“La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía.”-Proverbio árabe
Jamás pensé que me iba a pasar. Sinceramente siempre me dije a mi misma cosas como, “Si te estafan es porque eres tonto(a) y no soy así, soy muy viva, a mí nadie me la hace”, teniendo ésto como prejuicio, imagínense cómo me sentí cuando descubrí que había sido estafada, es un sentimiento mezclado entre indignación + frustración + impotencia + verguenza, entre otros sentimientos rabiosos y de preguntas existenciales de “por qué a mi”.
Que te estafen es algo que no se lo deseo a nadie y para evitarlo he decidido compartir mi experiencia con el propósito de hacer reflexión sobre lo que me ocurrió y que estoy segura, no volveré a permitir, con el fin de que nos evitemos éste tipo de situaciones/personas sin valores y facilistas que se aprovechan del trabajo y talento del otro para su beneficio, sobrepasando las barreras y límites de la ética profesional y personal.
Nada es lo que parece
Siempre imaginé que el día que me estafen, lo harían personas grandes, temerarias, oscuras, de terno plomo o negro, con barriga, barba, figura amorfa, de apariencia desaliñada, con un cigarro o puro en la mano, con los dientes sucios a lo mafia; sin embargo nada de eso pasó, las apariencias engañan y vaya que los estereotipos son las herramientas perfectas para despistar una buena coartada de los que estafan. Lejos del prejuicio, tienes que adentrarte en la esencia de la persona en la que depositas tu confianza, no las apariencias, de hecho, NUNCA las apariencias. Las formas te pueden engañar, la esencia jamás y para ello, tienes que aprender a hacer las cosas bien desde el principio, desde firmar un acuerdo o contrato por escrito, colocar fechas (deadlines) claras, corroborar antecedentes policiales (denuncias) y líneas de crédito, preguntar personas del entorno y ver que te dicen (sondear el terreno), que el lugar del depósito del dinero sea un lugar neutro (NUNCA en su cuenta), entre otras tantas previsiones que no piensas que fueran necesarias hasta que defraudan tu confianza.
Perfil Estafador & Estafas Inesperadas
Un estafador es una persona astuta y manipulador(a), con la habilidad para detectar debilidades y oportunidades donde los demás no las ven, engañando a sus víctimas a través de las apariencias/estereotipos y promesas que jamás cumple, pero que a través de las mismas, sabe muy bien envolver a cualquiera que se le acerque, casi como si fuese un político alimentando su sentido falso de superioridad y ego. Más allá de ser “desconfiado(a)”, se trata de ser CAUTO(A) y PRECAVIDO(A) para que no te estafen. Ser <desconfiado(a)> no te lleva a nada, es una paranoia que no sirve de nada realmente porque entras en un bucle vicioso en donde el miedo prevalece sobre la oportunidad y eso simplemente no encaja en tu perfil emprendedor. Tener miedo es normal, pero tener un miedo extra de pensar así: ” ¿Para qué voy a hacer esto, si me pueden engañar”? limita tu creatividad y aprisiona tu libertad y confianza en pesimismos, alejándote de hacer que las cosas suceden. Reitero, éste artículo se trata de ser precavido(a), no desconfiada(o).
Otros tipos de Estafas & Más
Comencemos con tres ejemplos típicos. Una chica camina por la calle y lleva consigo un regalo, de pronto se tropieza con un hombre y deja caer dicho regalo. Lo que pasa a continuación es que la mujer entra en llanto, le comenta al hombre que es un regalo muy importante y que no tiene más dinero para comprarle otro; el hombre se siente culpable, se excusa y le da dinero. La estafa y la actuación de la mujer se repite todos los días recabando mucho dinero al día. Lo mismo pasa con personas que dejan caer monedas mientras están caminando o en el mismo bus, con el objetivo de distraer tu atención y poder robarte directamente. Otra estafa clásica es la que funciona como un correo electrónico que nos llega de repente. El mensaje nos emociona e ilusiona con una supuesta fortuna, a la que accederás siempre y cuando deposites tu primero un monto para que ésta “fortuna” te la hagan llegar. Los incautos caen fácilmente y si tienes mala suerte, hasta podrías caer en un problema mucho mayor de lavado de dinero a nivel tecnológico.
¿Cómo reconocer a un estafador?
Un estafador es el nombre que se le asigna a la persona que estafa; es decir, a quien realiza la acción de cometer algún delito que se caracteriza por el lucro como fin y el engaño o abuso de confianza como medio. Es decir, quien pide o saca dinero o cosas de valor mediante el uso de engaños y con ánimo de no responder por lo obtenido (es decir, no pagar).
De acuerdo a Camila Rodríguez, guía de Psicología y Tendencias, desde la Psicología, se considera que la mayoría de las veces, los estafadores responden a perfiles psicológicos psicopáticos. La psicopatía se define como un trastorno de personalidad que se caracteriza por un profundo déficit afectivo y falta de respeto por los derechos de los demás; y, a lo largo de los años, se ha relacionado estrechamente con el comportamiento criminal. Por ello, es que se considera que un estafador tiene determinadas características asociadas a este perfil. Hemos recopilado algunas de ellas para elaborar este listado que compartimos contigo:
- Son personas inteligentes y que conocen muy bien cómo actúan las personas.
- Tienden a cosificar al otro con facilidad; es decir, consideran a las personas como cosas y las tratan como tal.
- Suelen ser capaces de generar mucha confianza a su alrededor; ya sea con un buen aspecto físico y/o manifestando un carácter encantador, simpático y agradable en todo momento.
- Muestran bastante seguridad en sí mismos y actúan con extremada naturalidad, aunque estén improvisando (para lo cual, también son muy hábiles). Podría decirse que son bastante egocéntricos.
- Tienen mucho que ocultar; por lo cual, mienten bastante y de manera muy elocuente (sobre su verdadera identidad, su origen, sus estudios, etc.).
- Suelen tener bastantes distorsiones cognitivas, que les permiten sostener -para ellos mismos- su particular visión de la realidad.
- Son hábiles ocupando la distracción; es decir, desviando la atención sobre cosas en que no quieren que sus víctimas se fijen y centrándose en otros asuntos para despistar.
- Pueden jugar el papel de “víctimas” para poder manipular a los demás desde sus afectos.
- Suelen hacerse pasar por personas “importantes”; lo anterior, porque conocen -desde la Psicología- que cuando quien nos pide algo es un personaje con cierta “autoridad”, es difícil negarse.
- A veces, muestran cierta inconsistencia laboral y escasos logros concretos o demostrables, por el rápido abandono que hacen de las metas a cumplir.
Finalmente, aunque suene contradictorio e irónico, agradezco que me hayan estafado porque no solo tuve una nueva experiencia de vida a nivel profesional o antiprofesional en éste caso, si no que pude conocerme mucho más a mi misma como persona y no sólo eso, pude conectar con otras personas maravillosas que me cuidaron y ayudaron a salir del engaño, la mentira, decepción y la estafa per se. Hasta el día de hoy, la gente que me estafó no me pagó lo acordado y puede verse como que ésa gente ganó, pero ¿ saben qué?, no lo siento así. De corazón creo que si te estafan, sí debes de pelear y luchar por lo que te pertenece, sin embargo al mismo tiempo, considero que si después de haberlo intentado todo, ésa gente no quiere darte tu dinero, dejarlo ahí es lo mejor que puedes hacer y no se trata de ser “tonta(o)”, de hecho, es todo lo contrario, se trata de ser lo suficientemente inteligente para saber dejar ir la mala energía, lo tóxico, lo que ya no te hace crecer por el bienestar interno de tu salud emocional y física. Deja que crean que han ganado … si te estafan, ¡Déjales ganar! ¡ Regálales el dinero! en serio te lo digo, el dinero se hace y siempre será el resultado de la calidad de tu trabajo y tu talento. Lo que jamás podrás estafar será tu talento y tu confianza. El dinero se hace y me late que tú sabes muy bien como resurgir nuevamente de la situación en la que te encuentres, así que “perdiste ésta vez”, “te la hicieron”, “te estafaron”, no pasa nada, es hora ya de levantarte y de seguir adelante porque el dinero es energía y ése dinero de estafa no huele bien, está podrido, olvídate de lo que ya se perdió y aprende de lo que te pasó y no permitas que te vuelva a pasar. Sé precavido(a) la próxima, no desconfiada(o).
¡Mucho éxito para ti!
AR
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