Es común escuchar de los problemas de abastecimiento y uso de medicamentos en los establecimientos de salud públicos del Perú. Sin embargo, ¿sabemos por qué ocurre esta situación? La respuesta más sencilla —y en la que solemos caer la mayoría de personas— es atribuir la causa a mala gestión. Sin embargo, esta es una simplificación que no refleja realmente la complejidad y los problemas del sistema de compra, almacenamiento y distribución de medicamentos en nuestro país.
La Ley de Contrataciones del Estado establece los diferentes mecanismos de compra permitidos —licitaciones públicas, subasta inversa, contrataciones directas, entre otros—, y determina los actores y procesos que intervienen en ellos. Destacan el Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado (OSCE), que se encarga de optimizar los procesos y la gestión de contratación a nivel nacional, y el Tribunal de Contrataciones del Estado, que soluciona las controversias y emite sanciones, de ser necesario. Asimismo, Perú Compras es la Central del Compras Públicas del Estado, y el Servicio Electrónico de Contrataciones del Estado (SEACE) funciona como la herramienta de información y difusión sobre los procesos de contratación vigentes.
Además de los organismos antes mencionados, por tratarse de productos específicos y relacionados con la salud de la población, los medicamentos se rigen por el esquema del Sistema Integrado de Medicamentos e Insumos Médico Quirúrgicos (SISMED). Se trata de una herramienta de salud pública creada en 2002 que está dirigida, regulada y monitoreada por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (DIGEMID). Por otro lado, el organismo encargado de la adquisición, almacenamiento y distribución de las compras corporativas es el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (CENARES).
La selección de medicamentos que pueden ser adquiridos directamente se realiza desde el año 2010, de acuerdo al Petitorio Único de Medicamentos Esenciales (PNUME). Este documento normativo prioriza una serie de medicamentos y regula su prescripción, dispensación, adquisición y utilización en los diferentes niveles de atención (MINSA, 2012). Como podría esperarse, el PNUME debería ser un referente a nivel nacional, al menos en las entidades públicas del sector salud. Sin embargo, esto no ocurre ya que EsSalud tiene su propio Petitorio Farmacológico, el cual contiene más medicamentos que los incluidos en el PNUME. Así, se genera una brecha inicial en el acceso a medicamentos únicamente por las diferencias existentes en los petitorios: los asegurados de EsSalud potencialmente pueden acceder a una mayor variedad de medicamentos.
La compra de medicamentos determinados en el PNUME se puede realizar por dos modalidades distintas: el sistema compras corporativas y las compras individuales de cada entidad. La primera es gestionada por CENARES, organismo que realiza las compras que se determinan por la unidades ejecutoras en un Plan de Contrataciones y Adquisiciones Anual. Este proceso permite reducir costos administrativos, obtener mejores precios y lograr un estándar nacional en la compra de medicamentos priorizados. Sin embargo, la determinación ex ante de las necesidades de todo un año —incluso de dos años, con las compras bienales que está aplicando CENARES desde este año— puede generar una brecha entre oferta y demanda con el exceso de una u otra si es que la planificación de la unidad ejecutora no se ha realizado de forma adecuada. Así, no sorprende que exista escasez de determinados medicamentos, mientras que otros abunden y caduquen en los almacenes.
La segunda forma de compra es realizada por las unidades ejecutoras en procesos propios. En ella se presentan ineficiencias y retrasos por la determinación de los medicamentos en los petitorios. Cuando se quiere adquirir uno que no forma parte del PNUME, es necesario iniciar un proceso de evaluación realizado por el Comité Farmacoterapéutico si el medicamento es solicitado por una IPRESS o por la DIGEMID, en caso de una intervención sanitaria nacional. Esta situación ocurre también para EsSalud con los medicamentos no determinados en su Petitorio Farmacológico, lo cual retrasa su adquisición.
Una vez realizada la compra, se pasa al almacenamiento y distribución, etapas en las cuales también existen problemas. CENARES posee dos almacenes centrales desde los que distribuye a todo el país los medicamentos obtenidos mediante compras corporativas, y en las regiones hay diversos almacenes especializados. La calidad debe asegurarse en todas las etapas del sistema para brindar medicamentos óptimos a los pacientes. Empíricamente esto no ocurre, ya que la DIGEMID certifica las Buenas Prácticas de Almacenamiento (BPA), mas no las de distribución. Más aún, existen muy pocos almacenes certificados con BPA: el de la DIREMID Loreto, el de la IAFAS SALUDPOL y EsSalud, con un almacén provisto por SALOG S.A. (asociación público–privada).
Existen otros problemas, tales como el desabastecimiento de medicamentos por retrasos en las compras o por declaratorias de “desierto” en los procesos, cuando no postulan proveedores o ninguno de ello es válido. Además, existen problemas en los sistemas de información utilizados, tanto en la implementación individual de cada uno de ellos, como en el proceso de compartir la data obtenida —situación actualmente inexistente— por los diversos subsistemas de salud que funcionan. Por todo ello, las decisiones que se toman son poco informadas y la planificación es deficiente.
Si las diferentes etapas del proceso de abastecimiento de medicamentos no funcionan, entonces el sistema no funciona. Para mejorar esta situación es necesario que se implemente un enfoque sistémico en la planificación y la gestión. Solo así será posible que los pacientes que acuden a los establecimientos de salud puedan acceder rápida y eficientemente a medicamentos de calidad.
Oriana Salomón
Analista de Videnza Consultores
COMENTARIOS
La DIGEmid, ya debia estar emitiendo sus resoluciones
Gracias por su comentario, Juan. La fortaleza de las instituciones públicas es fundamental para que los procesos públicos funcionen eficientemente.
“enfoque sistémico en la planificación y la gestión”.. eso ya se sabe hace años… acuerdense que si bien esto es imprtante planificar las necesidades… tambien depende de personal que puedan darle el empuje, sano claro esta , a los procesos.. y otro es la carga laboral… siempre pasa que en gestión pública se da mas trabajo (llenar mas formularios, informes etc.,) pero uno tenes las mismas horas de trabajo, es decir se ve mal que se quiera contratar, sea por distintos tipo de contratos, y es el MEF quien generalmente pone estas trabas, y el trabajador publico, con el mismo sueldo tienen que trabajar mas .. y su calidad de vida? es estan creando fami8lioas disfuncionales, …. ahora tambien hay los malos funcionarios públicos y las malas prácticas empresariales.. y acuérdense que la corrupción existe por que el PRIVADO tiene la PLATA para hacerlo, … y no se le da l afuerza de generar conciencia a traves de un cambio generacional, de modo que las nuevas generaciones tengan tolerencia CERO a la corrupcion, …. el árticulo no me da luces sobtre una solucion al problema…
Alejandro Rojas
Estimado Alejandro,
Gracias por su comentario. Coincido con usted en que el problema de la gestión pública también recae sobre la mala gestión de los recursos humanos que se da dentro de las instituciones: bajos salarios para los funcionarios públicos, inexistencia de capacitaciones en muchas instituciones, excesivas trabas burocráticas, entre otros. La corrupción existe, todos lo podemos ver, sin embargo, considero que las causas de esta son muy complejas y no únicamente se trata de los recursos que las empresas privadas poseen.
La solución es muy compleja, no podrá ser de un día para otro. Sin embargo, la simplificación de los procesos es fundamental para dejar menos espacio a la corrupción. Reitero, es necesario un enfoque sistémico en la planificación y en la gestión.
Finalmente, como se minimiza al principio de la nota y se reafirma al final, hay una mala gestión,en el sistema de suministro y que también tiene entre sus causas la irracionalidad en el uso que muchas veces son alineadas al interés de la promoción farmacéutica.
Estos problemas no son actuales, son conocidos en muchas consultorias pagadas por el MINSA y encargadas a grupos de trabajo que pusieron su voluntad para aportar, pero que esto queda en el olvido cuando la voluntad de gestionar desde el mas alto nivel no le interesa, no entiende o prefiere mantener el status quo
Información del problema no falta, lo que falta es decisión de cambiar las cosas
Estimado Javier,
Gracias por su comentario. Coincido con usted, los problemas involucran fuertemente la mala gestión. En efecto, las autoridades tienen información sobre la problemática que existe y falta llevar a la práctica la solución de los problemas. Por ello es importante mantener a las personas informadas sobre los problemas que los afectan en el día a día para que podamos exigir nuestros derechos con un mayor conocimiento.
El problema del desabastecimientos de medicamentos en las diferentes instituciones del estado , no solo se debe al sistema complejo y burocratico de estas instituciones , si no tambien , a la presion de la industria farmaceutica que ejercen contra el gremio medico , una vez que estas promesas se dejen de cumplir o de apoyar a los medicos estos deciden recetar otras medicinas , creando en algunos casos sobre abastecimientos y en otros escases del mismo , lo peor de ello que somos los pacientes los que tenemos que asumir estas responsabilidades
Estimado Aldo,
Gracias por su comentario. El rol de Indecopi y del Tribunal de Contrataciones del Estado, entidad que evita la existencia de prácticas anticompetitivas en el proceso de compras públicas, es fundamental para evitar la ocurrencia de situaciones como las que usted menciona.
Estimada Srta Salomón
hay otras razones por las que las entidades no solicitan los productos, y es por falta de presupuesto y no cumplen con los calendarios de entrega, en casos extremos los proveedores resuelven los contratos por falta de pago.
Estimada Rina,
Gracias por su comentario. En efecto, es un problema la reducción de presupuesto público en el sector salud. Por mencionar un ejemplo, si vemos el pliego del SIS en el MEF, el PIA ha disminuido constantemente desde el 2015, pasando de 1,705 millones a 1,410 millones al presente año (Consulta amigable del MEF, 2017). Por consecuencia, la compra de medicamentos también se ve afectada transversalmente. Concuerdo con usted.
Mi estimada Oriana Salomón, con mis respetuosos saludos, agradezco tu exposición dramática y hasta cierto punto didáctica de lo catastrófico de nuestro “Sistema de Salud Pública” respecto al punto crucial del abastecimiento de medicamentos.
Como bien es de conocimiento general (o casi general), todo el aparato Estatal está saturado de “organismos”, creados definitivamente como consecuencia de dar cabida “laboral compensativa” a la ingente cantidad de elementos parásitos que lleva cada partido y/o candidato cuando es elegido para Presidente de la Nación ¿Consecuencia de qué? el famoso POPULISMO.
Ahora, otro punto importante para que esto se mantenga y perjudique a toda la población pobre del Perú, que a la postre somos la inmensa mayoría, es un factor que Ud. el vecino suyo, sus compañeros de trabajo, el barrendero y especialmente el “político” lo saben muy bien, es que el famoso Sistema de Salud del Perú ¡¡NO ES INTEGRAL!!…………¿Porqué? ¡Porque no aglutina dentro de él, justamente a los POLÍTICOS!
Usted cree mi estimada Oriana, qué si todos los Congresistas, Ministros, Jueces, Diplomáticos y cuanto asalariado de ALTO NIVEL, estuvieran obligados a hacer uso del “Sistema de Salud Nacional” ¿Este tipo de cosas iba a suceder? ¿Porqué el poder político NO respeta la Constitución del Estado en lo referente, a que todos los Peruanos somos iguales ante la ley y la justicia? ¿O estoy equivocado?
Un fraternal abrazo
Estimado Fico,
Gracias por su comentario. Coincido con usted: uno de los principales problemas que se dan en el Estado son la multiplicidad de agentes involucrados y los procesos difíciles que generan trabas institucionales y dejan abierto el espacio a la corrupción. Además, como usted menciona correctamente, el sistema de salud está fragmentado y segmentado de acuerdo al estatus laboral de la persona y el nivel de ingresos, situación que es necesaria cambiar.
Es importante que los pacientes y usuarios se empoderen y conozcan sus derechos. Las enfermedades no esperan a que culmine el proceso de programación, compra y distribución para recién enfermarse y por lo tanto la lógica estatal debe priorizar el sentido común para el beneficio del paciente.
Gracias por su comentario Marlon, coincido con usted en que la rapidez y eficiencia de los procesos estatales es fundamental para asegurar la adecuada provisión de servicios de salud.
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