Entre 2003 y 2012, el entorno económico externo fue favorable para el Perú: altos precios de las materias primas, inducidos por la creciente demanda de China y bajas tasas de interés, es decir, acceso a financiamiento externo barato. Ese entorno más la disciplina macroeconómica interna posibilitaron un “crecimiento sin desarrollo”, debido a que no se hicieron las reformas estructurales necesarias que aseguren la igualdad de oportunidades para todos con un Estado presente. Temas como seguridad, respeto a los derechos de propiedad, independencia del poder judicial, “tramitología”, reforma del estado, entre otros, se deterioraron o estuvieron ausentes al mismo tiempo que la economía crecía. Ello impidió que todos se beneficiasen de las buenas cifras macroeconómicas.
En julio asumirá el poder el nuevo gobierno elegido democráticamente. El entorno externo es y será desfavorable. Dos informes recientes, uno del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otro del Fondo Monetario Internacional (FMI), ponen énfasis en lo dicho: la evolución de la economía mundial está atravesando por una etapa de incertidumbre y turbulencia que se mantendrá al menos por algunos años más y ello obligará al nuevo gobierno a “remar contra la corriente”.
En primer lugar, China se mantendrá desacelerada. Luego de crecer a tasas por encima de 10% hasta 2012, se esperan tasas entre 6% y 6.5% para, al menos, los siguientes cinco años. Esto significará que difícilmente China se mantendrá como el motor de la economía mundial y que los precios de las materias primas se mantendrán por debajo de sus niveles históricos.
En segundo lugar, la Eurozona mostrará la misma tendencia, a pesar de la enorme inyección de euros por parte del Banco Central Europeo dentro de la idea, similar a la de los Estados Unidos, de proveer de liquidez para estimular la demanda y reactivar la economía. Japón anda en lo mismo. En ambos casos la tasa de interés se encuentra en 0%.
En tercer lugar, la Reserva Federal (FED) contempla, al menos dos aumentos en su tasa de interés, a partir de junio, lo que sin duda impactará sobre un aumento en el costo del financiamiento externo y una salida de dólares que presionará el tipo de cambio hacia el alza.
En este contexto, ¿qué puede esperarle al Perú? Pues dificultades para crecer; a pesar de ello, el FMI proyecta una tasa de crecimiento de 3.7% para 2016 en Perú, muy distinta de las proyectadas para Brasil (-3.8%), Argentina (-1.0%), Ecuador (-4.5%) y Venezuela (-8.0%), entre otros. Sin embargo, “mal de muchos, consuelo de tontos”.
Si el nuevo gobierno enfrentase un entorno externo similar al del período 2003-2011, la cifra proyectada podría ser el doble. Pero, así como el entorno externo importa, el político también. Habrá que hilar muy fino para implementar reformas desde el inicio mismo del nuevo gobierno.
COMENTARIOS
En mi opinión ha habido un crecimiento con poco desarrollo y creo que “una igualdad de oportunidades para todos” es una utopía. Resulta indiscutible que ha habido crecimiento y si ha habido poco desarrollo ha sido por la deficiente actuación del Estado. El desarrollo económico ha producido ingentes sumas de dinero que percibidas por el Estado mediante la tributación no han sido, ni cercanamente, bien aplicadas, no solamente por parte del Gobierno Central sino principalmente por los Regionales y Municipales. Resulta incuestionable que la mayor fuente de ingresos ha provenido de la gran minería. Las cifras del crecimiento del PBI de Ene./Feb. 2016 así lo comprueban, a pesar de la reducción del crecimiento de China y los problemas de Europa. Esto quiere decir que si continuamos exportando minerales y productos de la agroindustria podemos sacar adelante al país en lo económico, porque tenemos ventajas comparativas. Para el Perú el precio internacional del cobre, por ejemplo, no es necesariamente limitante. Estamos apoyados por energía barata (frente a nuestros competidores) y la potencialidad de nuestra riqueza minera. Esto sin perjuicio del apoyo que se le brinde a la diversificación industrial, tendencia que realistamente empezaría a fructificar en el mediano y largo plazo.
Corrección: En la tercera línea debe leerse “El crecimiento económico ha producido …”, en vez de “El desarrollo económico ha producido …”. Disculpe el error Profesor.
La mejor inversión gubernamental es definitivamente en infraestructura, esta produce un efecto multiplicador, genera mucha expectativa, proyecta planes en el territorio de los involucrados y eleva el valor de las zonas de influencia de los proyectos, por ejemplo una nueva carretera con tres puentes y de 100 km, revalorizará la zona del proyecto, y acelerará la actividad económica en general produciendo bienestar, desarrollo y generando tributos.
Ya que el entorno sera desfavorable a nivel mundial, con el nuevo gobierno realmente espero que mantenga al menos las mismas politicas de crecimiento de ahora y posteriormente se puedan implementar nuevas reformas con la finalidad de crear fuentes de inversion que generen empleos y que nos den una mejor calidad de vida.
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