el vino de la semana,
Montupoli, Rosé de Cerasuolo
Los grandes vinos siguen ingresando al terreno peruano
La Cerasuolo: 100% Montepulciano d’Abruzzo, tiene un color vivo rosado cereza, muy brilloso. Por ello el nombre Cerasuolo. En nariz: Muy expresivo, con aromas que recuerdan las frutas rojas como cerezas y fresas maduras. En Boca: Fresco y abierto, fino y frutal (como en nariz), duración media. La Cerasuolo es un típico vinos italiano, en particular d’Abruzzo, Lazio y Sicilia. Cerasuolo d’Abruzzo es elaborado con uvas Montepulciano vinificadas en blanco, sin contacto de las pieles con el mosto, durante la maceración.
Bello vino para invierno, servido a 12 grados, frente a la chimenea, rosé con cuerpo, sin ese dulzor carameloso. Más bien, cerramos los ojos y se siente un tinto elegante servido a temperatura fresca. Un atún al horno, 3/4, risoto con hongos de Porcón. Terroso, fértil, día soleado, bebida amorosa de color rosa.
Maduración, especial de 8 meses en Tonel de roble sueco que le da una redondez perfecta y ana los sabores. Siguiendo un estilo tradicional de sus rosados. Es importante probar todos los tipos de vinos que hay, así encontramos zonas únicas de aroma y sabor en la experiencia.
Cada vez que bebemos un vino nos enfrentamos a la uva, al microclima y al productor. Cada sorbo es un registro del tiempo, del clima, de la pasión con la que trabajan.
Inspiración, bajo las leyes de la zona
El Montepulciano Cerasuolo es el tipo de vino que se elabora en la región. Esta variedad presenta una maceración rápida y un color rosa coral, con reminiscencias a cereza madura. Delicado y suntuoso, es un vino muy fresco y versátil que puede acompañar los más diversos platos de comida.
Los Abruzos siempre han sido tierra de cocineros: muchos han salido de su pueblo para consagrarse en tantas pequeñas trattorías de Roma, Milán, Florencia o cualquier otra gran urbe italiana o extranjera. Es una tierra donde se funden el mar y la montaña, colinas verdes donde se respira la brisa marina. Colinas que nacen en el Adriático y se acercan hasta el comienzo de las estribaciones del Gran Sasso formando una paradisíaca estampa con diferentes colores y olores. Rodeado de parques naturales, reservas de animales, éste es el lugar donde mora la casta montepulciano d’Abruzzo.
Desde los límites territoriales de las Marcas hasta los de Molise, entre los ríos Tronto y Trigno, se expanden más de 30.000 hectáreas de viñedo (montepulciano y trebbiano). Es de una gran extensión a más de 600 metros sobre el nivel del mar. Los suelos son preponderantemente arenosos-arcillosos según las pendientes que presente cada colina.
Es uno de los vinos que más se identifica con las características del territorio donde nace.
Michele Torcia lo cita a mitad del siglo XVII como una de las variedades que siempre han sido cultivadas allí. Fue después de la 2ª Guerra Mundial cuando comenzó a cobrar importancia y a conocerse fuera de sus lugares de producción.
El reconocimiento como DOC. llega en 1968 y se incluye la tipología Cerasuolo. En 1995 se reconoció la subzona Colline Teramane del Montepulciano d’Abruzzo que se transformará en DOCG a partir de la añada 2003. Fantástico.
Italian Fine Foods liderado por Andres Haudry de Soucy, siguen importando vinos que describen claramente por qué el vino es historia, es familia, es región, es tradición.
Un placer compartir este vino para una sesión de ideas y nuevos proyectos. Espero lo disfrute tanto como yo.
José Bracamonte
Sommelier
El vino de la semana
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