Riesgos Financieros

Gregorio Belaunde

Seguros para la Resiliencia: Acción, Acción, Acción antes que Todo

En el post anterior del 30 de noviembre último, mencioné el nuevo esfuerzo que está realizando la UNISDR para que el sector privado, por su cuenta y en asociación con el sector público contribuya a la necesaria resiliencia de los países frente a los desastres causados por fenómenos naturales. Una de las maneras de lograrlo es una difusión mucho mayor de los contratos de seguros indemnizatorios por daños, que bajo diferentes nombres forman parte de los “ramos generales” y de los “ramos técnicos”, ligados por ejemplo a la construcción  (que se deben distinguir de los seguros de vida y salud). Como ya sabemos por muchas fuentes, la penetración de los seguros en el país, relativa a la de países comparables, es muy baja. Añadiría que es indigna de un país con grado de inversión y que tiene como objetivo ser parte de la OECD.

 Ya tuve la oportunidad de mencionar, en un post del 10 de diciembre 2012, donde comenté el “riesgo operacional de las viviendas”, cómo el no aseguramiento de las viviendas, que es de muy lejos la regla incluso en sectores económicamente solventes, o su limitación a las necesidades de reembolso de los créditos hipotecarios, eran en realidad una mala práctica que era nefasta para el país. Aquí me voy a concentrar más en los seguros para empresas de todo tamaño, en lo que respecta al aseguramiento de sus principales recursos físicos (locales y equipos) y de su actividad (lucro cesante, ciertos riesgos específicos…).

 En este campo quizás la penetración de los seguros sea algo mejor, pues por lo menos en las grandes empresas se tiene un mayor conocimiento de la gestión de riesgos. Pero fuera de ese ámbito, la regla parece ser también el no aseguramiento, y/o el limitado a los bienes que se financian. Y por supuesto, cuando se escucha a los involucrados se oyen las mismas razones de siempre:

. los asegurados potenciales: cuesta caro, para qué gastar en eso frente a peligros poco probables, no tenemos confianza en las empresas aseguradoras que no nos pagarán cuando lo necesitemos (y cada uno con sus anécdotas para buscar probarlo).

. las entidades financieras: si además les digo que se aseguren más, lo verán como un costo adicional al crédito y no seré competitivo, y a los clientes no les interesa de todas maneras.

. las empresas aseguradoras, el supervisor y numerosos economistas y analistas: el problema es la falta de cultura del seguro, la informalidad dominante que reduce el mercado potencial, las entidades financieras tampoco ayudan porque no es su prioridad, la tarea es tan inmensa, por dónde empezar…y se termina en grandes discusiones filosófico-culturales que no llevan a nada, y la infaltable lista de “hay ques” que nunca se hacen y de “pre-condiciones” imposibles de cumplir en el corto plazo.

 Bueno, todo esto, como cuando se discute sobre la necesaria gestión de la continuidad operativa (o del negocio) me suena a una colección de prejuicios y de pretextos para justificar la inacción. Porque si se mira bien, desde el punto de vista de la gestión del riesgo y de las ganas proclamadas de llegar a “ser un país de primer mundo”:

 . para una empresa, cualquiera que sea su tamaño, y en cualquier país, no buscar tener buenos seguros es una mala práctica de gestión, y no sólo de gestión de riesgos, PUNTO. ¿Se quiere tener mejores chances de sobrevivir en caso de eventos desfavorables, si o no? ¿y no preferiría que sus proveedores y clientes estén asegurados para reducir el riesgo de que le fallen?

 . para una entidad financiera, la buena práctica, y me estoy basando en la que he conocido y practicado en banca del “primer mundo”, debería ser que, independientemente de los créditos que uno le da al cliente, uno verifique que este cliente tenga todos los buenos seguros que aumenten su resiliencia como empresa; el riesgo crediticio no es el mismo según que la empresa esté bien asegurada o no. Y además, ¿no hay ahí oportunidades de “venta cruzada” espectaculares, gracias a empresas de seguros vinculadas o por convenios con otras no vinculadas?

 . para los aseguradores: ¿no les interesaría vender mucho más pólizas y tener un mercado mucho más voluminoso, con un gremio con más miembros y por lo tanto más fuerte?  ¿Y a los reaseguradores internacionales que están detrás, no les interesa acaso una mejor diversificación  geográfica de sus riesgos? Y al regulador/supervisor: ¿no le interesaría contribuir a tener un sector asegurador mucho más potente y tener eso como un logro de su gestión?

 Por supuesto que hay problemas y obstáculos. Nadie dice que tener un mercado asegurador mucho más profundo sea fácil. Pero cuando se quiere de verdad se puede, se puede lograr mucho más que un lento progreso anual y doy un ejemplo emblemático, aunque esté relacionado al sector vivienda: Turquía. En los últimos años hizo pasar la penetración de los seguros catastróficos de menos de 3 % de las viviendas en el 2000 a 23 % en todo el país (40 % en las zonas más propensas a desastres), multiplicando por 6 el número de pólizas en 10 años. ¿Cómo lo logró? Creando, con la asistencia técnica y financiera del Banco Mundial en el marco de una asociación público-privada entre la industria aseguradora, el supervisor de seguros y el Gobierno, un “pool de aseguramiento catastrófico”, que permitió una agresiva campaña de comunicación y  también sustanciales economías de escala. El punto de partida indispensable: que las diferentes empresas del rubro aceptaran trabajar juntas; no fue que el Estado venga con un subsidio.

 Algunos podrían criticar diciendo: ¿cómo, no han logrado más, con penetraciones similares a la de los países más desarrollados? Pues, al contrario, el logro es impresionante, porque la cultura del seguro era bajísima, y el problema de vivienda informal, también muy extendido. Por supuesto, si uno quiere algo tan perfecto como en un país desarrollado, va a perder la perspectiva de lo que se puede realmente lograr de manera realista: y lograr algo realista ya es muchísimo. No dejaría de ser mejor que la situación que tenemos ahora, que es francamente lamentable y, dicho coloquialmente, “para llorar”. Y siempre se puede lograr algo similar, adaptándolo a nuestras características: se puede construir un “modelo peruano”.

 Lo mismo se puede lograr en el caso de los seguros para las empresas, aunque sea más complejo en cuanto al número de jugadores, pero a la vez más simple porque no debería ser necesario crear una estructura relativamente compleja. Aquí el punto de partida indispensable es no sólo que las empresas del sector asegurador trabajen juntas, sino que además trabajen con los gremios del sector financiero.  Y luego que se han puesto de acuerdo, que vean acciones conjuntas con los gremios empresariales de los sectores no financieros. Hay muchas otras cosas que se pueden hacer a nivel privado sin esperar a que el supervisor financiero y el Gobierno tomen medidas favorables para este esfuerzo. Por ejemplo:

 . agrupar información que brinde una forma de “línea base”: ¿se sabe cuántas de las “top 10000 tienen diferentes tipos de seguros clave? ¿se puede tener la misma información dividida entre grandes empresas, medianas empresas, pequeñas empresas y micro-empresas?

 . ser mucho más agresivos en cuando a campañas de publicidad conjuntas: hace unos años se hacía la Feria del Ahorro. ¿Por qué no habría una Feria del Seguro anual?

. campañas de comunicación de los gremios empresariales hacia sus miembros, explicándoles los peligros de no asegurarse y las ventajas de hacerlo; ¿por qué no inspirarse en las campañas de educación financiera de la SBS adaptándola a los diferentes tipos de público empresarial?

. para las entidades universitarias y de capacitación empresarial, insistir en estos aspectos igualmente, adaptándose a los tipos de auditorios. Por ejemplo, en las entidades financieras deberían tener claro que el riesgo crediticio de una empresa que tiene buenas prácticas de aseguramiento no es igual al de una que no las tiene. O podrían incluir en su currícula especializaciones para proveer al sector asegurador del capital humano suficiente.

 Y a los empresarios, directores y gerentes de empresas que estén leyendo estas líneas, les digo:  deben “dejarse de vainas” y si no tienen los seguros que deberían tener, vayan a ver a las empresas de seguros y/o a los buenos corredores de seguros, que les pueden aconsejar sobre un programa de aseguramiento, incluso sobre el grado de retención del riesgo (no aseguramiento y deducibles) que es adecuado para su empresa. Además le pueden aconsejar sobre medidas de gestión de riesgo a tomar para ser “elegible” para ciertos seguros o para hacer bajar el costo de la prima. Y contraten esos seguros, dejen de verlos como gasto corriente superfluo (por ahí debe haber algunos gastos que sí lo son y donde vale la pena ahorrar), son en realidad una inversión, algo así como los gastos de mantenimiento de locales y equipos.

 Nada nos obliga a seguir “filosofando” ad vitam aeternam sobre la poca cultura del seguro en el país y sobre el gran obstáculo de nuestro sector informal, y a seguir siendo unos sub-desarrollados en el tema. Las cosas SE HACEN, y se va creando una dinámica, así funciona el desarrollo.

 Este es un juego de GANAR-GANAR-GANAR-GANAR-GANAR:

 . GANA cada empresa porque gestiona mejor sus riesgos y aumenta su capacidad de resistir a eventos desfavorables

. GANA el sector financiero porque el perfil general de riesgo de sus clientes mejora, lo que contribuye a su solidez de largo plazo

. GANA el sector asegurador en su conjunto porque se genera un mercado con mucho más volumen de negocios, que alienta a más jugadores a entrar, lo que refuerza al gremio (como se ve en Colombia); no hay que temerle a esto, si de todas maneras la “torta” será mucho más grande…

. GANAN los reaseguradores internacionales, que ven crecer un mercado sub-desarrollado y mejoran la diversificación geográfica de sus riesgos

. GANA EL PAÍS, porque se crean mucho más empleos en un sector de servicios moderno, se contribuye a la mayor profundidad del mercado de capitales, y porque en caso de desastres asociados a fenómenos naturales, las empresas tienen más chances de sobrevivir lo que disminuye el impacto socio-económico, y se transfiere el riesgo a los mercados internacionales. EL PAIS MEJORA ASÍ SU RESILIENCIA FINANCIERA Y OPERATIVA, gracias a las acciones de mucha gente.

 

 

COMENTARIOS

  • 1
  • 10.12.2014
  • 11:41:52 hs
David Díaz

Muy bueno el artículo Gregorio..

Saludos..

David Díaz

  • 2
  • 10.12.2014
  • 03:54:45 hs
Moises Mesones

La angurria sin límites, el usufructo desmedido, las criollazas triquiñuelas de la “letra chiquita”, el clima de desamparo del asegurado para hacer frente a los abusos de la parcializada interpretación de las restricciones y preexistencias en que se escudan las empresas aseguradoras son las principales barreras de un mayor desarrollo del mercado de seguros. Conozco de varias experiencias perversas de las aseguradoras en contra de sus clientes.

  • 3
  • 10.12.2014
  • 06:18:52 hs
Marco Salsi

Gregorio, felicito tu articulo!

  • 4
  • 17.12.2014
  • 06:21:29 hs
Richard Webb

Me quedo pensando por qué somos sub-asegurados. El comentario de Moises Mesones es una muy posible explicación. Si medimos el costo de las primas en relación a la cobertura efectiva determinada ex post siniestros, sospecho que ese costo efectivo es alto en el Perú. ¿Existen tales mediciones?

    • 5
    • 21.12.2014
    • 11:21:52 hs
    gbelaunde

    Interesante reflexión. En todo caso, hay situaciones, cuando uno tiene una flota de vehículos, por ejemplo, en que uno puede hacerse la pregunta por la siniestralidad relativamente baja. Se podría calcular un monto a asegurar en función del histórico de pérdidas por ejemplo, pero no hay que olvidar que también hay la arista del riesgo por responsabilidad civil; justamente los corredores pueden ayudarlo a uno hacer ese tipo de análisis.

  • 6
  • 18.12.2014
  • 05:27:43 hs
Alain Audoyer

Muy buen articulo Gregorio.Comparto el comentario de Moises. La falta de cultura de seguro es en parte propiciada por las mismas compañias de seguros cuyas polizas espantan a los asegurados y cuyo servicio post- venta es deplorable.- El nivel de concentracion del sector tampoco ayuda.

DEJE SU COMENTARIO

La finalidad de este servicio es sumar valor a las noticias y establecer un contacto más fluido con nuestros lectores. Los comentarios deben acotarse al tema de discusión. Se apreciará la brevedad y claridad.


No se lee? Cambie el texto.


TODOS los blogs


Invirtiendo a futuro

Gino Bettocchi

La era inteligente

Rafael Lemor Ferrand

Doña cata

Rosa Bonilla

Blindspot

Alfonso de los Heros

Construyendo Xperiencias

Rodrigo Fernández de Paredes A.

Diversidad en acción

Pamela Navarro

Sin data no hay paraíso

Carlo Rodriguez

Conexión ESAN

Conexión ESAN

Conexión universitaria

Conexion-universitaria

Café financiero

 Sergio Urday

La pepa de Wall Street

Vania Diez Canseco Rizo Patrón

Comunicación en movimiento

Benjamín Edwards

Zona de disconfort

Alana Visconti

Universo físico y digital

Patricia Goicochea

Desde Columbia

Maria Paz Oliva

Inversión alternativa

James Loveday

Con sentido de propósito

Susy Caballero Jara

Shot de integridad

Carolina Sáenz Llanos

Detrás del branding

Daniela Nicholson

Persona in Centro

Cecilia Flores

Mindset en acción

Víctor Lozano

Marketing de miércoles

Jorge Lazo Arias

Derecho y cultura política

Adrián Simons Pino

VITAMINA ESG

Sheila La Serna

ID: Inteligencia Digital

por Eduardo Solis

Coaching para liderar

Mariana Isasi

El buen lobby

Felipe Gutiérrez

TENGO UNA QUEJA

Debora Delgado

De Pyme a Grande

Hugo Sánchez

Sostenibilidad integrada

Adriana Quirós C.

Gestión de la Gobernanza

Marco Antonio Zaldivar

Marca Personal 360º

Silvia Moreno Gálvez

Creatividad al natural

Andrés Briceño

Mindset de CEO

Carla Olivieri

Clic Digital

IAB Perú

Market-IN

Jose Oropeza

Cuadrando Cuentas

Julia y Luis

Liderazgo con ciencia

Mauricio Bock

Pluma Laboral

Alonso J. Camila

Economía e Integridad

Carlos Bustamante B.

Aprendiendo - nivel CEO

Francisco Pinedo

Portafolio Global

BlackRock

Menos face más book

Rafael Zavala Batlle

Visiones para el desarrollo

CAF –Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe–

Te lo cuento fácil

Alumnos de la Universidad del Pacífico

Fuera de la caja

María Camino

Orquestación Estratégica

Dr. Diego Noreña

Más allá del efectivo

Felipe Rincón

Mujer, ejecutiva y trasgresora

Zendy Manzaneda Cipriani

Disrupcion en la nube

Disrupción en la Nube

Revolución digital

Pablo Bermudez

Economía desde el campus

Grupo Económica

Síntesis legislativa

José Ignacio Beteta Bazán

La parábola del mudo

Javier Dávila Quevedo

Arturo Goga

Arturo Goga

Sumando Valores

Superintendencia del Mercado de Valores

@infraestructura

Rosselló Abogados

Minería 2021

Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP)

Conciencia Corporativa

Verónica Roca Rey

Agenda Legal

Estudio Echecopar

Perspectiva Forestal

Comité Forestal SNI y Comité de Madera e Industria de la Madera ADEX

Pensando laboralmente

César Puntriano

Auditoria del Siglo 21

Karla Barreto

Economía conductual

Bertrand Regader

Cultura financiera

Walter Eyzaguirre

Triple enfoque

Cecilia Rizo Patrón

Gestiona tus Finanzas

Giovanna Prialé Reyes

Segunda opinión

Eduardo Herrera Velarde

Parte de Guerra

Pablo O'Brien

El cine es un espejo

Raúl Ortiz Mory

Ruarte's - Washington Capital

R. Washington Lopez

Atalaya Económica

Manuel Romero Caro

Terapia de Pareja

Luciana Olivares

Próspero Perú

Gladys Triveño

Herejías Económicas

Germán Alarco

Inversión e Infraestructura

Profesor de ESAN Graduate School of Business Sergio Bravo Orellana

Blog Universitario

Blog Universitario

Juegomaniáticos

Juan Pablo Robles

Gestión del Talento

Ricardo Alania Vera

Personas Power

Ana Romero

Millennials

Pamela Romero Wilson

Reglas de Juego

Pierino Stucchi

Humor S.A.

Jaime Herrera

Bitácora bursátil.

Equipo de Análisis de Intéligo SAB

Vivir Seguro

Asociación Peruana de Empresas de Seguros

El deporte de hacer negocios

Luis Carrillo Pinto

Zona de Intercambio

Julio Guadalupe

Innovar o ser cambiado

Andy Garcia Peña

Economía aplicada

Juan Mendoza

El Vino de la Semana

José Bracamonte

Carpeta Gerencial

IE Business School

Desafíos para el progreso

Banco Interamericano de Desarrollo

Diálogo a fondo

Fondo Monetario Internacional

Predio legal

Martín Mejorada

e-strategia

José Kusunoki Gutiérrez

Vinos, piscos y mucho más

Sommelier Giovanni Bisso

Palabra de Gestión

Julio Lira Segura

Impacto ambiental

Lorenzo de la Puente

Inversiones Globales

Carlos Palomino Selem

Moda Inc.

Daniel Trelles

Divina Ejecutiva

Fiorella

Menú Legal

Oscar Sumar

Analizando tus inversiones

Diego Alonso Ruiz

Reformas incompletas

Instituto Peruano de Economía

Empresa&Familia

Pablo Domínguez

Hoy sí atiendo provincias

Félix Villanueva - Aurum Consultoría y Mercado

Smart money

Luis Ramírez

Consumer Psyco

Cristina Quiñones

Gestión de servicios

Otto Regalado Pezúa

Marketing 20/20

Michael Penny

Mercados&Retail

Percy Vigil Vidal

CAFÉ TAIPÁ

Milton Vela

Anuncias, luego existes

Alexander Chiu Werner

Marcas & Mentes

Lizardo Vargas Bianchi

Riesgos Financieros

Gregorio Belaunde

Economía para todos

Carlos Parodi

De regreso a lo básico

Paúl Lira Briceño