Luego de casi tres meses de lluvias que afectan el país desde diciembre del año pasado, el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) ya registra datos que de solo conocerlos harán pensar a más de uno que la tarea de reconstrucción será difícil.
Los datos incluyen daños personales que son irrecuperables como los fallecidos (75 casos), heridos y desaparecidos (más de 200 en total), pero también a quienes han sido afectados en grados distintos (casi 630 mil), hasta ser considerados damnificados (más de 100 mil casos) y unas casi 140 mil viviendas dañadas en diferente magnitud.
La mala noticia es que estas cifras, que ya de por sí son difíciles de cuantificar económicamente, están lejos de englobar la real dimensión del impacto que este fenómeno llamado El Niño Costero ha dejado en el país y aun tardaremos en estimar de manera precisa:
- Más de mil kilómetros de carreteras intransitables.
- Cerca de 150 puentes inservibles.
- Rieles de ferrocarril inutilizables.
- Miles de hectáreas de cultivos perdidas.
- Infraestructura productiva destruida (empacadoras, almacenes, plantas, entre otros)
- Decenas de Instituciones educativas afectadas.
Además, y probablemente menos tangibles, pero no por eso menos importantes:
- Jornales en el sector productivo que no se requerirán porque no habrá qué cosechar.
- Conectividad interrumpida de distritos afectados con los mercados.
- Actividades económicas que no se realizaron o concretaron como consecuencia de huaycos y lluvias (turistas que no viajaron, reservas en hoteles que se cancelaron, otros).
La idea de plantear estas cifras no es ayudar a crear más alarma o zozobra, sino que sirvan para tener un panorama claro de lo que significará el proceso de reconstrucción, lo que costará, y el tiempo que puede tomar si no se toman las acciones y decisiones adecuadas.
Por ello, no es prematuro advertir que con 12 regiones y 811 distritos en emergencia que por el solo hecho de tener esa condición ya permiten darse cuenta que quizás la tarea más difícil para el gobierno, aun no ha empezado.
La buena noticia es que de las crisis siempre surgen oportunidades de hacer las cosas bien y esta es una de ellas, si es que se planifica bien el trabajo y se parte de las premisas correctas.
Vamos a listar algunas ideas que pueden servir para reflexionar sobre el diseño que debe tener el proceso.
Dividir los daños entre públicos y privados. El Estado puede hacer uso de la caja pública o endeudarse para abordar los temas que afectan a infraestructuras públicas, pero para hacer algo por los privados, el único camino es establecer subsidios, como el que ya se ha planteado para los agricultores (bono de S/.1000 por hectárea afectada) o crear programas especiales para reconstrucción de viviendas que normalmente cuestan 4 veces lo que cuesta construir una nueva. Sin embargo, hay otras pérdidas productivas que no entran en esta categoría.
Tomar la decisión de cómo se quiere hacer lo público. Una de las cosas que ha puesto en evidencia este fenómeno es que las autoridades locales y regionales no han estado a la altura de lo que requería un sistema de prevención de desastres. Eso es una realidad. Y nos enfrentamos al problema de que en el marco de las normas de descentralización sean estas mismas autoridades las que tengan la responsabilidad de la reconstrucción. Por ello, es fundamental, que en el marco de la situación de emergencia el gobierno o eventualmente, el Congreso de la República, dicte normas que permitan “re-asumir o re-cuperar” ciertas competencias transferidas o compartidas que le permitan abordar el proceso de reconstrucción bajo una gestión centralizada, sin que eso signifique que no se coordinen las tareas con las autoridades locales y regionales.
Tener claro que los que menos tienen son los más afectados. Si bien las viviendas de las familias son un activo privado, lo cierto es que son una contingencia latente para el Estado. Lo increíble es que este mismo ha sobre-dimensionado esa contingencia (Alcaldes distritales y provinciales han permitido que los votos definan el desorden en el que han crecido las ciudades en Lima y provincias). Estas autoridades han contribuido con la contingencia cada vez que han dado títulos de propiedad en las orillas de los cauces de los ríos, lugares donde está prohibido el asentamiento de viviendas y de cualquier infraestructura. Sin embargo, ni siquiera eso debe hacer perder de vista que cuando una familia vive en una zona de peligro, normalmente lo hace porque el suelo o alquiler es más barato y no tiene otra alternativa para sus familias.
La reconstrucción nos costará más de lo que nos hubiera costado la prevención. El hecho que el Estado se vea obligado a diseñar un programa nacional de reasentamientos de zonas de muy alto riesgo, lo obligará a buscar suelo con servicios o tendrá que habilitarlo directamente. Eso es sumamente costoso y, puede complicar la tarea de reconstrucción, ya sea porque intente la reubicación en las mismas zonas pero con viviendas mejor construidas o busque hacerlo en otras zonas. En cualquiera de los casos, existe la gran oportunidad de restablecer cierto orden en medio de tanto caos.
Tener una estrategia para afrontar el proceso de reconstrucción. Con casi 150 puentes que reconstruir es imposible pensar que estos se vayan a licitar (contratar) individualmente, así que probablemente lo más lógico será armar paquetes y crear un procedimiento ad hoc para hacerlo, en la medida que la Ley de Compras del Estado puede hacer que este proceso sea interminable. Para ello, debe tenerse en cuenta que este tipo de infraestructura es clave para el dinamismo económico de los pueblos y tiene que restablecerse en el menor tiempo posible, pero asegurándonos que no ocurra lo mismo que le ocurrió al puente Solidaridad (también conocido como Talavera) en Lima. Algo similar hay que hacer con las carreteras, el enmallado de cerros, la infraestructura escolar, las defensas en los ríos, la limpieza de los cauces, entre otros.
El tiempo es clave. Ya con más de 100 mil damnificados, los 5 refugios que el gobierno ha creado desde Lima hasta Tumbes, son insuficientes para atender las necesidades de las familias, mientras dura el proceso de reconstrucción. Por ello, hay una tarea concreta de implementar un mayor número de estos centros para atender las necesidades de los damnificados que está dejando este fenómeno natural, los cuales deben contar con el apoyo de psicólogos, asistentes sociales, entre otros. Mientras se identifican los inmuebles apropiados para ubicar estos refugios (hoy forman parte de los gobiernos regionales), probablemente los cuarteles del ejército sean los lugares más adecuados.
Hay que hacerlo sin corrupción. Luego del fallido proceso de reconstrucción de Pisco y la desconfianza que se ha generado sobre la transparencia con la que se ha venido invirtiendo en infraestructura en nuestro país (caso Lava Jato), tenemos el desafío de mostrar que es posible diseñar una gestión transparente de la reconstrucción nacional de los efectos del Niño Costero y la Contraloría Nacional de la República debe jugar un rol de acompañamiento en este caso que ayude a devolverle la confianza a la población, aun cuando esto no esté contemplado en sus funciones.
El gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski tiene, en medio de este desastre natural, la gran oportunidad de dejar un país con ciudades más ordenadas y seguras, donde las leyes se cumplen y la gente no construye casas en lugares donde ponen en riesgo sus vidas, donde los puentes que conectan los pueblos con los mercados no se caen, donde los ciudadanos vuelven a confiar en que las autoridades gastan los recursos del estado de forma transparente y que tiene un programa nacional de gestión de riesgos centralizados pero con ejecución descentralizada.
COMENTARIOS
Por mi parte pongo a disposición de las autoridades del Perú, mi experiencia profesional. Llevo 30 años radicando en el extranjero, pero cada año he visitado mi querido país. La ultima experiencia al respecto la vivi durante 2010-2013 en la re-construccion de 18 localidades costeras de Chile (PRBC-18), luego del terremoto y tsunami de Febrero 2010.
Atte.
Dr. Jorge Diaz
Seamos honestos: todo el mundo sabe que será la misma historia que de costumbre …. en cuatro meses a todas aquellas personas que ahora tienen grandes ideas o llaman al gobierno para que lo hagan bien, se olvidaron de todo eso y el próximo año será el Mismo lío
¿¿Quieres apostar??
Espero que no ocurra lo que plantea señor Rappold, pero gracias por su acotación.
Por el bien de las miles de personas que como consecuencia del Niño Costero han perdido a sus familias, sus viviendas y el fruto de su trabajo.
1. Fredy Vargas, es claro que tienes un desconocimiemto absoluto respecto de la real dimension de los agricultores damnificados.
2. Patricia, es obvio que tu analisis soslaya la dimension de los daños sufridos por los pequeños agricultores afectados por este desastre. Aqui mi apreción:
a.- Un enfoque basico debe consid¿¿erar los daños ocasionados a las instalaciones agricolas de pequeños productores ubicadas a la ribera de los ríos y de las instalaciones ibicadas al pie de los cerros. Los daños han afectado a los smebrios y/0 terrenos agricolas y/0 viviendas rurales y/0 animales menores. El extremo del dañ0 corresponde a casos en que el terreno agricola ha sido DESTRUIDO tanto como el cultivo, los animales menores fuente desubsistencia y la vivienda del agricultor.
b.- Tambien han quedado destruidas las bocatomas en los rios y tramos de canales o acequias, imposibilitando llevar el agua hasta los cultivos, los cuales terminaran perdiendose. Se añade las destruccion de pistas y diversos tipos de caminos de las zonas rurales.
c.- Y que los lectores se detengan a reflexionar que CADA DIA, inevitablemente, ingieren algun alimento procedente de las chacras de los lugares mas reconditos y humildes de algun de nuestro Peru. Es cifra oficial: el 75% del alimento del poblador urbano peruano, proviene de la poblacion de pequeños agricultores, pobres y olvidades. Respecto a estos campatriotas.
Desde mi rol, estaré peleando por que se tome en cuenta nuestras pro/puestas de estan naciendo desde las entrañas de los daños de nuestros agricultores. El bono de S/.1000/Ha. representa la ignorancia en grado sumo de las mas altas autoridas del >Ministerio de Agricultores. Como no, si tenermos a viceministros de la catadora de la recien defenestrada viceministra.
Gracias Andrés por tus anotaciones. A eso nos referíamos con las pérdidas privadas. Hay mucho trabajo por delante.
Estoy de acuerdo que el Presidente de la República tiene la gran oportunidad de ordenar la ciudad, pero debemos de castigar a las autoridades que tuvieron a su cargo la prevención, como claro ejemplo que la corrupción no quede impune, sea quien sea, empeszando por la capital del Perú, dejemos un ejemplo a los futuros políticos que si actuan mal serán castigado, asi como, a los funcionarios de turno.
Gracias por su comentario señor Chumpitaz. Comparto con Usted la idea de que se haga justicia con aquellos que hicieron las cosas mal, pero eso sigue un camino en paralelo al otro que supone el travajo por la reconstrucción y preocuparnos por quienes han perdido todo.
las acciones de REHABILITACIÓN deben clasificarse en INMEDIATAS Y MEDIATAS. Las primeras para dar accesibilidad rápida a los centros afectados; la segunda, con buena ingeniería y proyección de SEGURIDAD, no improvisar. Ejemplo ECUATORIANO; aplicar LA LECCIÓN APRENDIDAD.
SALUDOS.
Gracias señor Kjuro por su aporte.
Pero si todavia no han terminado las lluvias, nos ahogamos en un vaso de agua, el estado solo debe habilitar las vias dañadas, (Ministerio de transportes, Gobiernos Regionales, Municipios), para el resto, solo crédito para que pueden, unos rehacer sus casas y otros potenciar sus negocios, (Agricultores) y punto, mientras mas simples sean las acciones mas facil de fiscalizar.
Estimada Gladys:
En el tema de fondo, referida a que se debe de reconstruir el país con honestidad, estoy de acuerdo, después de todo lo vivido, por la gente más humilde, el país ya no resiste más “fallas”.
Históricamente, todos los gobiernos (por lo menos desde 1980) han fallado, llegaron al gobierno políticos desorientados, rodeados de gente corrupta, y salieron con los bolsillos llenos y sin ser juzgados y permanecen en la impunidad.
Hoy estamos cosechando, la siembra del ayer, carreteras, puentes, ferrocarriles, mal construidos (la corrupción hizo de las suyas en la infraestructura dejándonos, obras débiles).
Si no pensamos en como combatir la corrupción, se seguirán construyendo obras débiles (producto de la misma).
Hoy vivimos la falta de agua porque, en el gobierno del 2006 al 2011, se construyó la planta de Huachipa (obra débil por mala construcción).
Podemos denominar a estos actos de corrupción como “traición a la patria”, probablemente que si. Como podemos llamar a los políticos que han conducido el país de manera deficiente y con muy mala intención,a tal punto que nos han dejado con obras vitales “débiles” (por actos de corrupción) y que cuando viene un huaico termina por destruir todo a su paso.
En París, no hace mucho hubo un desborde del Rio Sena, acaso se cayeron los puentes o se produjo un problema de consecuencias mayores?, la prensa apenas informó del hecho.
Pero en Perú, hay gente (empresarios y políticos) que afilan sus tenedores para sacar provecho de los problemas nacionales.
Cuando cambiará la mentalidad del peruano? cuando surja un líder que de buenos ejemplos, porque los “líderes” que han pasado por Palacio de Gobierno son de papel y no tuvieron sentimiento de ningún tipo, para ellos sucumbir fue fácil.
Estimado César, gracias por tu comentario. Efectivamente, evitar la corrupción en este proceso, será clave.
Saludos,
Gladys T.
De acuerdo contigo, manos a la obra!
Se ha planteado de una manera muyclara el gran problema que correspondente a este desastrey la manera como encarar la reconstrucción. ¿Tomarán en cuenta las autoridades?
Gracias por comentario Carlos.
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