“No se trata de lo que sabes, sino de a quién conoces”… Ya he escuchado varias veces esta frase que se utiliza para enfatizar la importancia de las conexiones y las relaciones interpersonales en el mundo de los negocios. Se dice que “Crecer tu red, aumenta tu patrimonio neto” y es que el éxito depende en gran medida de saber construir una red de contactos adecuada. No basta con tener talento y habilidades. Si bien la solidez de nuestros conocimientos académicos es importante, las conexiones que tenemos son igual de valiosas. Iniciar un negocio por nuestra cuenta puede hacernos sentir solos, pero la realidad es que nunca lo estamos realmente: detrás de cada proyecto hay una red de contactos, seguidores, mentores, amigos emprendedores…
Son nuestras redes las que nos llevan a dónde queremos ir. Las conexiones bien cultivadas nos ayudan a conocer a personas influyentes, tener conexiones en el sector al que pertenecemos, quienes nos pueden abrir puertas a nuevas oportunidades, recibir buenos consejos, compartir experiencias, ampliar horizontes, lo que nos ayudará no sólo a ampliar nuestros conocimientos, sino a evitar errores comunes y a tomar decisiones más acertadas. También apoyo en momentos de crisis y a fortalecer nuestra imagen y reputación en el mercado.
No subestimes el poder de tu red: tu valor neto está directamente relacionado con las personas con las que te rodeas. Sé auténtico, genuino y generoso con los demás. Invierte tiempo y energía en cultivar relaciones sólidas y verás cómo tu éxito se multiplica. Tu red de contactos es tu valor neto. ¡Aprovéchala al máximo y hazla crecer!
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