Las personas somos una ensalada de conocimientos adquiridos a partir del pensamiento crítico y la experiencia. Uno de los errores más grandes y de los retos más difíciles en el marketing y la publicidad es, precisamente, desentrañar los ingredientes del ser humano sin ser contaminados por el nuestro. Cuando ves a los consumidores desde sus propios ojos habrás conseguido entender su mente, y eso se logra siendo empáticos. ¿Cómo lograrlo?
El prejuicio
“Yo no entiendo cómo los jóvenes de hoy van a un concierto o a un espectáculo y en vez de dedicarse a disfrutarlo sacan su cámara digital o su smartphone y se quedan todo el tiempo grabándolo. Para eso mejor se compran el DVD oficial. ¿Dónde quedó el ‘vivir el momento’, la conexión con lo que ves en la realidad en vez de estarlo viendo en una estúpida pantalla?“
En el mundo del marketing abundan los prejuicios, no solamente raciales y sociales -todo un tema-, sino sobre todo en cómo se percibe el pensamiento, las emociones y el comportamiento de los consumidores. Para entender el comportamiento hay que entender qué los emociona y así poder llegar al pensamiento que está detrás.
El prejuicio es opinar o dar un juicio sobre algo/alguien sin tener previamente una evidencia o experiencia que lo respalde. Sucede a menudo no solo por la flojera empresarial de investigar en la cancha al consumidor (incluso de manera ecléctica si se quiere), sino también por la dificultad que tienen las personas por ponerse en el zapato de los demás y entender su forma de ver las cosas, sin un juicio de valor por delante. En otras palabras, a ser empáticos.
En el ejemplo de hace unos párrafos atrás hay un típico caso de prejuicio sobre el consumidor, que en algún momento se podría traducir en un anuncio publicitario tergiversado, malinterpretado e inservible. El reto está en desaprender nuestra realidad para empezar a entender a los consumidores sin una capa de juicio previo.
En el caso propuesto, los jóvenes que graban un concierto con su celular tienen un criterio de valor distinto a otros, y está bien. Su comportamiento radica en que obtienen más emociones al tener un registro audiovisual de algo que podrán verlo muchas veces más y, sobre todo, poder compartirlo con su círculo social. Encuentran más satisfacción en que su red social sepa que ha vivido una experiencia fascinante que la experiencia en sí misma. El pensamiento detrás es que el verdadero valor de las experiencias está en grabarlas y compartirlas porque eso también son vivirlas. A aquí tenemos una verdad desnuda, un insight nacido de la empatía.
Hacer este ejericio dibuja una nueva dimensión de realidades del consumidor que simplemente se ignora por culpa de esta miopía selectiva de ver la realidad de los demás. Dos casos publicitarios prácticos que demuestran la importancia de lograr empatía con el consumidor.
Gloria y la república independiente adolescente
Hace casi dos años que se lanzó este reposicionamiento de leche Gloria para el público objetivo de los adolescentes peruanos. Cuando lo analicé, mis críticas eran muy puntuales: No creía que una campaña podía ser capaz de lograr que tomar leche sea visto como algo rebelde y transgresor en los adolescentes, pero sobre todo, existía algo en la forma en que la marca le habló a sus consumidores que no me resultaba creíble.
La etiqueta “adolescente rebelde” se mantiene hasta el día de hoy y uno de los primeros errores de la campaña es haber supuesto que los de hoy lo siguen siendo tan igual como cuando los creadores de la campaña lo fueron. El adolescente de la generación pasada no es el adolescente de la generación de hoy.
Si fuéramos más empáticos con los adolescentes millenials nos daríamos cuenta que su rebeldía no va tanto por pelearse con los papás sobre su forma de vestirse o arreglar su cuarto, sino, por ejemplo, por tenerlos o no participando activamente es sus redes sociales online. ¿Quieres sentir la verdadera rebeldía que puede tener un adolescente de hoy? Quítale su smartphone.
La revista Time describió a los adolescentes millenials como flojos, narcisitas y que siguen queriendo vivir con sus padres. Si bien es muy complejo, podemos darnos cuenta que razón no falta: son más flojos en muchas cosas porque las Tecnologías de la Información y Comunicación lo permiten (y más bien se esfuerzan en otro tipo de ámbitos y esferas), son narcisistas porque tienen mayor control sobre su identidad gracias a Internet, y siguen viviendo con sus padres porque pueden vivir sus mundos paralelos en lo digital y en puntos de encuentro social (como Starbucks) sin necesidad de mudarse de sus casas.
Este adolescente de hoy no se graficó en la campaña de Gloria y prueba de ello es que la página Web promocionada ya no existe, el fanpage está en el cementerio de los likes y la leche continúa siendo una bebida que tus papás te siguen obligando a que lo tomes y no es un símbolo de rebeldía.
Life, la red social monetizada
La red social creada en el Perú con el objetivo de ganar dinero a través de las recomendaciones de compra y consumo tiene pocos meses de nacida y en mi opinión no funcionará. La premisa del modelo de negocio radica en otorgarle un valor agregado a una red social, que es la de ganar dinero compartiendo los consumos que uno realice en los establecimientos asociados. Mientras más amigos, más posibilidades de ganar dinero, al tradicional estilo de un modelo piramidal o esquema Ponzi, aunque sin ser propiamente una estafa.
¿Por qué no funcionará? La respuesta está en la empatía con el consumidor a través del análisis de su comportamiento, emociones y pensamiento. Las personas utilizan las redes sociales con seis objetivos puntuales: compartir, informarse, comunicarse, entretenerse, colaborar y hacer negocio. Una red social basada en el interés económico destruye su propia naturaleza de red social. El gran valor del boca a boca o buzz marketing en Internet es que las recomendaciones de los usuarios son desinteresadas, motivadas por una gran experiencia de consumo o un pésimo servicio, nunca por querer ganar más dinero. Sugerir que reemplacemos nuestra red social por una monetizada parece lógico pero es absurdo.
En la innovación, en el proceso de crear una empresa, en una campaña publicitaria, en una acción de marketing o en cualquier otro ámbito relacionado al consumo, nunca hay que olvidarse que hay que desaprender nuestra realidad para aprender la de los demás. El consumidor siempre tiene su razón.
["Anuncias, luego existes" se publica los lunes.]
[Twitter: @alexanderchw]
COMENTARIOS
Estimado Alexander,
En el año 2004 conversé con Joselito, el famoso director de orquesta, sobre su desagrado por el reageton. Yo humildemente le recordé que hace 40 años atrás surgió el mambo con el mismo efecto en los adultos de esa época. El se escandalizó con mi comparación. De más está decir que hoy 2014, Joselito inevitable incluye al reageton en sus espectaculares fiestas. Los prejuicios son peligrosos y estoy de acuerdo en que hoy ya no solo amenazan el crecimiento de la empresa sino su misma existencia. La famosa “disrupción” será cada vez más rápida y violenta.
La publicidad es la punta del iceberg de este proceso, por ser evidente, sin embargo es mucho más profundo y alcanza a la organización completa.
Por ello hoy la tendencia de las empresas pasa por hacer un proceso de intraemprendimiento, de reescribir el propio código genético en la forma como dan y reciben valor, redescubrir un “modelo de negocio”, dejando atrás la cultura de la década pasada de hacer “planes de negocios”.
Uno de los métodos más revolucionarios en ese sentido es la metodología Lean Startup, descrita por Harvard Business Review como “La metología que lo cambió todo”. Acá un link sobre esto. http://jupiterconsulting.wordpress.com/2014/04/03/lean-startup-el-metodo-para-crear-empresas-radicalmente-exitosas/
Los prejuicios se eliminan “saliendo a la calle” como dijo Steve Blank. No puedo estar más de acuerdo con él.
Muy buen artículo.
Saludos,
Juan Miguel Galeas
Galeas Jupiter Consulting
Amigo Juan Miguel, sin animo de hacer polémica de ideas en el blog de alexander, diré que el Método de Lean Startup, es ideal para negocios que van a lanzarse a la nube , ..pero que haya de los negocios OFFline, y ojo solo es aplicable para ideas de negocios por internet
atte,
mauro villarreal
Muy buen artículo y una gran verdad de la publicidad peruana es que tiene muchos prejuicios y estereotipos.
Cada persona es un mundo particular, pero inmerso en un ambiente donde ejerce fuerte influencia. Para poder ver en propios ojos y así entender su mente, primero debemos tener inteligencia emocional, experiencias diversas en la vida y actitud madura. La subjetividad se congela, y los patrones de la experiencia adquirida, te permitirá en parte poder ver en sus propios ojos….
Realmente hay una gran variedad de formas de pensar y no siempre se puede atinar en la publicidad.
Estoy de acuerdo cuando mencionas que “hay que salir a la calle” y conversar con la gente porque allí desaparecen o al menos se cuestionan los prejuicios y estereotipos que tenemos.
Haces un analisis muy adecuado de las campañas mostradas, pero me temo que tu solucion propuesta añade poco a las metodologias establecidas.
Como dijo Edith, “salir a la calle” para analizar posibles prejuicios no es mas que realizar un analisis adecuado del publico objetivo.
Al final, estimado Alex, solo le estas poniendo un nuevo nombre a un enfoque antiguo.
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Hola, no esperaba crear una definición nueva sobre lo que se debe hacer en marketing y publicidad, pero recuerda que lo obvio es eso, obviado. Y no se trata solamente de salir a la calle. Es también preparar el cerebro del publicista para desaprender lo suficiente para entender la realidad de los demás. Saludos.
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