Escribe Luis Carlos Dávila Maje, alumno de Administración de la Universidad del Pacífico
En su primer mensaje a la nación por 28 de julio, el Presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, propuso entre otras cosas, que los jóvenes que no estudien ni trabajen deberán acudir al servicio militar. Si bien no brindó mayores detalles acerca de esta propuesta, se sabe que hace referencia a la generación nini, definición que se otorga a los jóvenes de entre 15 y 29 años que ni cursan estudios ni cuentan con algún trabajo. Si se tiene en cuenta que en los últimos cinco años la cifra de ‘ninis’ aumentó en 380 mil jóvenes y la pandemia ha ocasionado la pérdida de millones de empleos y aumento de la tasa de deserción escolar en el Perú, es necesario conocer más a detalle a esta generación. La presente columna tiene como objetivo presentar algunos alcances acerca de este grupo de personas, los subgrupos que la integran, cuáles son las posibles causas de su falta de actividad, y la importancia de poder establecer medidas que contribuyan a la reducción de este sector de la población.
Según Oswaldo Molina, director ejecutivo de la Red de Estudios para Desarrollo (Redes), un ‘nini’ hace referencia a un joven entre 15 y 29 años de edad que a efectos del mercado laboral no cuenta con alguno de estos tres estatus: empleado, estudiante o en capacitación. Según cifras del INEI, en 2019 alrededor de 1,4 millones de jóvenes se encontraban dentro de esta categoría; 16,8% de un total de 8 millones 300 mil jóvenes entre 15 y 29 años. Además, de cada 100 jóvenes ‘nini’ en el país, 67 son mujeres y 33 son varones. Asimismo, la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del año 2014 mostraba que, en el caso de los varones, conforme avanzan en edad, se observa una disminución en la cantidad de ‘ninis’, pasando de 11,4% entre 18 y 24 años a 10,1% de varones entre 25 a 29 años. Por otro lado, en el caso de las mujeres, esta cifra se ve incrementada de 23.8% a 27.9%.
Así también, el estudio señalaba que mientras se iba alcanzando un mayor nivel educativo, la cantidad de ‘ninis’ tendía a reducirse. Es así que, en 2014 el 26,5% de ‘ninis’ contaba con educación primaria o un menor nivel de enseñanza, 19,7% con nivel secundaria, 11,3% con educación no universitaria y un 8,3% con educación universitaria. Además, en cuanto al nivel socioeconómico, la misma investigación mostró también que cerca del 60% de ‘ninis’ pertenecía a los tres quintiles con menores ingresos.
Entre las principales causas y factores de riesgo que afectan a los ‘ninis’ se encuentran la condición socioeconómica, el nivel educativo, la convivencia temprana, la inserción en trayectorias delictivas y la deserción escolar causada por el embarazo adolescente o el cuidado de una persona en el caso de las mujeres y la necesidad de conseguir ingresos adicionales para el hogar en el caso de los varones (Alcázar, Balarín, Glave & Rodríguez, 2018). Si a ello se le añade la realidad peruana como la educación de baja calidad, inseguridad ciudadana, escasez de oportunidades y sistema de transporte precario se presenta el escenario perfecto para que exista una gran cantidad de jóvenes ‘nini,’ señala Oswaldo Molina, director de Redes. Por esta razón, es importante seguir investigando acerca de esta problemática no solo para diferenciar entre tipo de ninis sino también considerando el contexto peruano de alta informalidad (Rodríguez e Higa 2010, Loayza 2008 citado por Alcázar, Balarín, Glave & Rodríguez, 2018).
Cabe resaltar también que existen críticas relacionadas al concepto ‘nini,’ ya que se trata de una definición heterogénea que “combina grupos con experiencias, características y necesidades muy distintas” (Furlong, 2006 citado por Alcázar, Balarín, Glave & Rodríguez, 2018). El término ‘nini’ incluye tanto a jóvenes desempleados que buscan trabajo como a los que no lo buscan, a mujeres que se dedican al trabajo doméstico, a jóvenes con trabajos intermitentes y a los que se dedican a actividades delictivas, por lo que no todos pueden ser atendidos por un mismo conjunto de políticas (Alcázar, Balarín, Glave & Rodríguez, 2018). Además, establecer medidas como si se tratase de un grupo homogéneo puede conducir a una serie de estereotipos erróneos sobre los comportamientos de los ninis, ya que pueden ser vistos como jóvenes “que no hacen nada” (Miranda, 2015 citado por Alcázar, Balarín, Glave & Rodríguez, 2018).
Asimismo, asumir con frecuencia que no desean trabajar puede tener consecuencias negativas para su futuro (Maguire, 2015 citado por Alcázar, Balarín, Glave & Rodríguez, 2018). En efecto, el porcentaje de jóvenes que no estudian ni trabajan por decisión personal o por falta de motivación es bajo (Elder, 2015 citado por Alcázar, Balarín, Glave & Rodríguez, 2018). Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) mostró que el 97% de jóvenes latinoamericanos ayuda en su casa, busca empleo o tiene alguna discapacidad que le impide trabajar o estudiar y solo el 3% son jóvenes que no realizan labores productivas.
En conclusión, es necesario prestar mayor atención a este sector de la población denominado ‘ninis’ ya que la mayoría de estos suele provenir de contextos o familias vulnerables (Furlong, 2007 citado por Alcázar, Balarín, Glave & Rodríguez, 2018). Además, esta problemática suele estar asociada a un mayor riesgo de exclusión social que origina la pérdida de varios años de experiencia laboral lo que deriva en una baja o nula inversión en salud, educación y gastos relacionados a una vida estable (De Hoyos, 2016 citado por Alcázar, Balarín, Glave & Rodríguez, 2018).
Es de vital relevancia aprovechar el capital humano joven que representa los ‘ninis’ a través de programas de capacitación laboral, políticas públicas que mejoren la calidad educativa, reduzcan la deserción escolar y contribuyan a superar barreras de género, teniendo en cuenta que en el Perú las dos terceras partes de ‘ninis’ son mujeres. Realizar las acciones necesarias puede garantizar la mejora de la productividad de los jóvenes y una mejor calidad de vida a largo plazo en el país.
Referencias:
Alcázar, L., Balarin, M., Glave, C., & Rodríguez, M. F. (2018). Más allá de los nini: los jóvenes urbano-vulnerables en el Perú. GRADE.
Instituto Nacional de Estadística e Informática (2014). Población joven que ni estudia ni trabaja. INEI.
https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1293/cap07.pdf
Molina, O. (2020, 20 septiembre). Los ‘ninis’ en el Perú: una generación golpeada por la pandemia. El Comercio.
https://elcomercio.pe/economia/peru/los-ninis-en-el-peru-una-generacion-golpeada-por-la-pandemia-por-oswaldo-molina-opinion-noticia
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