Rosa vive en Villa El Salvador y trabaja en La Molina. Todos los días le toma 1.5 horas llegar a la entidad pública donde trabaja y el mismo tiempo volver a casa, tiempo que se incrementa si no sale a las 6.00 para llegar a las 8:00 o quiere retornar en hora punta. Cuando cumpla 25 años trabajando para el Estado, el tráfico se habrá quedado cuando menos con 2.1 años de su vida o 6.1 años si se cuentan en días laborables. Además, Rosa casi no ve a su familia y tiene poco tiempo para hablar con sus hijos menores porque el tráfico impacta negativamente su calidad de vida.
Por eso, cuando escucha decir que la delincuencia juvenil o los embarazos adolescentes han aumentado, inmediatamente se preocupa y quisiera poder estar más tiempo con sus hijos pequeños. También se molesta mucho cuando escucha decir que los empleados públicos son poco productivos o incapaces.
Acaso, ¿alguien se ha puesto a pensar en todas las Rosas que trabajan para el Estado que gastan entre 3 y 4 horas al día para trasladarse hacia y desde su centro de trabajo y que eso puede estar matando su productividad?
Las autoridades que tuvieron la oportunidad de cambiar esta situación y no lo hicieron a causa de la corrupción no le han robado solo dinero a nuestro país, sino también años y calidad de vida a nuestra población.
El sistema de transporte público que no se diseñó, licitó o construyó hoy le pasa factura a casi 1,5 millones de empleados públicos y otros tantos del sector privado que tienen el mismo problema que Rosa.
Como los metros, tranvías o trenes de cercanía no se hacen de un día para otro, lo que hay que hacer es empezar a introducir la posibilidad de definir parte del trabajo de los funcionarios del Estado y de, forma voluntaria, el de los empleados del sector privado, en entregables por productos y que estos puedan ser trabajados un día desde casa.
Si existiera esa posibilidad en nuestro país, es completamente seguro que Rosa completaría de forma eficiente el producto que le permitan trabajar desde su casa porque si no lo hace perdería la posibilidad de volver a tener su día “WoW”, esto es, un día de trabajo remoto.
Le apellidaremos “WoW” a este día porque en lugar de perder entre 3 o 4 horas en el tráfico, Rosa podrá hacer un poco de ejercicio para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como la Diabetes, la Obesidad o enfermedades cardiovasculares que luego redundan en mayor gasto público, pero sobre todo podrá estar en casa cuando lleguen sus hijos y hablar con ellos, lo cual –contribuirá en la suma de todos los casos- a reducir los niveles de violencia en las calles.
El trabajo de forma remota es una tendencia en el mundo, según advierte una publicación de Future Workplace que de forma clara explica cómo funciona el trabajo remoto. En los EE.UU., de acuerdo a un estudio de Gallup, el 39% de los empleados ya dedicaban una parte de su jornada semanal a trabajar bajo esta modalidad en 2012. En 2018, este porcentaje subió a 43%, lo que significa que 4 de cada 10 estadounidenses se acogen a la posibilidad de que parte de su jornada laboral semanal sea desde casa.
Que esto es para el sector privado y no para el sector público. Probablemente, este sería el argumento para rechazar el día “WoW” en el sector público. Sin embargo, lo único que avalaría esta afirmación es que los jefes tendrán más trabajo porque deberán programar de forma anticipada responsabilidades que deben completarse de forma presencial en los centros de trabajo y definir otras que puedan ser cubiertas de forma remota: informes de evaluación, redacción de reportes, rendiciones de cuenta, entre otros, dependiendo de la naturaleza de trabajo del funcionario. También tendrán que programar rotaciones y asegurar que las plataformas de atención al ciudadano siempre estén en funcionamiento, incluidas las virtuales que también pueden funcionar remotamente.
Probablemente, el resultado sea que tendremos a trabajadores más productivos, con mejor actitud para el trabajo y, por supuesto, con mejor calidad de vida.
En los países donde estas nuevas modalidades de trabajo ya funcionan, ya hay mediciones que evidencian estas mejoras. Una encuesta realizada en los EE.UU. a una muestra de más de 2000 trabajadores reveló que el 65% de estos considera que el trabajo remoto aumenta su productividad y un experimento realizado por CTrip en la China, también lo hace.
Hay que impulsar que se promueva una política para crear el día “WoW” en el sector público, las ventajas son mayores que cualquier desventaja que se le pueda encontrar a esta alternativa.
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