Amiga: no Ana, mejor ni hablar de eso, la gente te va a destruir, va a descontextualizar absolutamente todo lo que digas y será usado en tu contra.
Yo: Soy libre y quiero decir lo que pienso, siento, reflexiono y filosofo con mi almohada, no tengo verdades absolutas, pero siento que es algo que necesito decir
Amiga: OK, pero sé políticamente correcta
Yo: no te prometo nada, no sé ser hipócrita, o doble moral y cuando me doy cuenta, me ampayo a mí misma y no me hago “la loca”, lo enfrento, me enfrento con amor y cuestionamienro constructivo y por eso es que es tan importante hablar, porque a través de la puerta de la comunicación, muchas otras personas, pueden también expresarse con libertad (que no es lo mismo que libertinaje), sin perder el respeto para aplicar la tolerancia y la empatia de ambos lados (no sólo cuando te conviene o cuando es más facil porque piensen igual que tú, el reto también está en escuchar a los que no están de acuerdo, eso también es válido). No creo en la censura, ni en la auto – censura, todo lo contrario, creo que para tener claridad, soltar y perdonar, uno tiene que empezar por hablar, así que aquí voy, con miedo a ser difamada, pero vale la pena.
¿Soy mala feminista, mujer, humana, madre, persona, etc, por pensar que algo no está bien con un travesti en un concurso de belleza de mujeres?, ¿me hace racista?, ¿me hace conservadora?, ¿me hace ignorante?, ¿me hace fascista?, ¿me hace discriminadora?, ¿me hace no inclusiva?, ¿me hace buleadora?, ¿me hace de derecha?, ¿me hace inconsciente?, ¿me hace menos humana?, ¿me hace no humilde?, ¿me hace una estafa?, ¿me hace una mala empresaria?… Todas estas preguntas y más son las que tengo en mi cabeza, que muchas veces me cuestionan sobre lo que realmente pienso y siento, pero que de manera irónica, no puedo expresar por miedo a que me prejuzguen o al qué dirán… ¿Les ha pasado? A mí si y creo que es tiempo de cambiar eso para poder saber expresar nuestras emociones y pensamientos, aunque no gusten, con respeto siempre, aquí es donde la gente que habla siempre de humildad, empatia y tolerancia, tienen que demostrar sus habilidades en la cancha y no sólo cuando piensan igual a ti, el reto está en tolerar las diferencias. Para algunas personas, los concursos de belleza son retrógrados, para otras personas son eventos tradicionales y lindos, cualquiera de las dos posiciones es válida, ya que son opiniones diferentes en un debate libre y con respeto, sin embargo esta reflexión no va sobre los concursos de belleza, si no la reflexión que saco sobre la inclusión de una persona travesti, dentro de ellos.
Tengo amigos de toda clase social, religión, ideología política y orientación sexual, entre lesbianas, bisexuales, homosexuales, (algunos son parte del grupo LGTB y otros no), a quienes amo y respeto profundamente desde hace muchos años en su proceso de aceptación. Sin embargo, considero que deben de haber reglas claras y límites sanos a la hora de nuestra convivencia humana, ya que hay cosas en las que personalmente, no estoy de acuerdo, como por ejemplo: que una persona travesti (ejemplo: un bio hombre que ahora es mujer por tecnología), participe en un torneo de lucha libre con otras bio mujeres, no porque sea necesariamente travesti (eso sí sería discriminación por etiqueta (forma), si no, por razones objetivas y racionales biológicas y funcionales como por ejemplo: la fuerza, musculatura, energía, entre otras características que los doctores saben más que yo, por ende, es importante que dentro del ejemplo de <la lucha libre>, los competidores (seres humanos/biológicamente hombres y mujeres), estén en el mismo nivel, sin ventajas competitivas físicas, objetivas y racionales como las ya mencionadas, decir esto así de claro y directo no debería empañarse o camuflarse como “ofensa”, todo lo contrario, decir esto es importante para prevenir que las reglas de juego sean injustas para ambas partes, tanto para los hombres, como para las mujeres en Equidad de género, independientemente de nuestras diferencias físicas, químicas y biológicas.
Decir esto me hace una ¿doble moral?, ¿doble cara?, ¿doble estándar?, ¿doble discurso?… Me lo planteo porque tengo amigos muy queridos de diferentes orientaciones sexuales, sin embargo, tampoco puedo no ser leal conmigo y pretender seguir un discurso que no siento que está bien, más allá del juicio de lo que es correcto o no, va más allá de eso, soy consciente que no tengo verdades absolutas, ni soy Gurú de nadie y mucho menos ejemplo de nada, simplemente lo tengo que decir por mi salud mental, emocional y espiritual también, porque trato de encontrar la verdad y la coherencia en todo lo que está pasando en el mundo, no es fácil, nuestra vida, nosotros mismos, todos somos complejos y cambiamos todo el tiempo… ¿Y si en el futuro, tengo un hijo(a) travesti que quiere entrar a un certamen de belleza?, ¿seguiría pensando así?, ¿cambiaría en algo mi percepción?, ¿lo normalizaria?, ¿seguiría pensando igual? No lo sé
Mi mente y mi espíritu está en constante evolución como una eterna aprendiz que crece día a día, aunque no se note, todos estamos creciendo, algunos más que otros y quien sabe lo que traiga el futuro, las percepciones cambien, ya no se sentirá tan raro algunas cosas o sí, sólo sé que no porque “Simón dice que tenemos que pensar de una manera y te lo pinten como si fuera extraordinario todo”, hay que creer ciegamente en todo lo que te vendan, creo también que hay que investigar y pensar a profundidad de la información que se está recibiendo, por responsabilidad y por nutrir a la consciencia de lo que está ocurriendo realmente. La información es como la comida, tú decides si te metes un fast food, o un buen zumo de apio para nutrir tus células y de esa manera, pensar mejor y vivir más largo, versus el letargo de ser borregos que sólo siguen (sin pensar) a lo que está de moda “porque si”, “para quedar COOL”, “porque todo el mundo lo hace”, “Para encajar en el grupo, si no me hacen bullying por pensar diferente”, “Para pertenecer, si no creen que soy tóxico por pensar distinto” y así…
Esta reflexión la comparto como todas mis reflexiones de cualquier tema, a nivel social, económico, político con respeto y altura de mira para que puedan sacar sus propias reflexiones y animarles a que es posible pensar de manera diferente y aún ser buena persona, independientemente de los manipuladores emocionales, ataques masivos o descontextualizaciones continuas para meterse contigo a través de tu trabajo (vida profesional) o marca persona (tu vida). Vivir es un milagro, no vivas de apariencias, sé tú mismo siempre y cuestiona de manera constructiva tu mundo, no dejes que nada ni nadie apague tu poder.
Sinceramente,
Ana Romero
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