En el actual panorama económico, marcado por la incertidumbre en mercados clave como Estados Unidos, Perú y Argentina, los inversores no solo se encuentran en la búsqueda constante de alternativas de inversión que ofrezcan seguridad, sino también un buen rendimiento. Las notas estructuradas emergen como una excelente solución, combinando la seguridad del capital con el potencial de participar en los rendimientos de diversos activos subyacentes.
En Estados Unidos, las acciones de la Reserva Federal (Fed) juegan un papel crucial en este escenario. El mercado está pendiente de si habrá una reducción de las tasas de interés, que se mantienen en un 5.5%. La Fed ha expresado que está observando las señales del mercado para tomar esta decisión, y el nivel de inflación, que actualmente es del 3.2% y excede el objetivo del 2%, es uno de los indicadores clave. En este contexto, la Fed está intentando lograr un aterrizaje suave, esquivando una recesión, mientras que analistas de bancos de inversión consideran probable una recesión en Estados Unidos entre 2024 y 2025. Esta situación no solo afecta al mercado de acciones, sino también impacta los rendimientos de los bonos a 2 y 10 años, demostrando la imprevisibilidad de los mercados financieros.
Las elecciones de noviembre de 2024 agregan otro nivel de incertidumbre. Un posible segundo mandato de Donald Trump podría traer más inestabilidad, según algunos. Trump ya ha propuesto aumentar los aranceles a China hasta un 60%, recordando la subida previa al 25% que provocó una caída del 9% en la bolsa en su primer mandato. Además, la situación geopolítica sigue siendo compleja, con el conflicto entre Rusia y Ucrania y el apoyo de Estados Unidos a la OTAN, así como su respaldo a Taiwán frente a China. La reciente implicación de Estados Unidos en el conflicto entre Israel y Hamas en 2023, dada su histórica alianza con Israel, solo añade a la complejidad. Todos estos factores contribuyen a la creciente incertidumbre sobre las perspectivas económicas de EE.UU..
Por el lado de Perú, enfrentó una recesión en 2023, marcada por el declive de sectores claves como la pesca, que vio una caída del 20%, seguido por la construcción y el sector financiero, ambos disminuyendo en un 8%, y la manufactura, que retrocedió un 7%. Estos retrocesos, junto con desafíos como condiciones climáticas adversas y conflictos sociales, resultaron en pérdidas que superaron los 3000 millones de dólares. Ahora, el país se encuentra en una coyuntura crítica, donde su economía depende significativamente de la minería. Este sector, aunque vital, es especialmente susceptible a la inestabilidad política, los cambios climáticos y las fluctuaciones en los precios globales de los commodities.
Por otro lado, Argentina está en una lucha constante contra una inflación interanual 276% que parece no tener freno y una persistente inestabilidad en su moneda. Sin embargo, el plan del equipo del recién ingresante Milei está dando buenas señales. Argentina en enero logro por primera vez en 12 años un mes de superávit fiscal, producto de su política de ajuste del gasto público. Si bien es cierto, la inflación sigue incrementándose, a nivel mensual el crecimiento viene reduciéndose desde diciembre 25.5% y en febrero la inflación resultó 13.2%. En adición a esto, el plan y el equipo de Milei a recibido el soporte de la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva y Janet Yellen, secretario del tesoro de EE.UU., al mismo tiempo Larry Fink, CEO de Blackrock, confirmó su visita a Argentina en mayo y expresó su deseo de evaluar oportunidad de inversión en infraestructura. Estas circunstancias marcan señales positivas para la Argentina en el mediano plazo.
Frente a estos retos, las notas estructuradas que brinda Washington Capital, una reconocida family office con una década de trayectoria en el mercado, se perfilan como una alternativa de inversión destacada. Su diseño permite a los inversores capturar las oportunidades que brinda el mercado mientras resguardan su inversión inicial. Gracias a la capacidad de personalizar estas notas, se adaptan a la medida de las metas y el apetito de riesgo de cada inversor. Con rendimientos que varían entre el 8% y el 13% anual, disponibles en diversos plazos y monedas, estas notas estructuradas representan una solución a la medida en un entorno de mercado lleno de incertidumbres, brindando al inversor la oportunidad de obtener rendimientos significativos en comparación con otras opciones que, por un retorno similar, podrían implicar mayores riesgos.
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