“Mamá: Nacer de tu barriga fue extraordinario, te quiero”. Éste fue el mensaje en la tarjeta de mi hijo de 7 años por el Día de la Madre.
En medio de las celebraciones escolares observo cómo las mamás se esfuerzan por estar presentes en actuaciones y correr con mucha prisa al trabajo, a veces con estrés, otras con pena, culpa y/o frustración.
Esta semana hice un sondeo entre mamás en posiciones de liderazgo con la intención de profundizar en los desafíos de la maternidad en el entorno laboral: El 100% siente que en algún momento ha tenido que elegir entre “ser buena mamá” o seguir creciendo profesionalmente.
Como Coach promuevo que cada una de nosotras trabaje en el sentimiento de culpa: Descubrir qué lo genera y por qué los mensajes y gestos que nuestros hijos suelen darnos por el Día de la Madre, nos hacen sentir que “algo” estamos haciendo bien.
El 78% de las consultadas cree que sus organizaciones podrían ser más empáticas con la maternidad, el 71% se ha sentido en desventaja por ser mamá durante su carrera y el 50% piensa que un hombre con el mismo rol e impacto en la empresa, recibe mayor remuneración y mejores oportunidades de crecimiento.
Existen organizaciones que vienen realizando esfuerzos por impulsar el desempeño de quienes deciden por la maternidad y equilibrando las oportunidades para el crecimiento profesional del talento femenino. Sin embargo, aún hay mucho por hacer.
Les comparto 4 recomendaciones basadas en la experiencia de líderes talentosas en empresas de clase mundial que participaron de este sondeo, que pueden contribuir a que más mujeres sigan creciendo y retándose:
1. Real Flexibilidad: Muchas políticas de flexibilidad se quedan en el papel, no se pueden aplicar. Pregunta a tus colaboradoras cuántas veces pueden tomar libremente esos espacios sin culpabilidad, sin sentir presión, sin sentirse juzgadas. Las entrevistadas proponen medir por resultados: Mientras cumplan su trabajo, pueden manejar sus tiempos. Escúchalas.
2. Normalizar la Maternidad en la Cultura: Las colaboradoras sienten empatía de parte de sus empresas cuando éstas incorporan y promueven las necesidades de la maternidad en los comportamientos corporativos. Ello genera seguridad psicológica para las mamás, reduciendo el estrés laboral.
3. Círculos para mamás o Coaching en equipo: Una iniciativa muy valorada fueron los espacios para intercambiar experiencias, brindarse apoyo y/o llevar capacitaciones que las ayuden en sus retos: Equilibrio y manejo del tiempo, límites saludables, autoconocimiento, son algunos de los temas que sugirieron.
4. Romper paradigmas sobre la maternidad en el trabajo: Cuando estuve embarazada de mi primera hija fue uno de mis años más productivos y exitosos laboralmente y hasta fui reconocida como “alto potencial”. Bajo ese liderazgo nunca sentí discriminación. Puedo dar fe de que no se trata de elegir entre ser buena mamá o ser buena profesional.
Más que chocolates o flores, estas propuestas pueden ser “el regalo perfecto para mamá”. El talento femenino quiere seguir creciendo y retándose mientras construye y disfruta de su familia.
Estoy convencida de que está en cada persona, en cada líder, en nosotros como sociedad, tomar las riendas para el cambio.
Gracias a cada una de las mujeres que aportó con este artículo.
Feliz Día de la Madre!
Mariana
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