En los últimos años, el mercado de las bebidas ha experimentado una transformación significativa con la llegada de las bebidas sin alcohol que son tradicionalmente alcohólicas, especialmente aquellas que fueron inicialmente vinos, cervezas o destilados y luego se les retiró el alcohol. Estas bebidas, conocidas como “sin” o “zero proof“, están ganando popularidad entre los consumidores que buscan opciones más saludables y flexibles. Ya habíamos hablado de vinos con el ejemplo de Libertá y ahora abordaremos los destilados.
El origen: Destilados sin alcohol
La técnica de eliminar el alcohol de los destilados no es nueva, pero su aplicación en el mercado de las bebidas es relativamente reciente. Empresas innovadoras han desarrollado métodos para retirar el alcohol de los licores, preservando su sabor y esencia. Esto ha permitido la creación de bebidas que mimetizan la experiencia de beber un cóctel, sin los efectos del alcohol.
El auge del mercado
Según un reciente reporte de Informes de Expertos, el mercado latinoamericano de bebidas no alcohólicas alcanzó un valor aproximado de USD 82,73 mil millones en 2023. Se estima que el mercado crecerá a una tasa anual compuesta (CAGR) del 4,75% entre 2024 y 2032, alcanzando un valor de USD 125,62 mil millones en 2032.
Además, un informe de Procomer menciona que el mercado de bebidas no alcohólicas está experimentando un crecimiento acelerado impulsado por los consumidores “sobrio-curiosos” que buscan una vida más saludable y consciente. La post pandemia también ha contribuido a este aumento en la demanda de alternativas sin alcohol.
El nuevo jugador: Artisan
Los creadores del maravilloso hielo hecho con agua ultra purificada, que encontramos en los mejores bares de Lima, acaban de lanzar Artisan Zero alcohol y buscan posicionarse como el referente de las bebidas sin alcohol en nuestro medio. Se trata de una línea de productos que fueron destilados y se les retiró el alcohol. Los productos del portafolio son: #NotWhisky, #NotGin, #Notagave y #NotRum. Esperemos atentos las próximas novedades, pues sabemos que las habrá.
Aunque el mercado de las bebidas sin alcohol es prometedor, también enfrenta desafíos:
- Regulación: La regulación de las bebidas sin alcohol es aún incierta, lo que puede afectar la comercialización y distribución. Definir si el producto debe primero ser alcohólico o no para poder tener algún sello, por ejemplo.
- Percepción del consumidor: Algunos consumidores pueden ser escépticos sobre la calidad y autenticidad de las bebidas sin alcohol. Quizá aquí el reto pueda residir en la propia coctelería. En cómo la bebida tiene tal corpulencia o efervescencia que no “extrañemos” la presencia del alcohol.
- Precios: Los precios de las bebidas sin alcohol podrían llegar a ser más altos que los de sus contrapartes alcohólicas. Quizá esto pueda llevar a revisar el proceso de fabricación y en vez de añadirle un paso (la desalcoholización) replantearlo por completo.
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