Unos generales en EE.UU. estaban extrañados porque, pese a enviar
aviones a bombardear una zona de guerra, todos regresaban intactos, sin ningún
herido, ni averías en los aviones. Le preguntaron al mítico secretario de
Estado y asesor de presidentes, el Dr. Henry Kissinger, para saber su opinión
acerca de esta peculiar situación, elevada a la categoría de “misterio sin
resolver”. La respuesta de Kissinger fue tan simple y obvia como
desconcertante: “Las naves no están yendo a pelear, se están quedando a mitad
de camino y luego regresan a la base”. Luego de poner supervisores en las
naves, los resultaron cambiaron radicalmente, dándole la razón a Kissinger.
Tomada de Images of Money
de los medicamentos. Tal como menciona el congresista Neyra en un debate
publicado en El Comercio este viernes, es posible encontrar medicamentos cuyos
precios fluctúen entre S/. 1 y 500, siendo básicamente iguales en su
composición. Por ejemplo, Exemastin de 25 gm, un medicamento para el
tratamiento de cáncer de mama, puede costarle S/. 14 si está de suerte y
pregunta en la farmacia adecuada, o S/. 490, si no está en su día. El mismo
congresista, con una sinceridad y candidez casi enternecedoras, aturdido por
esta situación, se pregunta: “¿cómo se puede explicar esto?”. Quizá debió
comenzar ensayando una explicación, antes de saltar a la solución: regular los precios de los medicamentos.
¿Por qué me parece relevante la anécdota de Kissinger? Muchas
veces la respuesta es tan obvia que escapa a nuestro análisis. Existen dos
fenómenos que -conociéndolos- harían que el aparente misterio de las
diferencias de precios, no lo sea. En Perú, actualmente, muchos medicamentos
gozan de patentes que suponen un monopolio de -formalmente- 20 años -y
realmente- a rededor de 8. Ese monopolio legal sirve para crear incentivos a
favor de la investigación. Si no existiera dicho incentivo, se crearían menos
medicinas, pero sin duda también tiene un impacto en el precio de los
medicamentos. Esto ha sido destacado en diversos estudios, tanto del Indecopi como
del Instituto de
Estudios Peruanos y el BCR.
Al igual que a nuestros congresistas, a los investigadores responsables de
estos estudios también se les pasó la segunda razón -incluso más importante que
la primera-, pese a que es tan aparatosa como un elefante caminando por nuestra
sala.
La segunda razón que explica esta diferencias de precios es que la publicidad de los medicamentos sujetos a
prescripción médica se encuentra prohibida en Perú. Pregúntele a cualquier experto
en marketing o economista -que haya leído o investigado sobre el tema- si la ausencia
de publicidad de un producto es una cuestión baladí o afecta determinantemente
el mercado de un bien: aumentando y “dispersando” el precio. Mejor aun, lea un
poco de la extensa literatura sobre el tema que se ha escrito desde los años
60, alguna de la cual ha sido reseñada en mi libro (conjunto con Julio
Avellaneda) Paradojas
de la Regulación de la Publicidad en Perú, el cual contiene un capítulo
relacionado a la prohibición de publicidad de los medicamentos. Le adelanto la
conclusión: las prohibiciones de publicidad tienen un enorme efecto en la
competencia y, así, en la entidad y dispersión de los precios; además de otros
efectos, como disminuir la innovación y suprimir el efecto placebo asociado a
la publicidad.
A falta de espacio para una mejor explicación, piense que si todos
comprásemos Exemastin de S/.14 en Perú, el precio del Exemastin sería 14. Si
todos comprásemos el de S/. 490, el precio sería 490 [Actualización: luego de un comentario, he
comprobado que este dato es errado. Igual es representativo que -si uno hace la
búsqueda en la web del Ministerio de Salud, arroja este resultado. Existen, además,
muchos otros ejemplos. Como menciono en el comentario de respuesta. Por ejemplo, en un informe de la Digemid de 2001, se
encuentra que la variación entre Diazepam genérico y de marca es de 275% o
entre Amoxicilina genérica y de marca de 98%; Ranitidina, 192%; Omeprazol,
219%; etc., etc.]. ¿Por qué alguien
compraría a 490 lo que puede comprar a 14? Quizá porque no sabe que existe esa
opción. La mejor manera de enterarnos del precio de los productos es mediante
la publicidad. En Perú, sin embargo, tenemos una página web del Ministerio de
Salud que nos alerta sobre el precio de los medicamentos, en ausencia de la
publicidad. Esa fue la gran idea de nuestro Congreso. Mi predicción es que muy
pocas personas, si acaso alguna, visitarán esta página, antes de comprar un
medicamento.
El principal motivo para prohibir la publicidad es -supuestamente-
reducir la automedicación. Sin embargo, es evidente que la mejor manera de
reducir la automedicación es prohibiéndola. Y, oh sorpresa, en Perú ya se encuentra
prohibida. La prohibición de publicidad es tan poco relacionada a este objetivo
y tiene unos efectos colaterales tan graves que resulta absurdo utilizarla como
método regulatorio en este caso.
La prohibición de publicidad, combinada con los monopolios legales
que suponen las patentes, es como un cóctel que explicarían -sin despeinarnos-
el “misterio” de los precios de los medicamentos en Perú. Pero claro, mejor
mandemos más aviones para que regresen intactos. Siempre podemos crear una
norma que reduzca, aun más, la competencia y eleve, aun más, los precios. Una
norma así, no solo favorecería a las empresas que venden medicamentos, sino que
perjudicaría a toda la población. El perjuicio luego podría ser medido en
mayores enfermedades y muertes, además de aumento de la pobreza.
Pd: Pueden contactarme
en Twitter @osumar
Pd2: Mis posts
salen los martes.
COMENTARIOS
Muy claro Oscar, gracias¡
Dr. Sumar, excelente su artículo, salvo el ejemplo tomado por el congresista.
Soy estudiante de derecho y precisamente hace 2 semanas tuve una exposición sobre patentes farmacéuticas y mientras investigaba me dí con una gran sorpresa. Luego del Acuerdo de Promoción Comercial con Estados Unidos se acordó que las barreras arancelarias sean eliminadas a cero, (tengamos en cuenta que en el Perú, los niveles arancelarios son de 0, 6 y 11%). La interrogante que me surgió fue, si la lógica nos explica que si el ingreso de medicamentos Norteamericanos tienen arancel 0, por qué entonces los precios en algunos medicamentos, en vez de bajar sucedió todo lo contrario, es decir, o subieron su valor o se mantuvieron con el que tenían. Entonces la pregunta que me vino en ese momento fue ¿Este tema se tocó en las negociaciones, previas a la suscripción de este acuerdo? o es que acaso el poder de las transnacionales puede más y genera más voluntad política que la necesidad de miles de ciudadanos.
Saludos.
Reducir los trámites para la comercialización de nuevas drogas. Si ya tienen certificación en USA y Europa, ¿porqué complicar el ingreso al Perú?
Subastas estatales internacionales
Los expertos debes de conocer varias más. La imaginación es infinita y la innovación también.
Un abrazo.
Oscar,
Partamos de que estoy de acuerdo con tu propuesta! Pero creo que no arreglaría toda la situación:
1. La alta dispersión en precios en productos similares, y
2. El elevado costo de algunas medicinas.
Hay medidas que se podrían complementar y ayudar a reducir los precios, generar competencia no sólo en el aspecto publicitario sin tener que refundar la patria con una nueva constitución que no sea escrita por los empresarios vendidos del capitalismo salvaje que solo defiende los intereses extranjeros y no se preocupan por el hambre del pueblo luchador …
Walter
Oscar,
Me parece buena tu idea así como varias sugerencias de los lectores, no obstante, creo que es sólo una medida que ayuda mas no arregla todo el problema.
Efectivamente un consumidor informado podría cuestionar determinado producto, pero en temas complejos (en especial de salud) es común que el paciente acepte la sugerencia y no la cuestione ya que lo que se está jugando es su propia salud y preferimos (me incluyo totalmente) no arriesgarnos.
Mi último comentario sería, ¿podemos hacer algo al respecto? ¡Se puede convertir estas ideas en iniciativas?
Oscar,
Entiendo que tu propuesta sólo aplicaría a aquellas medicinas en las cuales venció el periodo de exclusividad por la patente de manera de que los genéricos puedan competir con la medicina digamos “original”. Pero en aquellas en que no existe tal posibilidad, no creo que sirva de mucho. Por otra parte, si se trata de dos medicinas con exclusividad y propiedades similares, quien determina qué comprar es el médico y ahí si existe una fuerte campaña de publicidad (los famosos visitadores médicos). Entonces los laboratorios no tendrían muchos incentivos en promocionar sus productos al público si quien determina el consumo es el médico.
Finalmente, si sólo tengo 2 o 3 alternativas, es posible que se cree un cartel (sin llegar a los excesos de los criadores de pollos que tenían correos electrónicos de cómo manejar los precios) sino sólo por señales de mercado que impedirían una disminución del precio hasta la entrada de los genéricos.
Espero tus comentarios y precisiones.
Un abrazo.
Estimado Oscar, la publicidad de medicamentos lo que generaria seria una guerra publicitaria eso no necesariamente haria que estos bajen de precio, hay productos farmaceuticos que tienen publicidad y si analizas los precios en comparacion con la competencia directa que no hacen publicidad llegariamos a la conclucion de que los productos que tienen publicidad generalmente son mas caros.
Óscar, primero que todo, muy buen artículo. Consulta, existen grupos económicos de Perú que están relacionados con los negocios de salud, específicamente las farmacias?
Apreciado Oscar, como siempre, muy inteligente su artículo. Aunque “se le fue una paloma”, no se preocupe, le pasa al mejor cazador, nuestro respeto y admiración sigue al tope, especialmente por su aceptación, aprendizaje y agradecimiento por el señalamiento del error.
Qusiera sin embargo tocar el tema desde otro ángulo, y es el hecho de que en el Perú, país con un gran conocimiento ancestral e inmensa diversidad biológica, la venta de productos naturales con propiedades terapéuticas explícitas está prohibida, salvo para quienes con gran inversión puedan demostrar lo ya demostrado por el uso milenario e incluso por investigaciones modernas.
En Chile, país comparativamente pobre en términos de conocimiento ancestral y diversidad biológica, ha autorizado la venta con expresión de propiedades terapéuticas a más de 100 productos naturales.
Los “cientificistas” suelen menospreciar a los productos naturales, yo creo que demasiado influenciados o impresionados por los ingentes recursos de dinero y tiempo que invierten los laboratorios “de investigación” en desarrollar moléculas, patentables claro, que hacen a veces poco más, muchas veces menos beneficio, y que conllevan generalmente serios riesgos a la salud.
No hay que olvidar que la población nativa de los tiempos previos a la conquista llegóa 15 millones según varios autores, y ese tamaño poblacional no se logró ni sostuvo milagrosamente hasta la llegada de enfermedades exóticas traídas por los europeos, sin un sistema de salud perfectamente capaz, que no necesitó de Pfizer ni similares, pues les bastó con una alimentación apropiada y las plantas medicinales que conocieron y aprendieron a utilizar con excelentes resultados.
Y por supuesto, lo que menos gusta gusta de todo esto a los laboratorios “de investigación” y a los demás tampoco: A un bajísimo precio y sin posibilidades de patentamiento.
Haría bien el congresista Neyra si dejara de lado estas iniciativas trasnochadas, de probada ineficacia y efectos contrarios a su voluntad, mil veces demostrado por la realidad, y utilizar esa energía para que el Ministerio de Salud deje de ser cautivo de la medicina farmacológica y permita la comercialización libre con uso terapéutico de las plantas medicinales, y apruebe, actualice y amplíe la fitofarmacopea.
Libre no significa libérrima, sino con controles sanitarios similares a los alimentos y no a las medicinas porque no son necesarios los cuidados de producción aplicables a estas, en vista de que los efectos adversos son mucho menos riesgosos, salvo excepciones perfectamente identificables. Como “efecto secundario” se podría generar una industria con gran generación de empleo y con inmenso potencial en el mercado global.
Estimado Oscar, un profesional de salud me dijo que la medicina de laboratorio tienen mayor garantía, con seguridad tienen todos los elementos químicos, lo que no es así con los genéricos que les pueden faltar algún componente,y el hecho es que con una amoxicilina genérica demoro dos semanas en curarme de una infección y termino con gastritis, y con una de marca me curo en 5 o 7 días la infección y vienen en tabletas revestidas para evitar la gastritis, lo que entiendo es porqué cuestan más son muy caras y que se podría hacer para que bajen los precios.Gracias.MJ
Oscar,
Muy buen artículo. El tema está en debate y tu idea me parece muy interesante. Sölo una consulta: ¿Tienes ejemplos de otros paises donde si existe publicidad? ¿Cómo va la situación en esos casos?
Saludos,
Walter
Dices en el artículo que ese “monopolio legal” permite la innovación, cuando en la práctica se ve otra cosa. Los estadounidenses van a Canadá a comprar medicinas por ese problema; en la India negaron una patente a Novartis porque el fármaco en cuestión (un anticancerígeno) no demostraba ninguna novedad que justificara la misma.
Y a eso sumemos el riesgo del Acuerdo Transpacífico (TPP) de ampliar ese “tiempo de ventaja” a 75 años o más, lo cual solo beneficia a ese monopolio, mas no a la innovación.
Y es preocupante que algunos tomen a los fármacos genéricos como piratería, cuando no necesariamente se sigue el mismo paso original para elaborarlo.
El precio de cualquier articulo, sea medicina o no. Resulta de varios factores, entre ellos costos de produccion + utilidad. La utilidad debe ser aceptable, digamos un 25 %, entre todos. Entre el que produce y el que lo distribuye. Aqui en el Perú, desde que se implantó la constitucion irrita de Fujimori, nos hemos ido al otro extremo. Las empresas concertan precios, se parcelan los mercados como enlos tiempos de Alcapone.
Solución: Asamblea constituyente para construir una nueva CONSTITUCION que reemplace a la constitucion dictada por bucaneros, agiotistas, y empresarios mediocres que viven felices al amparo de esa norma ilegal.
Estimado Oscar es un artículo muy interesante. Sin embargo, uno de los temas de fondo es el acceso a medicamentos por quienes menos tienen. Definitivamente el congresista Neyra se equivoca en la “solución” vía regulación de precios, pero me imagino que una de sus motivaciones es la salud de las mayorías. Si la publicidad es una de esas herramientas, bienvenida. ¿veríamos por ejemplo campañas intensivas y masivas en medios de parte del MINSA haciendo publicidad comparativa entre genéricos y no genéricos de manera que la gente que menos tiene tome conciencia de hasta qué punto tiene mejores opciones?
Estimado Oscar, ¿ y que sucede en el caso de los medicamentos como Tapsin, Panadol u otros que si hacen publicida? ¿ Por que ellos si pueden?
Quiero hacer una precisión sobre medicamento genérico y nombre genérico.
Un medicamento se considera genérico cuando: 1.- el proceso de fabricación de la materia prima, elaboración del producto en si, empaquetado y almacenamiento cumplen con estándares internacionales de buenas prácticas de manufactura y almacenamiento (usualmente supervisadas por la FDA). 2.- El producto demuestra una biodisponibilidad de al menos 90% con respecto al producto de investigación. 3.- La patente ha vencido.
En el Perú se usa el Nombre Genérico o Denominación Común Internacional (el nombre técnico) para estos productos. Es un juego de palabras el tema de genérico.
Es después de firmado el TLC con USA, que los laboratorios que no son de investigación i.e. toda la industria nacional, están obligados a demostrar esa biodisponibilidad para poder registrar o renovar registros de sus productos. Los registros duran 10 años. Hay mucho terreno por recorrer con todos esos productos que ya están en el mercado cuya eficacia y seguridad no está demostrada.
Entonces, no todos los Rodriguez o Perez son iguales por tener el mismo apellido. Tienen que demostrar que son iguales. Asi es la ciencia.
Lo que me respondes, me tranquiliza muchisimo, porque el error que mencionaba con respecto a tu articulo corresponde a la falta de información de nuestros queridos “padres de la patria”. una lastima que nuestros estimados congresistas se basen en falacias o en información tergiversada para argumentar una posición.
con respecto a la revisión que mencionas en relación a los medicamentos enlistados en tu respuesta, estoy completamente de acuerdo. Son medicamentos con patentes vencidas, por tal razón ya se consideran GENERICOS y no COPIAS. Insisto, mientras la patente esta vigente, cualquier otro medicamente con principo activo “similar” es una COPIA y no un GENERICO. La regulación de precios es otra cosa, pero no pretendamos abordar el tema de forma tan improvisada y responsable con argumentos no validos como los de nuestro querido “padre de la patria”
el ejemplo inicial al inicio del articulo no es real. el costo de Examastin de 25 gr es de S/490 por tratamiento de un mes (es decir 30 tabs) y el costo por unidad de cada tableta esta en promedio S/15.00 dependiendo del establecimiento. Es más, en este principio activo no existe un medicamento “copia” (cuando la patente esta vigente no hay generico que valga, es estricamente una copia). Este medicamento existe en la lista del MINSA solo de Pfizer, laboratorio de investigación clinica, quien realiza todo el proceso de investigación de dicha medicación por espacio de aproximadamente 15 años en promedio antes de la comercialización de dicho farmaco
Felicitaciones, es muy importante el tema….lamentablemente muchos gobiernos del tercer mundo se coluden con los laboratorios…y no les interesa la salud …lo que están viendo es como enriquecerse a costillas del dolor humano ……siga luchando …porque la publicidad referente a los medicamentos es un derecho humano y no solo ello sino que se publiquen los precios ……… como se explica la proliferación de las red de farmacias en nuestro Perú……
DEJE SU COMENTARIO
La finalidad de este servicio es sumar valor a las noticias y establecer un contacto más fluido con nuestros lectores. Los comentarios deben acotarse al tema de discusión. Se apreciará la brevedad y claridad.