Los indicadores de salud y desarrollo infantil temprano (DIT) en la zona del VRAEM son verdaderamente alarmantes y muestran la necesidad de una acción rápida y efectiva por parte del Estado. Desde hace más de seis meses, tras la culminación de la Comisión Quipu para el VRAEM, vengo promoviendo activamente y junto a un equipo multidisciplinario de trabajo, la implementación de un programa de Técnicos Comunitarios de Salud (TCS) especialmente diseñado para esta zona del país.
Múltiples estudios muestran que programas de TCS adecuadamente implementados potencian y mejoran el comportamiento de las personas en comunidad. Esto porque las incentivan a buscar atención de salud y mejorar las condiciones sanitarias en el hogar, al tiempo que proveen intervenciones de bajo costo para problemas de salud comunes en madres y niños, lo que redunda en un alto impacto social.
Las tasas de pobreza y pobreza extrema en el VRAEM están en el orden del 67% y 36%, respectivamente, muy por encima del promedio nacional (27.8% y 6.3%). Igual de dramáticos son sus índices de desnutrición crónica infantil (DCI), que doblan el promedio nacional (44.7% versus 19.5%). Esta realidad se vuelve aún más cruda a nivel distrital, donde en muchos casos uno de cada dos niños es desnutrido crónico. Mientras tanto, la cobertura de la vacuna pentavalente —que evita la difteria, tos ferina, hepatitis B, entre otras enfermedades—, no alcanza ni a uno de cada tres niños. En relación a la salud materna, los indicadores son también preocupantes: existen distritos del VRAEM donde nueve de cada diez madres gestantes presentan anemia, según el Ministerio de Salud (Minsa).
La implementación de un programa de TCS adecuadamente capacitados, supervisados y remunerados, que estén equipados con un kit médico y salud móvil, permitirá incrementar la cobertura de servicios de salud y mejorar estos indicadores en la región.
Actualmente, en el Perú existe el programa de Agentes Comunitarios de Salud (ACS) operado por el Minsa. El problema está en que los ACS no cuentan con la capacitación ni las herramientas adecuadas para resolver debidamente problemas básicos de salud. Además, no hay monitoreo o estudios de evaluación de impacto que permitan probar su efectividad. Más aún, dado su rol voluntario, son escasos y presentan alta rotación. Por esto, si bien considero que el programa de ACS debe ser la base para el de TCS que proponemos en Videnza Consultores, existen aspectos clave que deben ser mejorados para asegurar su efectividad en el VRAEM.
Primero, para definir y diseñar el perfil de los TCS es fundamental precisar las necesidades sanitarias de las comunidades a ser intervenidas. Segundo, se debe establecer un proceso de capacitación y entrenamiento ad hoc a dichas necesidades, que incluya tanto trabajo teórico como de campo. Tercero, es esencial que los TCS tengan acceso a los insumos médicos necesarios, para así generar confianza en la población. Deberán estar equipados con salud móvil (mHealth), un sistema que está cambiando tanto la manera de proveer servicios de salud, como la de prevenir y curar enfermedades. El mHealth consiste en el uso de dispositivos móviles de comunicación (celulares, smartphones, tablets, etc.) para acelerar el intercambio de información con miras a la toma de decisiones clínicas y su manejo a distancia.
Finalmente, los TCS deben ser remunerados. Solo así se les podrá pedir rendición de cuentas, además de valorar adecuadamente su esfuerzo y horas de dedicación. Mejorar la salud infantil y materna requiere inversión y decisión política. Pero hay lugares donde no se puede esperar más. Y es ahí donde hay que actuar.
Para cerrar, les quiero pedir su voto para una iniciativa que hemos presentado al Grand Challenge Canadá. La propuesta busca justamente fortalecer las capacidades de los promotores de salud haciendo uso de tecnología móvil. Comparto con ustedes el video. Ojalá podamos pronto ponernos manos a la obra en pro del desarrollo infantil temprano en el VRAEM.
COMENTARIOS
ENCUENTRO MUY INTERESANTE LA IMPLEMENTACION DE TECNICOS DE SALUD PARA LA ZONA VRAEM.
MAS AUN, CUANDO ES DE JUSTICIA DESTINAR Y PROMOVER INICIATIVAS E INVERTIR DINERO DEL ESTADO, EN UN TERRIRORIO CUYA LAMENTABLE RADIOGRAFIA ES COMO POCO, ALARMANTE:
1. SI LA PRODUCUION MUNDIAL DE COCAINA SE ESTIMA EN 1.100 TONELADAS, 350 SALEN DE LAS 20,000 HECTAREAS CULTIVADAS EN EL VALLE.
2. PERU ES EL MAYOR PRODUCTOR, IGUALANDO E INCLUSIVE SUPERANDO POR PRIMERA VEZ A COLOMBIA.
3. LA PRESION DEL GOBIERNO COLOMBIANO Y LA ERRADICACION, HAN EMPUJADO LOS CULTIVOS Y EL TRAFICO HACIA EL VRAEM.
4. EL SEMBRADO DE COCA, TAMBIEN DEJA POBREZA Y UN DAÑO IRREPARABLE AL MEDIO AMBIENTE Y POBLADORES: TIERRAS ABSOLUTAMENTE ERSIONADAS Y RIOS CONTAMINADOS Y ENVENENADOS POR LOS NUMEROSOS PRODUCTOS QUIMICOS.
PARA QUE CONTINUAR MENCIONANDO CIRCUNSTANCIAS ADVERSAS.
EN UN ESCENARIO COMO EL VRAEM, DESEO SINCERAMNETE QUE LA INICIATIVA DE TECNICOS DE SALUD, CREZCA, DE FRUTOS Y PERMANEZCA JUNTO A LA POBLACION.
Muchas gracias.
Si en el VRAEM los mismos policías -que pueden ejercer derechos fundamentales- están abandonados a su suerte porque no les dan la logística adecuada para combatir la subversión y el narcotráfico, los niños no pueden ejercer dichos derechos. Ellos están a la buena de Dios y la buena voluntad de sus autoridades necias e indolentes. En el Perú la Educación debe ser un valor fundamental para que tengamos autoridades capacitadas para tomas buenas decisiones
Es cierto que al estado peruano, le es cada vez más difícil solucionar los problemas de salud de la población rural, sin acceso a los sistemas de salud, por cuestiones netamente políticas, por eso es muy importante la búsqueda de alianzas público-privadas con iniciativas concretas, encaminadas a solucionar el problema en campo, y no solamente a redactar políticas de salud idealistas que no se adaptan a la realidad de cada Región. Felicito y promuevo esta iniciativa.
Excelente artículo. Muy bueno como siempre!
Una triste realidad,tambien sabemos que parte del dinero de las remesas de los peruanos en el exterior (mas de 3 mil millones de dolares anuales en remesas) son destinadas a comprar armamentos para combatir la guerrilla,y de ese modo en el tràfico de armas de muerte.La pobreza se combate invirtiendo en vias de comunicaciòn, escuelas pùblicas,hospitales,creando industria y puestos de trabajo y otras polìticas de desarrollo.
Buena iniciativa, sin embargo considero que este esfuerzo requiere una articulación ínter sectorial con el MIDIS, Educación, Vivienda, Minagri, Produce etc, con el fin de darle sostenibilidad. Inclusive se generan oportunidades para asociaciones público-privadas.
Debemos saludar iniciativas como la que nos compartes Janice, cuyo objetivo es el desarrollo infantil temprano.
Muchas gracias Jorge. Totalmente de acuerdo: se necesita trabajar multisectorialmente y articuladamente con los tres niveles de gobierno. Arduo trabajo. Pero tenemos que empezar: los niños no deben esperar más.
Excelente iniciativa, que se tendria que iniciar con las instituciones privadas..pero vincularlas a medio plazo al sector publico; el estado peruano hace poco a nada por los niños. Conozco esa zona del Vraem, hay tanto que hacer por los personas pobres y extrema pobreza. Por ese motivo los narcoterrorista estan en esa zona (aparte del cutivo de la coca), para incautar jovenes y niños por la ignorancia y pobreza que hay.
Los ACS son personas de la comunidad que realizan una labor voluntaria, si bien, a falta de personal de salud capacitado, se puede promover su capacitación e institucionalización a los servicios de salud. Sin embargo, no podemos perder de vista su labor no solo para resolver problemas de salud, sino una labor de promoción y prevención. Efectivamente se requiere crear sistemas de formación y acompañamiento permanente, que permita evaluar su desempeño y promover las prácticas en las familias respetando la diversidad cultural.
Sería interesante sin embargo, no perder de vista, que en nuestro país, aún hay posibilidades de rescatar la participación comunitaria como una estrategia para promover el desarrollo de capacidades de las mismas comunidades para vigilar el crecimiento y desarrollo de sus niños y niñas, desarrollando en los padres las capacidades para tomar decisiones efectivas y movilicen sus recursos a favor de sus hijos e hijas.
La tecnología está cada vez más presente en las comunidades más alejadas del país, su uso adecuado puede ser un aporte importante, pero tener en cuenta que la tecnología es una herramienta, lo más importante es empoderar a la población y darle herramientas accesibles y sostenibles.
Ojala pudieran realizar algún proyecto que realmente funcione, la geografía del valle, los conflictos sociales, los malos manejos y diversos intereses de lucro terminan por desanimar a aquellos que realmente quieren apoyar,
Asimismo los grandes jefes de estos proyectos quieren dirigir y mandar desde la capital y terminan enviando conserjes mal instruidos y poco capaces que al final no cumplen sus objetivos y siguen generando la desilusión y el engaño en estas poblaciones alejadas.
Es una propuesta interesante, consistente, práctica y de aplicación urgente.
¿Se podría curar el cáncer con una pastillita?. Las alternativas de solución tienen que ir en proporción de la problemática en cuestión, de otro modo podría tratarse de un desesperado afán de hacer algo en procura de algún fin no muy noble. Un programa de salud de cualquier envergadura debe formar parte de un plan integral de desarrollo, que no sea como los existentes, que por lo general se creen los dueños de la verdad y muy a menudo desconocen a los “pobrecitos” en lugar de convertirlos en protagonistas de su bienestar, si el que se quiere implementar ha sido sometido a un riguroso filtro de eficacia y efectividad, en hora buena que siga adelante.
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