Por Nicole Poma, estudiante de la carrera de Administración de la Universidad del Pacífico.
Si algo ha marcado a nuestro país en los últimos años, es el aumento de la contaminación causada por el mal manejo de residuos en todos los niveles. Cada año, se producen en promedio 18 mil toneladas de desechos, y solo en la capital se generan 8,5 toneladas diarias, convirtiéndola en la ciudad con la mayor huella ecológica del país (World Wide Fund for Nature, 2018). Sin embargo, el problema no radica únicamente en la cantidad de residuos generados, sino también en su manejo deficiente: más del 40 % termina en botaderos, y menos del 15 % es reciclado (World Wide Fund for Nature, 2018). Esta situación provoca espacios públicos invadidos por basura, que se convierten en focos infecciosos para las comunidades cercanas y aceleran el deterioro del medio ambiente.
Sin embargo, esta problemática también ha representado una oportunidad para educar a los peruanos en la transición hacia una economía circular. Pero, ¿qué significa este concepto? A diferencia del modelo lineal tradicional, basado en la creación de productos de un solo uso que luego se desechan, la economía circular se enfoca en un sistema regenerativo en el que nada se desperdicia y se maximiza la eficiencia en el uso de los recursos. Un aspecto clave de este enfoque es el modelo de las 7R (Kirchherr et al., 2017, p. 117):
- Rediseñar: Implica concebir productos de manera que puedan ser reutilizados en el futuro, evitando la generación de residuos adicionales.
- Reducir: Consiste en minimizar el consumo de recursos y energía, lo que a su vez disminuye la generación de residuos.
- Reutilizar: Se refiere a dar una segunda o incluso tercera vida a los productos, prolongando su uso.
- Reparar: Significa arreglar productos para extender su vida útil y evitar que se desechen prematuramente.
- Renovar: Implica actualizar productos para mejorar su rendimiento o adaptarlos a nuevos usos.
- Recuperar: Consiste en extraer componentes útiles de productos obsoletos o descartados para emplearlos en otros artículos.
- Reciclar: Se refiere a transformar residuos en nuevos productos o materias primas, procurando mantener una calidad adecuada.
A continuación, exploraremos el impacto de tres empresas peruanas que han integrado los principios de la economía circular y algunas de las 7R como parte central de sus operaciones, demostrando que cada residuo puede encontrar una nueva vida.
Desde 2017, Sinba ha logrado penetrar en cientos de hogares e industrias de la capital a través de su servicio de recolección de residuos, donde no solo enseñan a clasificar estos, sino que también cuentan con una planta para su procesamiento. Gracias a esto, han producido fertilizantes orgánicos, alimento para ganado, materia prima para nuevos productos, biodiésel y ecoladrillos. Hasta este año, la empresa ha recuperado más de 8,3 mil toneladas de residuos orgánicos, más de 900 toneladas en reciclaje y ha mitigado 9 toneladas de emisiones de CO2 (Sinba, 2024).
Algo similar sucede con Recidar, una empresa que, a través de la economía circular, ha logrado generar un gran impacto ambiental. Se dedican a la recolección, mantenimiento y reutilización de objetos usados de todo tipo, como muebles, ropa y electrodomésticos, para venderlos posteriormente de manera accesible a familias en situación de vulnerabilidad económica. Hasta 2023, se han reutilizado 122 mil objetos, lo que ha permitido evitar la producción de 298 toneladas de residuos y 115 toneladas de CO2 (Recidar, 2023).
Pero no es la única. También está Las Traperas, una empresa que, mediante un modelo circular, da una segunda vida a prendas en desuso y las vende a nuevas personas. Además, cuentan con un programa de recompensas a través de puntos, que pueden canjearse por otros productos en su página web. Gracias a este modelo, han logrado recuperar 13 mil kilogramos de ropa, lo que equivale a la mitigación de 14 mil kilogramos de CO2 (Las Traperas, 2024).
Si bien estas empresas están haciendo un trabajo formidable para mitigar el impacto del mal manejo de residuos, aún no es suficiente. El modelo de economía circular ha demostrado que es posible aprovechar los desechos y darles una segunda o tercera vida. En el Perú, todavía hay oportunidades para reciclar distintos tipos de residuos, como plásticos, papel, vidrio y metales. Existe un gran margen de crecimiento en cualquiera de las 7R, ya sea mediante nuevos modelos de negocio o a través de alianzas con estas empresas, no solo en la capital, sino también en las diversas provincias. Al final, la basura también puede convertirse en oro.
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Fuentes:
- Kirchherr, J., Reike, D., Hekkert, M. (2017). Conceptualizing the circular economy: An analysis of 114 definitions. Resources, conservation and recycling, 127, 221-232.
- Las Traperas. (2024). Las Traperas, sobre nosotras. Recuperado 16 de octubre de 2024, de https://www.lastraperas.com/sobre-nosotras
- Recidar. (2024). Impacto Recidariano en el periodo 2023. Recuperado 16 de octubre de 2024, de https://recidar.pe/impacto-recidariano-en-el-periodo-2023-i/
- Sinba. (2024). Sinba, nosotros. Aquí, nadie sobra. Recuperado 16 de octubre de 2024, de https://sinba.pe/nosotros/
- World Wide Fund for Nature. (2018, 21 mayo). Casi el 90% de la basura diaria generada no se recicla. Recuperado 16 de octubre de 2024, de https://www.wwf.org.pe/?328101/Casi-el-90-de-Basura-diaria-generada-no-se-recicla#:~:text=Cada%20d%C3%ADa%20en%20promedio%2C%20se,solo%20se%20recicla%20el%2015%25.
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