Cuando me enteré de que Alejandro Toledo vendría a Lima para
aclarar la situación de las adquisiciones inmobiliarias de su suegra, sabía que
iba a tener material para este blog.

Por estos días, la frase que da título a este post fue la favorita
del ex presidente, cada vez que enfrentó alguna pregunta incómoda. Así como
alguna vez fue “andamiaje”, “enseñar a pescar” o “cholo de Cabana”, Toledo ha
recurrido a esta engolada expresión frente a periodistas y congresistas por
igual. 

Vale preguntarse, entonces, qué falló y qué funcionó en la
estrategia de defensa del ex mandatario.

                                                      Imagen:
Carlincanturas “La República”

Una vez más, este no es un blog sobre política, pero vale
mirarse en el espejo y tomar el ejemplo para no equivocarnos en el
planteamiento de nuestros procesos de comunicación.

Aquí algunas ideas:

Diseñe y elabore sus mensajes clave

Estas son simples unidades de información, perfectamente
construidas, de forma tal que no generen dudas ni den lugar a segundas interpretaciones.
Su tarea como vocero frente al público, más aún en épocas de crisis, es
elaborarlos, conocerlos y convertirlos en su biblia; el ejercicio de
estructurarlos le permitirá, además, generar supuestos escenarios de acción y
respuesta en caso estos fueran vulnerados.

¿Quiere saber qué ocurre cuando no consideramos la
elaboración de mensajes como parte de una estrategia?

Este video de La Mula, con un compilado de las mejores
frases de la campaña de 2011, es la prueba de lo que puede ocurrir cuando un
vocero se va “por la libre”. Diviértase un rato con las metidas de pata de
nuestra clase política.

¿Frases a destacar en el audiovisual? “Nosotros matamos menos”, “esterilizada contra su voluntad, no sin su voluntad”, “educación sexual pragmática”, “me tocan la bocina”, “obsesiones psicosexuales”, entre otras. Les pido, sin embargo, que pongan atención en un personaje que aparece solamente una vez, con un mensaje calmado y conciliador.

(¿A alguien le quedan dudas de por qué Humala ganó las
elecciones de 2011?)

 Tenga claros los hechos

Imposible comunicar si no sabemos cómo ocurrieron las cosas.
Hace unos meses, Toledo aseguraba que el dinero provenía de la pensión de su
suegra y que no existían terceras personas en la operación de compra de la casa
de Las Casuarinas. Hoy, debe explicar la compra de una oficina, la constitución
poco clara de ECOTEVA, Maiman, Scotiabank y hasta la existencia de una supuesta
comunicación telefónica de doña Eliane a un corredor (¿o fue al revés?).

Lo cierto es que la madeja se ha enredado ad infinitum, por culpa de Toledo y del
mismo Perú Posible. Hasta Juan Sheput, un renombrado “chakano”, lo ha reconocido.

Peor aún, si es obvio que esto tiene que ver con un supuesto
lavado de activos, la lógica dicta que la primera pregunta que le harán será:
¿y usted cuánto gana?

Dato relevante que el ex presidente nunca tuvo claro. Al ser
consultado, en repetidas oportunidades, la cifra pasó de US$ 450.000 mensuales,
a 150.000, para terminar en 450.000 anuales. Error de principiante.                             

 Recuerde que su propia identidad (o la de
su organización) se reflejará en su comunicación

No importa cuántas veces nos intenten explicar las cosas, el
fondo es que la procedencia del dinero no ha quedado clara, porque todo apunta
a que ni el mismo Toledo lo sabe. Una colega, que ha cubierto temas de política
en un medio local, me comentaba que no creía que este fuera un caso de
corrupción, sino la simple muestra de la improvisación y el desorden con el que
Toledo se conduce y que fue un signo contante durante su gobierno. Diferente la
actitud de Alan García, quien ha probado, con papeles en mano, sus ingresos y
compras.

Una vez más, no culpo ni defiendo a nadie, y me queda claro
que todos tenemos derecho a la presunción de inocencia; solamente le recuerdo que
sus fallas internas, así como sus virtudes –a pesar que estas no sean
intencionalmente comunicadas al público–, influirán en sus procesos de
comunicación.

 Enfrente la música

De todo esto debo recalcar la disposición que ha tenido
Toledo en tomar un avión, someterse al bullying
político del Congreso (en sesión pública, además) e intentar aclarar este
entuerto. Lo cierto es que la pateadura ya pasó y, como toda crisis, esta
amainará eventualmente. No olvidar que en política no hay cadáveres (el comeback de García 2006 es la prueba).

Eso sí, dudo que el cuento de “mi error político fue no persuadir a mi
suegra de no invertir en el Perú” termine de cocinar. En ese sentido, las
disculpas deben apuntar al hecho en sí. Preferiría un Toledo que me diga “pido
disculpas porque soy un desordenado”, a que intente escudar tremendo error
político en un hecho doméstico como es su relación con su suegra.

Finalmente, todo esto nos ha dejado más perdidos que hace
unos meses; el principal culpable ha sido el propio Toledo y sus cuatro
versiones del mismo hecho.

Harakiri mediático. Pero es imposible saber si esto le
pasará factura en una supuesta candidatura en el 2016.

Yo solo le pido a usted que vea en este un claro ejemplo
cómo NO se debe gestionar un proceso de comunicación. Quién sabe, quizás usted,
amigo lector, también tiene una suegra tan generosa que lo termine alguna vez
metiendo en un serio problema.

Ps: no creo que mi humilde voz haya tenido mucho que ver, pero parece que el hecho de gritarle a coro “Cosito” al presidente dio algunos resultados. Sus declaraciones del viernes pasado no solo acallaron rumores, sino que fueron puntuales y concisas. Bien por él. Las puede ver aquí.