Estás agobiado por el marco normativo que afecta tu negocio?, percibes que las condiciones en que te ves obligado a competir no son justas o equilibradas y que parecen diseñadas por tus competidores o rivales, o por burócratas que nunca han estado expuestos a la competencia y a la satisfacción de las necesidades y exigencias de los consumidores en un marco de libre elección ? Lo más probable es que tengas razón y en efecto, ambos factores clave responden a diseños promovidos o gestionados por gestores que representan intereses contrarios a los tuyos o, si buscamos escalar la reflexión, por agentes mercantilistas que han conseguido convencer a los policy makers o a los agentes que adoptan decisiones públicas, de fijar reglas que favorecen SU modelo de negocio y que crean barreras u obstáculos a una sana competencia y a un equilibrio en las reglas de juego. La alternativa no es abandonar tu actividad o echarte en manos de la informalidad/ilegalidad pues puedes adoptar la opción de enfrentar el problema con el mismo compromiso y dedicación que le pones o debes poner- al marketing, a la gestión del talento, a las finanzas o a las operaciones.
Tienes que acudir a las autoridades y policy makers que regulan tu negocio y te afectan, con argumentos técnicos, legales, económicos y políticos que convenzan sobre la conveniencia o la necesidad de adecuar el marco normativo, de igualar la cancha, de eliminar ventajas injustificadas o barreras perjudiciales y costosas. Para hacerlo bien, no basta construir y articular tus argumentos y puntos de vista- lo que por supuesto es esencial- sino que es necesario sintonizar con los objetivos y con los planes de acción y necesidades políticas – (LOS SANOS por supuesto)-del alcalde, gobernador, Comisión del Congreso, ministro, director general o regulador al que visites. Tu proyecto o forma de poner en práctica tu negocio, que seguramente hacen mucho sentido al interior de tu empresa, deben lograr cumplir con el filtro de la búsqueda del bien común, de generar valor agregado y beneficios sostenibles para el ciudadano. También con el de la necesidad política de satisfacer correctamente a sus votantes.
La gestión de intereses es la versión profesional que sintoniza con la gerencia moderna y eficaz. Es la respuesta que iguala la esencial tarea de buscar ser competitivos con las demás áreas de la gerencia. No se puede manejar tan delicado y sensible componente de la ciencia gerencial, de manera amateur, ligera o, lo que es peor, riesgosa o irresponsable.
Abundan los ejemplos que demuestran lo terriblemente costoso que resulta tomar esta esencial actividad con ligereza o sin el nivel de compromiso que su importancia demanda.
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