener la capacidad de fluir lo que pase en el momento también sin estrategias, si, me leíste bien, sin estrategias. Lo sé, suena un poco imposible y contradictorio ser un empresario(a) en éste mundo y no tener estrategias, lo sé, pero es que lo que tienes que entender es que hay momento para todo. Si bien es cierto, hay un tiempo para hacer que las cosas sucedan (analizar, planificar, armar estrategia), existe también un tiempo para dejar que las cosas sucedan (confía) y simplemente reaccionar o no en el momento, sin análisis, ni planificaciones o estrategias y esta bien también.
Dar lo mejor, te hace el(la) mejor /sin expectativas
Mucha gente se paraliza o abruma cuando esto sucede, juzgándose a si mismo(a) de manera innecesaria e injusta la mayoría del tiempo. Yo puedo ser muy dura y exigente conmigo misma cuando me equivoco, aunque no parezca (no importa si eres coach, eres humano(a) y nuestra especie esta diseñada a sepultar el error en vez de aceptarlos. Es irónico, le tememos al error tanto que nos olvidamos de aprender de los mismos para ser mejores, así que aprendemos a aparentar a estar bien, no importa que realmente no sea así, ¿patético no?
Ser un hotel de 3 estrellas siempre te deja espacio para crecer, porque no tienes nunca el tope, entonces te vuelves imparable
Si eres un hotel de 5 estrellas sobre 5, entonces ¡llegaste!, no es interesante ya … deja de ser conquistable. En cambio, tener 3 estrellas te hace ser un buen hotel en el camino de ser una mejor versión siempre, en donde el tope está allá y no acá, la aventura es permanente, la diversión se mantiene y las ganas de superación esta vigilante siempre. Ser un hotel de 3 estrellas es el “truco” para ser el(la) mejor porque te da la oportunidad de <creértela sin creértela> dando lo mejor que tienes todos los días.
Deseo para ti que ésta analogía te sirva tanto como a mi para seguir creciendo, desarrollándote y evolucionando en los diferentes sectores de tu vida, un abrazo
Ani
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