Escribe, Andrés Soto, alumno de Economía de la Universidad del Pacífico.
En los últimos años, la población ha sido motivada por las promesas de empresarios de la rama tecnológica mediante propuestas que buscan incentivar la inversión en bienes intangibles. Dichas inversiones serían introducidas en ambientes especializados para la maximización de ganancias, un ejemplo es el metaverso del CEO de Meta, Mark Zuckerberg. Sin embargo, para que esta práctica se popularice en mayor magnitud aún queda demasiado tiempo, por ello muchos traders y gurús de las finanzas aseguran que no es necesario “subirnos al tren” en estos momentos.
A pesar de ello, existe una gran comunidad de “cryptotraders” que ha mantenido a flote el mundo de las criptomonedas y derivados como los NFTs y terrenos virtuales. Lamentablemente, debido a la gran recesión que vivimos globalmente a causa del encarecimiento de materias primas y el aumento en el costo de los fletes por conflictos políticos y militares, se prevé que este mundo intangible también será afectado por un fenómeno relativamente nuevo conocido como “criptoinvierno” o “bear market”.
Criptoinvierno vs recesión
Para entender un poco mejor el concepto, cabe resaltar la similitud que existe entre el “criptoinvierno” y una recesión normal en cuanto a la disminución de la actividad económica y el aumento del nivel de ahorro de los individuos. Aquello motiva a los gobiernos y bancos centrales a implementar paquetes de impulso económico a fin de incrementar el consumo e inversiones en mayor medida. Análogamente, en el criptomundo se entiende que la disminución de compras va acorde con una mayor preferencia del usuario por bienes o apuestas con mayor estabilidad de precio, este tipo de activos se denomina “stablecrypto”, cuya moneda más característica es el USDT. Además, se debe considerar que dicho ambiente comercial no es manejado por entidades reguladoras, como un Banco Central, y su ausencia es el principal componente de su atractivo (Millán, 2022).
En busca de una mayor comprensión de las afirmaciones anteriores, es esencial destacar la relación directa entre el nivel de riesgo de un activo y el valor de retorno que podría ofrecer con el paso del tiempo. Dicho vínculo se fundamenta en la idea de que debe existir algún tipo de incentivo para el consumidor, si este desea almacenar en su portafolio un producto peligroso como una moneda nueva o experimental. Por ende, el consumidor debe aprender a administrar su dinero a la hora de invertir; no obstante, dada la recesión, el monto destinado por cada individuo a la inversión se ha hecho mucho más pequeño, en consecuencia, se evitarán los bienes volátiles y consumirá las monedas categorizadas como “stablecryptos”. En el peor de los casos, el usuario preferirá desertar del ecosistema cripto y optar por alternativas financieras más tradicionales como acciones o depósitos personales, las cuales producen “dinero ocioso”. Según Trincado (2022), esta actitud genera un freno de la actividad económica en el mercado y aumenta las sospechas de una recesión o un criptoinvierno.
Considerando lo anterior, es relevante preguntarnos cuándo será la fecha en la que termine este evento. Según reportes de medios especializados como Bloomberg, el fin de este cambio es complicado de analizar. En un inicio, el boom de las criptomonedas se originó gracias al apoyo mediático de grandes figuras públicas, entre ellos Elon Musk y Bill Gates, e historias de éxito conseguidas a partir de pequeñas inversiones como el caso de los miles de pequeños mineros que ayudaban en el funcionamiento del sistema por fragmentos de bitcoin, solo como pasatiempo (Dillan, 2022), empero, con el paso del tiempo aquellos milagros comenzaron a ser cada vez más escasos e improbables, dando así inicio al desinfle de la cripto-burbuja. Por tanto, no es fácil predecir cuándo va a volver a ocurrir un repunte en el uso de este medio de transacción, pues podría ser ocasionado por otro apogeo mediático o por una nueva funcionalidad que se le podría encontrar a las criptomonedas, lejos de ser medios de especulación.
Tras establecer que este acontecimiento no tiene una fecha de fin definitiva, es necesario conocer qué medidas debemos tomar en caso de querer entrar o mantenerse en el mercado a lo largo de esta cripto-recesión. El consejo más grande que se puede dar es aprender a investigar a profundidad acerca de nuestra próxima inversión y no dejarnos influenciar únicamente por la opinión de un experto o famoso. En efecto, existen casos de influencers que, bajo su rol de líderes de masas, han estafado a varios inversores pequeños en la compra de criptomonedas, un ejemplo de ello es el caso de CryptoEats. Esta compañía ficticia logró recaudar medio millón de dólares en menos de treinta minutos y, con la misma rapidez, desapareció junto al monto recaudado y las esperanzas de muchos de sus seguidores, quienes no pudieron reclamar con ninguna entidad debido a la descentralización de las monedas mencionadas (Castaño, 2021). Dicha historia fundamenta aún más nuestra obligación como consumidores responsables de informarnos con detenimiento sobre cualquier inversión a realizar.
Diversificación de inversiones
Adicionalmente, se aconseja a los inversores que, si buscan realizar todas sus inversiones exclusivamente en este mundo, deben tener muy en cuenta que la diversidad de su portafolio debe incluir monedas estables de precio como Tether, y una cantidad mínima de monedas como Dogecoin o Shiba Inu. Asimismo, es fundamental entender que en el contexto actual no se puede vivir solo con el ingreso que genera esta actividad, pues es poco probable conseguir los resultados estimados para una vida cómoda (Burecovics, 2022). A razón de ello, es imprescindible aprender a diferenciar los tipos de comunidades dentro de cada moneda digital, ya que existen muchas que basan su existencia en que la moneda alcance un máximo histórico y, seguidamente, se desligan del proyecto y pueden ocasionar pérdidas, para ello, podemos aludir al caso de los “meme-coins” como ejemplo.
En conclusión, el criptoinvierno es un evento muy parecido a la recesión, que se pronosticaba desde hace un tiempo dada la situación económica actual, la falta de regulación y la carencia de apoyo de una entidad centralizadora. Asimismo, su duración es indeterminada debido a la falta de información que nos podría brindar algún modelo que explique el comportamiento de este mercado. En consecuencia, es recomendable que todos los inversores tomen las medidas anteriormente mencionadas pues les permitirá disminuir su aversión al riesgo e incrementar sus ganancias en el largo plazo.
Bibliografía:
Burecovics, A. (2022, 30 de julio). Criptomonedas: cómo sobrevivir al invierno cripto. A24. https://www.a24.com/crypto/criptomonedas-como-sobrevivir-al-invierno-cripto-n1033964
Castaño, J. (2021, 26 de octubre). Una criptomoneda, influencers y una app de comida: así se monta una estafa millonaria en 30‘. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20211026/7816686/influencers-famosos-promocionan-empresa-delivery-resulto-estafa-pmv.html
Dillan, J. (2022, 21 de mayo). Este criptoinvierno será largo, frío y duro. Bloomberglínea. https://www.bloomberglinea.com/2022/05/22/este-criptoinvierno-sera-largo-frio-y-duro/
Millan, V. (2022, 13 de mayo). Qué es un ‘cripto invierno’: el vaticinio que amenaza al bitcoin y otras criptomonedas. elEconomista.es https://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/11765094/05/22/Que-es-un-cripto-invierno-el-vaticinio-de-varios-expertos-que-ahora-cobra-sentido.html
Trincado, B. (2022, 8 de julio). El criptoinvierno fuerza el cierre de 2gether y deja a la deriva a 100.000 afectados. CincoDías https://cincodias.elpais.com/cincodias/2022/07/07/mercados/1657218878_466422.html
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