Dada la coyuntura por la que está pasando el país -en la que todos, queramos o no, nos vemos inmersos-, me he estado cuestionando en los últimos días varios temas sobre integridad.
Curiosamente, también he recibido mensajes y llamadas de personas, colegas y amigos/as, en búsqueda de un sano intercambio de ideas acerca de integridad.
Tal vez en este punto me digas que la coyuntura por la que estamos pasando no es nueva y podría decirse que se ha perennizado y hasta normalizado.
¡Sí, lamentablemente es cierto!
Pero también es cierto que la coyuntura actual ha empeorado… al menos en ciertos aspectos.
En concreto, me refiero a la nefasta aprobación del Plan Esencial de Aseguramiento en Salud, emitido recientemente por el Ministerio de Salud – MINSA, en el cual se consideran a las identidades trans y a las orientaciones sexuales diversas como una enfermedad mental.
¡Así de triste! Un Plan que -¿contra todo pronóstico?- patologiza a los integrantes de la Comunidad LGTBIQ+, de manera fulminante y absolutamente contraria a los avances en derechos humanos y a las recomendaciones de salud internacionales.
Un Plan que…
- No sólo ignora, sino además salta con garrocha lo establecido por la Organización Mundial de la Salud – OMS en el año 2019: la eliminación de la transexualidad de su lista de enfermedades mentales.
- Se ve, se oye y sabe a discriminación.
- Cuyo desfase supone un terrible retroceso en la lucha por los derechos humanos.
- Descarta la igualdad de todos los seres humanos.
- Niega la enorme diversidad de las identidades y su riqueza en sí misma.
- Sólo aparta aún más a esta pequeña aldea del mundo real.
Todo esto me ha llevado a prepararte un Shot burbujeante de inquietudes y reflexiones. ¡Prepárate! ¡Viene súper fuerte!
- ¿Podemos ser íntegros/as y discriminar?
- ¿Podemos ser íntegros/as y discriminar a la Comunidad LGTBIQ+?
- ¿Podemos ser íntegros/as y desconocer -o pretender desconocer- que hay seres humanos trans?
- ¿Podemos ser íntegros/as y negar la existencia de otras identidades?
- ¿Podemos ser íntegros/as y hacer como si los seres humanos que son diferentes a nosotros/as no existieran o fueran de segunda clase?
- Peor aún, ¿podemos ser íntegros y pretender enfermar o patologizar a los/as diferentes sólo por ser diferentes?
- ¿Acaso lo diferente es una enfermedad contra la que debemos luchar?
- ¿Puede entenderse razonablemente a la diversidad como una amenaza que debemos neutralizar?
- ¿Tener otra identidad, otros gustos u otras expresiones amenaza al planeta?
Parecen preguntas absurdas, pero a mí me da escalofríos pensar en las respuestas que puedan dárseles.
Recordemos que en el pasado -y también en el presente- no respetar “diferencias” o tratar de “corregirlas” sólo ha traído tragedias, muertes, torturas, genocidios, sufrimiento y, con ello, terribles violaciones a los derechos humanos.
También recordemos que es muy fácil enrollarnos, confundirnos y polarizarnos con argumentos que pretenden pasar como intelectuales, pero que esconden un grave rechazo a la igualdad de todos los seres humanos. La experiencia habla por sí sola, miremos hacia donde miremos.
¿Cuál es la finalidad de arremeter contra los derechos humanos de los/as demás? Por si acaso los derechos humanos no son finitos. Quitárselos a minorías o grupos vulnerables no nos garantiza ni asegura que tendremos más.
Con todo lo dicho hasta aquí, te invito a dejar que este Shot te lleve en un viaje de reflexión y conciencia.
Da el primer paso y sé tú quien ponga sobre la mesa estas preguntas y muchas más. Conversa con tu familia, con tu equipo, con tus amigos y con quien te provoque. ¡Lo importante es conversar!
Una vez que hablamos y tomamos conciencia de estas cuestiones, se hace imposible no reflexionar al respecto.
Por mi parte, aquí te comparto algunos de los alcances a los que he llegado:
- ¡NO se puede ser íntegro/a y discriminar.
- NO es posible llamarte íntegro/a y discriminar a la Comunidad LGTBIQ+!
- No hace sentido. No es coherente.
- Ser íntegro/a implica hacer lo correcto y una persona que discrimina NO hace lo correcto, sino todo lo contrario.
- Negar diversidad NO es integridad.
- Negar derechos humanos NO es integridad.
- Negar inclusión NO es integridad.
- Pretender enfermar o patologizar “lo diferente” es dividir y despojar.
¡Espero que hayas disfrutado este Shot y te hayas quedado con muchas ganas de cuestionar, reflexionar y difundir!
Te invito a encontrar más contenido sobre integridad en https://www.linkedin.com/in/carolinas%C3%A1enz-compliance/
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