Este bodega entra al mercado para suerte nuestra en un momento adecuado para la gastronomía peruana. Estamos en crecida, y nuestro Perú necesita vinos serios, que sepan de historia, cultura, que la vida los haya ido moldeando, esculpiendo, evolucionando.
El paladar universal sabe poco de vinos, el placer va más allá, y posiblemente no sabemos lo que es el ¨dejarnos cautivar¨.
Vamos aprendiendo pero en el camino nos dejan una estela de vinos que no volveremos a comprar y otros que quedarán en nuestra historia de consumo que debemos compartir. Hace muy poco probé el Gotim Bru del Castell del Remei. Una bodega que a decir verdad investigando y rebuscando entre mis enciclopedias, descubrí una maravilla bicentenaria.
El desarrollo de las bodegas lo hizo Ignacio Girona y Vilanova, hijo de Ignacio Girona y Agrafel y nieto de Ignacio Girona y Targa. Ignacio Girona y Vilanova, además de ingeniero industrial, estudió ciencias exactas en Barcelona y agronomía en París e, influido por la viniviticultura francesa, tomó la iniciativa de ampliar y reconvertir la pequeñá bodega del Castell del Remei. Para ello se trasladó a Burdeos, y allí buscó los elementos necesarios para llevar a término el proyecto. Después de estudiar la estructura y los métodos de crianza de los grandes vinos bordeleses, se trajo un enólogo y cuatro familias de agricultores, para que enseñasen y garantizasen la buena elaboración de los vinos en el Castell del Remei.
Originalmente esta bodega fue concebida y construida en 1780 para la elaboración de vinos de crianza. Mas de 2 siglos haciendo vino? Saquemos cuentas y veamos lo que en tanto tiempo uno va entendiendo y mejorando su vino hasta llegar al punto de perfección de este espectacular castillo de donde nace el Gotim Bru, un tinto muy elegante añejado 10 meses en barricas de roble americano y francés, blend de cepas entre tempranillo, garnacha, cabernet sauvignon, merlot y syrah. 14.5% de volumen de alcohol. Un terciopelo creado a base de años de historia y de un precio perfecto. Además en la viña se aplican principios ecológicos que favorecen los procesos naturales e interacciones biológicas. Un vinos sano como los de éstas épocas donde hay que cuidar el planeta y también cuidarnos.
Me enamoré de esta bodega bodega por sus años, sus vinos, sus anécdotas. Una increíble fue sobre la visita de Albert Einstein a Barcelona, febrero de 1923, presentando ¨la teoría de la relatividad en la sociedad catalana¨. La historia escrita cuenta que en el banquete de despedida en honor al matrimonio Einstein, se menciona la presentación de un menú en donde uno de los vinos fue el vino Castrum Remedii de Castell del Remei.
Amo los vinos con historias, dibujan la remembranza en gusto y lo traen a la mesa para que nosotros sintamos lo mismo.
Más adelante definitivamente les iré presentando más vinos de este antiquísimo castillo.
Esta bodega ya tiene muchos grandes fans alrededor del mundo y sus precios son detalles que suman al prestigio y equilibrio de éstas joyas del mercado español.
Hay un santuario en nombre de la Virgen de los Remedios, es un capilla pequeña y muy de la zona. La dedicación a la Virgen del Remedio o del Remey (con la grafía catalana antigua) le fue dada por Ignacio Girona y Targa que, durante la Guerra de la Independencia, cuando le perseguían los franceses, se ocultó en la capilla de la Virgen del Remedio de Tárrega, Lérida, de donde era oriundo, y en donde se había se había refugiado procedente de Barcelona, en donde por entonces residía. Como fuese que los franceses pasasen de largo y no lo descubrieran, lo atribuyó a la Virgen del Remedio a la cual puso como protectora de la familia y de sus negocios.
Este santuario es otra razón por la cual publico este post en la fecha del día de la madre, que para todos es la Virgen de los Remedios. Ella todo lo cura, todo lo sana, con sus abrazos y besos nos hace olvidar todos nuestros problemas. Nos olvidamos que somos adultos y nos regocijamos en su calor.
Este vino es por ella, por la madre en su día.
Recuerden Gotim Bru, un vino de Castell del Remei, Lérida, Cataluña. Una bodega bicentenaria, lo que todos buscamos, un vino terroso, con cuerpo elegante, cremoso, silvestre y frutal a la vez por su composición de uvas francesas y españolas. Oxigenación, 15 minutos, sírvelo a 18 grados. La botella que andabas buscando, precio promedio: 65 soles. Un hermoso ejemplar listo para soñar el pasado y presente del vino.
Aquí su mejor precio, jaime@masiaiberica.com
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