el vino de la semana
Entre la Quebranta y la Tannat
TOÑUZ, EL NUEVO VINO DE VIÑA TACAMA
De la unión de la uva pisquera Quebranta y la uva europea Tannat nace Toñuz. El nuevo vino de Tacama se lanzará muy pronto, y será parte del wishlist para una cava con carácter. ¿Cuál es el aroma y el sabor de este blend? Solo hay una manera de saberlo.
Qué mejor que festejar el inicio de año con lo último de Tacama: el vino Toñuz, que está compuesto por la uva pisquera Quebranta —también llamada uva “patrimonial”— que tradicionalmente han sido utilizadas solo para elaborar Pisco, y la uva europea Tannat introducidas por Tacama al Perú durante el siglo XX.
“Hace tiempo estábamos analizando esta posibilidad, atentos a las tendencias. Ha llegado el momento de concretar uno de nuestros sueños con este producto, que es altamente diferenciador y un desafío para los paladares. Toñuz está dirigido a las personas dispuestas a probar, que buscan algo diferente y que se atreven al cambio. Es un vino apto para arriesgados, que cuenta con el aval de calidad de Tacama”, explica Mariela Gutelli, gerenta de marketing de la marca.
Agradable y fácil de tomar, el vino Toñuz puede definirse como un blend que une los dos mundos: el de las variedades patrimoniales y el de las variedades europeas. Así, resulta de la unión de la uva patrimonial Quebranta y de la Tannat, de origen francés. Una nueva experiencia para los amantes más osados del vino.
Y SE LLAMA PERÚ
“La Quebranta y la Tannat se vendimian, procesan y vinifican por separado. Luego, se realiza la mezcla de las dos en proporciones adecuadas para cumplir el objetivo: un vino afrutado, suave y con cierta ligereza”, afirma Frédéric Thibaut, enólogo de Tacama. “La Quebranta se considera la más emblemática de las uvas pisqueras y queremos mostrar que se puede elaborar un buen vino con ella. La Tannat se encarga de brindar frutas negras, color y algo de estructura”, añade.
Por cierto, Toñuz es un arbusto que crece en viña Tacama y el resto de Ica. En el valle, lo consideran como promotor de bienestar y un efectivo talismán contra hechizos y conjuros. “Tacama decidió denominar a este primer ensamblaje, o corte entre la uva patrimonial iqueña Quebranta 80 % y la uva europea Tannat 20 %, como Toñuz con la certeza de que este vino le brindará a quien lo beba los placeres únicos de una gran unión, y que recibirá una mágica protección”, sostiene la gerenta de Marketing.
Por si fuera poco, su presentación es exquisita. “Su etiqueta representa la unión de las uvas y, por ello, aparecen las dos cepas entrelazadas. Son vides que se unen para darnos sus mejores frutos y un gran vino”, revela Mariela Gutelli. El color chocolate de fondo simboliza el tono de la tierra, de los troncos de las cepas y de la madera del Toñuz. En la parte baja está el aval de la marca Tacama. Para esta primera edición, por cierto, se producirán solo 21.000 botellas. Inicialmente, se lanzará para el consumidor peruano, pero luego aspira a conquistar los paladares más exigentes del mercado internacional.
EL MARIDAJE PERFECTO
“Toñuz tiene un matiz de color carmesí con reflejos vivos y brillantes. Sus notas frutales recuerdan a frutos del bosque y a frutos negros, posee una nota mentolada y, ya en copa, se perciben las notas de especias como la canela. Su ingreso en el paladar es amable, de taninos medios y buena acidez. Lo que buscamos con este vino es el equilibrio”, señala Carlos Beltrán, sommelier del Tambo de Tacama.
¿Con qué se sugiere maridarlo? “Puede ser con un adobo de cerdo. Concentra sabores intensos, especiados y únicos. El corte recomendado: brazuelo de cerdo, bajo una cocción a fuego lento y acompañado de un cremoso puré de pallares verdes. Toñuz elevará la experiencia de este plato”, promete el sommelier.
Otra alternativa: un asado de tira en salsa Teriyaki. “Este corte concentra un buen sabor, cocinado a las brasas y con notas ahumadas. La salsa Teriyaki aporta textura, con notas saladas y ligeros toques dulces. Hay que acompañar el platillo con un mix de verduras a la parrilla (berenjenas, pimientos morrones, champiñones, cebollas Charlotte y tomates cherry). Toñuz, de complejidad aromática y correcta acidez, logrará el equilibrio”, asegura Beltrán. Eso sí, siempre que el vino esté a una temperatura entre los 16 y 18 °C. Un tip: si es verano, poner la botella en la parte de abajo de la refrigeradora unos 20 o 30 minutos. Un sacacorchos, una copa y listo.
José Bracamonte
Sommelier
el vino de la semana
Sabores que reinan nuestros paladares, aromas inolvidables, armonías exactas puestas en una botella de origen peruano. Y se llama Perú! Feliz octubre!
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