“Amo tus pies porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua, hasta que me encontraron”
Pablo Neruda
Quisiera que todos los amantes del vino entendieran la verdad del vino, pero ni yo la conozco. Me guía una especial sensación en descubrir nuevos caminos que me lleven al infinito de la vid. Solo sé que es muy importante dejarme llevar por el hecho de seguir insistiendo en aprender. Muchos bebemos y bebemos hasta decir basta y no podemos clasificar nuestros deseos. Hay vinos para beber, hay vinos para solo disfrutar, también hay vinos para conversar y recordar. La gente sigue pensando en encontrar la bebida adecuada y cree que comprando el último libro de Hugh Johnson conseguirá el éxito en el vino. Y les cuento que el secreto del vino no lo descubrirán ni en los libros ni probando lo que te dice la gente. La historia de la uva ya está escrita, deja de engañarte, debes probar, tengo clientes que consumen los fines de semana con su pareja un vino caro y todos los días prueban varios tipos de vinos y cepas que tienen precios super módicos. Es la fórmula secreta del enófilo. Nunca te detienes, de paso se comparte, se une a la gente. Como bebemos y respetamos el vino, ahí está el secreto. En el respeto que le damos a esta bebida y cómo se compenetra con nuestras vidas. Siempre pero siempre ha estado acompañándonos como seres humanos.
Les quiero contar sobre algo muy especial, se llama el climax del vino. La superación nace dentro nuestro, está en el alma, está en buscar, en crecer, en sentir que cada vino es un nuevo renacer, aprendiendo a fluir en el universo siendo un vencedor. Con el vino es exactamente igual, el vino es la fuente de la juventud, de lo natural, aquel que guarda historias que se quedan en tu chip de experiencias. Es tu compañero en momentos diversos. Cuando llegas a la cima de tu ciclo biológico quieres lo mejor, lo más sano, miras atrás y recuerdas solo las buenas botellas que te has bebido y olvidas aquellos que no te hicieron sentir nada. Yo empecé más o menos a los 18 años de edad como sommelier junior, de aprendiz, no entendía nada, no valoraba, solo probaba y me paraba al costado de mi sommelier en jefe a verla como servía, descorchaba, decantaba, cómo sonaba al hablar. En esos momentos cataba y no racionalizaba, pero lo que me daban a probar era único pero no lo entendía en ese instante.
Eran vinos de todo tipo, baratos, mediano y caros. Uno de los tantos vinos que ya eran tops en ese tiempo era un sudamericano de lujo llamado Don Melchor. Yo le llamaba el Rolls Royce de Latinoamérica. Don Melchor es el primer vino ícono de Chile. Desde sus inicios y durante toda su trayectoria ha obtenido los más altos reconocimientos que lo confirman como uno de los máximos exponentes del Cabernet Sauvignon y al terroir de Puente Alto como el mejor origen chileno para la producción de esta variedad. El viñedo está conformado por 127 hectáreas: 90% corresponden a Cabernet Sauvignon, 7,1% a Cabernet Franc, 1,9 % a Merlot y un 1% a Petit Verdot. Está ubicado en la ribera norte del río Maipo a 650 metros sobre el nivel del mar. Se encuentra a los pies de la Cordillera de los Andes, en la cuenca del río Maipo y pertenece a la denominación de origen Puente Alto. Plantado en 1890, las parras promedian más de treinta años de edad y corresponden a una selección masal pre-filoxera, es decir, cuyo origen data de las primeras vides traídas desde Burdeos a fines del siglo XIX. Tiene todos los reconocimientos habidos y haber del mundo del vino. Es la estrella desde años y muchos han querido superar su legado pero no han podido. Está casi siempre en el primer puesto de este continente y es ejemplo de terror.
Cuando llegas a un momento de tu vida en que sabes que estás en la cúspide, debes beber vinos así para alimentar tu materia gris y punto. No menos.
Es un vino con 95 puntos a nivel mundial y se encuentra en el puesto número 9 del ranking de los top 100. Qué más?
“El viñedo de Don Melchor, a pesar de tener
una misma formación de suelo aluvial, tiene
diferencias que hacen que el viñedo produzca
vinos Cabernet Sauvignon con distintas notas o
expresiones. Ahora bien, la personalidad es la
misma en todos los vinos. Eso no cambia y es lo
que le ha dado la continuidad a Don Melchor
durante todos los años”, señaló el enólogo
Enrique Tirado. Sabias palabras.
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